Revólver de remarcado calibre
Concierto de Revólver
Fecha: sábado, 11 de abril.
Lugar: Zentral Café Teatro, Iruñea.
Intérpretes: Revolver, formación integrada actualmente por Carlos Goñi, a las guitarras, a la armónica y a la voz, acompañado por Manuel Bagües, al bajo y Julián Nemesio, a la batería.
Incidencias: presentación de Babilonia, nuevo CD del grupo. Muy buena entrada. Público de ambos sexos que se mostró entregado. 2 horas de duración en total.
Cosa del estado de plenitud del que hizo gala a todos los niveles, Carlos Goñi venció y convenció en Iruñea al frente de su nueva reinvención de Revólver, presentando en formato trío a la legendaria marca y brindando un incontestable concierto. Una actuación con la que, combinando microclimas musicales y canciones extraídas de su dilatada trayectoria, los comandados por el carismático songwritter dejaron plenamente satisfechos a los presentes: a un público con importante presencia femenina y media de edad no necesariamente pareja a la del artista que, en otro orden de cosas, dejó clara a todas luces su apuesta por la banda: dando palmas, cantando y botando en buena parte de la noche.
Anunciado el comienzo de la velada por un sonido de guitarras arenoso, muy americano, la música propiamente dicha arrancó bajo las notas de Babilonia, tema de estreno que dio paso a interpretaciones de otros tan recordados como Duro de llevar o Mi rendición; y de esta guisa se desarrolló el concierto, con Goñi y los suyos volviendo una y otra vez al pasado y revolviéndolo con el presente recurriendo a la presentación de temas nuevos: los menos, claro está, dicha noche. Canciones como Entre las nubes (primer single extraído) o Teamotemor, rica en melancolía y reflexiones y ofrecida bajo el único paraguas de la guitarra acústica. Y es que, tal y como hemos dejado caer, también hubo tiempo para ambientaciones de corte intimista, encontrando en los mismos su momento composiciones del calibre artístico de Como único equipaje, Faro de Lisboa (rubricada con una ovación de petición de vuelta al ruedo) o Tu noche y la mía.
Llegados a este punto, ¿qué canciones más a destacar? Odio (imprescindible una vez más, cómo no) o San Pedro -protagonizando una de las cimas rockeras de la noche-, brindadas ambas en constante increscendo antes de desembocar en El Dorado, perfecto clímax alcanzado en total loor de multitudes: sin trampa, fogueo alguno ni cartón, presididos todos ellos por una contundente concepción del rock and roll y disparados por un revólver que si hizo gala de algo fue de lo siguiente, de un remarcado calibre.
En la recta final de este texto, diremos como conclusión que cuantos temas sonaron lo hicieron impregnados por el fuerte magnetismo personal de Goñi, cuya banda, tal y como está aconteciendo en la presente gira, dio en Iruñea lo máximo partiendo del mínimo posible. La máxima contundencia, potencia y sonoridad con el mínimo capital humano sobre el escenario, transmitiendo el frontman al frente del trío esa imagen ya tan característica suya, guitarras y armónica en ristre: además de la de ser su alma mater, la de un auténtico currela del rock. La de ser un pasajero del tren de la vida que ahí sigue, unas veces en el andén, esperando el paso del convoy, y otras en su vagón; disfrutando del camino en cualquier caso. El pasado sábado, en Zentral, hizo disfrutar y disfrutó.
Voladura incontrolada
Concierto de The Guilty Brigade
Fecha: sábado 4 de
abril.
Lugar: sala Tótem,
Atarrabia.
Intérpretes: The Guilty
Brigade, banda integrada por Gartxot, a la voz, Simón, a la guitarra y a los coros, Xabi, al bajo y
coros, y Néstor, a la batería. Además se contó con las actuaciones de Bide Bakarra
y Arkada.
Incidencias: actuaciones
enmarcadas en It´s Crazy Festival.
Presentación de Pólvora & Whisky, tercer CD de The Guilty Brigade.
Más de 3 horas de música en directo. Asistencia aceptable; público joven en su
inmensa mayoría.
Procedentes de Lizarra,
Barañáin y de la propia Atarrabia, Bide Bakarra, Arkada y The Guilty Brigade
dinamitaron las últimas horas del sábado denominado Santo, llenando el habitual vacío musical de dicha noche con su
música. Con unas actuaciones que congregaron a un significativo número de
jóvenes, pese a la coincidencia en fecha y horario con otra velada de similar
corte musical –en algunos casos- organizada en Berriozar, con motivo de la
celebración el domingo del Aberri Eguna.
Las descargas se iniciaron
de manos de Bide Bakarra, sexteto con unos años de vida a sus espaldas que, en
fase de remodelación, sorprendió con sus canciones: bombas de explosivo y
pernicioso componente metálico las mismas que, deflagradas por lindes propias
del rap metal, demostraron haber bebido sin complejos de fuentes como Rage
Against The Machine o los Habeas Corpus de principios de siglo; de los del CD A las cosas por su nombre: y así
trataron de llamarlas por medio de unas letras, en la voz de su vocalista,
claramente escoradas hacia el hip hop. Y sí, gustó su hecho musical: pesado,
contundente, envolviendo unas letras pensadas e inquietantemente contundentes.
A continuación la noche adquirió tonalidades de brioso street punk de manos de Arkada, veterano grupo de Iruñerria que
demostró seguir con las botas puestas… Y más: prestos y dispuestos a continuar
propinando patadas apoyándose en su concepción del género. En su rock combativo
o etxeko punk –tal y como lo
denominaron en un tema-, pura marca sonora de la casa.
Contundentes, seguros de sí
mismos y absolutamente resolutivos; confiando totalmente en sus posibilidades,
así se mostraron The Guilty Brigade desde el principio: dando salida a sus
temas sin compasión hasta vaciar el cargador. Disparando punk rock real tintado
de oi! de modo especialmente acerado
y acelerado. Incontestablemente acerado y acelerado.
Detonando unas balas con
forma de canciones que, en resumidas cuentas, lucieron cimentadas sobre una base
rítmica poderosa, en función del objetivo final: que las guitarras hicieran de
las suyas con fuerza y dinamismo, antes de dejar el resultado musical en manos
de Gartxot: frontman de bronca y
malencarada voz encargado de estoquearlas finalmente, labor que afrontó sin
contemplaciones.
A por todas, con ganas de
comerse el mundo comenzando por el escenario; por los escenarios, por donde
toda banda con hambre de avanzar ha de empezar a comérselo a bocados –en otro
orden de cosas-, así vimos a The Guilty Brigade en Tótem, Y así lo vieron los
presentes, un público que vibró con la onda expansiva resultante y la metralla
salpicada. ¿Curiosidad a destacar? La presencia de el Flako, bajista de El
Drogas, a la voz en la canción Y las
estrellas, tema de Barricada recuperado por los de Atarrabia en el CD que
presentaban. The Guilty Brigade, habrá que hacerles un seguimiento especial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario