MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

26/4/13

CRITICArte, MAYO; LA VELA PUERCA, HOEY & THE MUSSELS, GAUR EZ, CABEZAFUEGO, JOSEBA IRAZOKI (ONE MAN BAND), LITTLE SUZZIES, DOCTOR EXPLOSION Y EL DROGAS, PARA EMPEZAR!!

A la luz de la Vela

Concierto de La Vela Puerca

Fecha: sábado, 18 de mayo.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Intérpretes: La Vela Puerca, formación integrada por Sebastián Teysera Enano y    Sebastián Cebreiro Cebolla, a las voces, Nicolás Lieutier Mandril, al bajo, Carlos Quijano Coli, al saxo, Alejandro Picone Ale, a la trompeta, Santiago Butler  y Rafael Di Bello, a las guitarras, y José Canedo Pepe, a la batería. Como teloneros, abrieron noche Cero a la Izquierda.
Incidencias: presentación de Piel y Hueso, nuevo CD de la banda. Casi dos horas de duración, bises incluidos. Asistencia aceptable, cerca de media sala. Público muy participativo que disfrutó de la actuación.

Tras tantear el terreno tres años atrás en el denominado Iruñea Free Musikaldia, festival auspiciado por la Federación de Peñas de Pamplona, los uruguayos La Vela Puerca, en el marco de una mini gira estatal de presentación de su ultimo trabajo, pisaron suelo navarro nuevamente, convenciendo y complaciendo sobradamente a cuantos acudieron al concierto. A un público que en buenísima parte de los casos demostró conocer, y más, la trayectoria del grupo, a la vista de cómo fueron recibidos los músicos y de cómo fueron secundadas la práctica totalidad de las canciones.
Tras la comparecencia de los locales Cero a la Izquierda, banda que, de manos de su  actuación, marcó en su calendario otra fecha para el recuerdo dentro de este, su gran año, alrededor de las 23.00 horas comparecieron los capitaneados por el Enano y el Cebolla, siendo saludados al estilo más genuinamente sudamericano; bajo el ondear de alguna bandera de su país, con un apasionado y repetido cántico, a modo de mantra: Vamos, vamos la vela, vamos la vela de mi corazón
En su intento de enganchar desde el minuto, la banda, además de nuevas composiciones, presentó principalmente viejas credenciales sonoras, dando lo mejor de sí con todas ellas. Y en la diana, lo realmente importante. Y cuando decimos con todas, es con todas, a juzgar por cómo fueron saludadas, coreadas y aplaudidas: tanto las de estreno, como las dos con las que arrancaron, (Sobre la sien, Y así vivir) como las de discos anteriores que sonaron enlazadas con ellas, conformando un primer bloque de canciones: Colabore y Haciéndose pasar por luz, especialmente recibida esta última.
Acerca de los temas escuchados, alrededor de veinticinco en total, diremos que lucieron muy vitamínicos y pegadizos; dejando entrever una esencia muy punkrockera -por momentos- que, imbuida por el espíritu de La Polla de principios de los noventa (la época más rockera de los de Agurain), matizada por ritmos latinos y vestida de color fiesta por los vientos, denotó magnético empuje y gancho propio. Capacidad para poner a bailar o, al menos, para mantener atentos a propios y extraños. Y apoyándose en el crossover de sensaciones y ritmos exhibido, ser ricos dichos temas en substancia musical, llegando a sonar puntualmente cuatro guitarras sobre el escenario y hasta tres voces. ¿Los más celebrados, a tenor de cómo fueron no ya recibidos, sino cantados por la sala? Caldo precoz, Zafar (todo un himno, allende el océano), De atar o De tal palo.
Transcurrida la mitad de la actuación llegó uno de los momento más especiales de la velada, al menos para ellos: la comparecencia de Kutxi Romero, cantándose La sin razón. ¿Más momentos cumbre en lo que a colaboraciones hizo referencia? El  protagonizado camino de las postrimerías de la noche por el igualmente integrante de Marea César Ramallo, quien aportó sus 6 cuerdas en otro de los temas.

Fundados en 1995, considerados una de las bandas más populares de Uruguay (no en vano sus últimos trabajos, incluido Piel y hueso, han alcanzado distinciones como las de Triple o  Doble Platino), La Vela Puerca se encendió en Tótem recientemente,  incendiando con fuerza   e iluminando la noche con sus canciones. Bien, bien.


Última estación, Atarrabia/Villava

Concierto de Hoey and the Mussels

Intérpretes: Hoey and the Mussels, formación integrada por Colm Candon, a la voz, a la guitarra acústica y a la armónica, Stephen, a la guitarra eléctrica, Patxi Antón, al bajo, y Javi Egiluz, a la batería, además de diez invitados puntuales.
Fecha: viernes, 17 de mayo.
Lugar: Casa de Cultura de Atarrabia.
Incidencias: último concierto de la banda. Hora y ¾ de duración, bises incluidos. 2/3 largos de  aforo. Público que aplaudió con fuerza las interpretaciones.

7 años después de que comenzaran su andadura, el viaje emprendido por Hoey and the Mussels llegó dicho viernes a su final, abandonando el cuarteto la escena como los grandes. Como lo que, desde el prisma artístico, han demostrado ser en estos años, saliendo por la puerta grande… y dejando tras de sí cierta sensación agridulce: y es que, entre otras cosas, no deja de ser una pena que una banda así, para poder ofrecer un concierto en condiciones (sobre un escenario profesional y con pago de entrada de por medio), haya tenido que anunciar su fin: algo que, crisis económica aparte, dice mucho de los actuales tiempos. De la apatía de buena parte del público potencial en general.
Con la presencia en numerosos momentos de Germán San Martín a los teclados y al acordeón (quinto miembro de la banda tantas noches), la ceremonia de despedida dio comienzo con viejos temas como My dance unalone, de Home, su primer CD, o My own favourite scarab tale, del segundo, compareciendo a una con la interpretación de un nuevo tema de Daemon dozen el primer invitado de la noche: el violonchelista Tom Theobald, quien también tomó parte en la siguiente pieza en sonar. A lo grande, con un buen número de músicos respaldando la celebración, a continuación compareció el guitarrista Dani Ulezia (Fabric & ghost), prosiguiendo el desfile de invitados, todo un valor añadido para la velada, con las presencias de Txetxu Brainloster, Antonio Armendáriz (quien colaboró en dos temas, uno de ellos, Barry Mullets washing day, de the humours of privilege, tercer CD del grupo), Jon Ulezia, el Flako y Txus, de la banda de El Drogas (Solf power) y, ya en los bises, en una misma canción, Raúl Elizalde y Berti, de Astrovandals este último, ofreciendo el cuarteto propiamente dicho cuatro composiciones únicamente, en todo el concierto.
Tras años y años de batallas, incluso de ganar algunas (pensamos que cada CD publicado ha representado una pequeña victoria para el grupo); después de sentar cátedra con sus canciones y de haberse mantenido todo el tiempo posible en el alambre, Hoey and the Mussels colgaron finalmente sus instrumentos, repitiéndose una década después la historia ya vivida por Colm, Patxi y Stephen en So Blind, su anterior formación: el final de un nuevo proyecto, ante la falta de perspectivas. Hoey and the Mussels, contagiados por el rock americano de regusto más atemporal y perenne y unos de los más preclaros voceros que artistas como Neil Young, Tom Waits, Bruce Springteen o Bob Dylan han tenido a este lado del Atlántico.
Malos tiempos no, peores, he aquí cómo son los que corren a día de hoy para la lírica. Para el arte, en general. Cosa de una época como esta, en la que a mayor calidad por parte de los artistas, menor acostumbra a ser la curiosidad suscitada y, por ello, menores sus logros. Cosa de estos tiempos en los que la oferta es inmensamente superior a la demanda y los mass y el gran público tienden a valorar más los edulcorantes artificiales que la miel; a artistas mediocres de consumo inmediato, más que a los verdaderos  orfebres; así las cosas, ¿de qué sirve remar y remar si nunca se acaba el mar? Normal, llegados a determinado punto, que las bandas tengan que claudicar.
En fin, fue bonito mientras duró; y que nadie lea aquí un epitafio. Toda vez que lo mejor siempre está por llegar, esperemos que este trance, la llegada de la banda a su última estación, no sea para sus músicos sino una especie de tránsito hacia algo mejor.



Bienvenidos al futuro

Concierto de Gaur Ez

Intérpretes: Gaur Ez, formación integrada por Jule, a la voz, Idoia y Alfredo, a las guitarras, Xabi, al bajo y a los coros, y Julen, a la batería y segundas voces.
Fecha: jueves, 16 de mayo.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Incidencias: presentación del primer CD de la banda. 1 Hora de duración, bises incluidos. Asistencia aceptable. Público joven que disfrutó de la actuación.


Gaur Ez, los BAP!! del siglo XXI con voz femenina al frente –digámoslo sin tapujos  salvando todas las distancias-, comienzan su andadura en 2005, sin prisa pero sin pausa, brindando sus primeras actuaciones en 2010 y viendo publicado su primer CD a finales de 2012: un trabajo cuyas canciones fueron dicho jueves el eje central de su actuación en Black Rose.
En busca de su particular piedra filosofal (en lo referido a su sonido) desde finales de la anterior década, tras años y años a su ritmo, combinando diferentes ambientes y sonidos, la banda está presentando actualmente su sorprendente apuesta sonora, arriesgada y valiente donde las haya; una propuesta erigida sobre unos temas que bailaron todo el tiempo con diferentes intensidades, marcadas por todo tipo de volantazos rítmicos. Navegando en todo momento a caballo entre los postulados de un post-hardcore de lo más experimental y, cosa del idioma elegido para expresarse, un euskal rock de corte ciertamente alternativo. Ah, y de novísimo cuño todo ello. ¿El resultado de tales combinaciones? Unas composiciones con sello propio que dieron lugar a un universo artístico trabajadamente personal. Y es que ahí es nada lo que suponemos que han tenido que trabajar estos músicos para dar vida a semejante colección de temas: imprescindibles labores de aprendizaje aparte, tanto en su  composición como a la hora de ensayar de cara a plasmarlos en directo.
El concierto arrancó de manos del tema que bautiza al grupo, marcando su interpretación las tónicas artísticas llamadas a definir la velada: los ya sugeridos  contrastes de todo tipo, con la voz principal aportando calor y componente melódico al hecho musical. Contrarrestando Jule con su forma de cantar, caliente y sutil, los acerados y acelerados impulsos musicales de la banda, presididos en algunos momentos por la voz gutural esgrimida por el baterista. Así pues, caricias versus arañazos y zarpazos, he aquí cómo podríamos definir lo comentado, estableciéndose desde dichos primeros compases el ying yang llamado a presidir la actuación.
A continuación, apoyándose en ese equilibrio, comenzaron a forjarse las imprevisibles atmósferas llamadas a definir la noche, ora más transparentes, ora más opacas; unas veces más pétreas, otras, más porosas, antes de agrandarse definitivamente y envolverlo todo de manos de composiciones como Ezinegon, Zuengana noa o Itxoiten, ofrecidas antes de los bises: tiempo extra en el que sonó una versión del Kukutza, de Zea Mays (a ritmo de dance rock, qué gran colofón) y el definitivo y de factura propia Agur.
Recuperando la fecha que, por motivos de causas mayores, tuvo que ser suspendida en febrero, aprovechando la ocasión –posiblemente- para foguear repertorio de cara a su participación, el próximo sábado, en la cuarta edición de Arrikurock, Gaur Ez descargaron con arte y energía sus composiciones; unas canciones que, repletas de atractivos recovecos y matices, demostraron ser a las canciones de corte tradicional lo mismo que los actuales barrios dormitorio a los cascos viejos de las ciudades. Bueno, y sobre el escenario, demostrando los músicos ser jóvenes pero, tal y como se decía en los años noventa, estar sobradamente preparados. Ser parte del imprescindible relevo generacional: un grupo, Gaur Ez, llamado a recordarnos que nos vamos haciendo viejos. Mayores, si se prefiere. A decirnos con argumentos, como se dicen las cosas, que el futuro ya está aquí. Hablando de lo que estamos hablando, a decírnoslo tal y como lo hicieron, con razones con forma de canciones. Sean bienvenidos…


Mayo, tiempo de ‘Maiatza’ (I)

Conciertos de Cabezafuego y Joseba Irazoki.


Fecha: sábado, 11 de mayo
Lugar: Peña Euskal Herria, Burlata.
Incidencias: actuaciones de alrededor de 1 hora de duración Además de los citados, también subieron al escenario Little Suzzies y Doctor Explosion. Asistencia buena.

Tras arrancar el sábado 4 la actual edición de Maiatza Rock, la vigésima –por más señas-, el día 11 tuvo lugar la segunda de las citas del incombustible ciclo, deparando las actuaciones de Cabezafuego, Joseba Irazoki, Little Suzzies y Doctor Explosion; eso sí, a la vista de lo que dieron de sí los conciertos (por un lado, la presencia de dos artistas con muchísimas cosas que decir, además de en el fondo, en las formas, actuando en solitario, y por otro, la de dos bandas más al uso) hemos creído oportuno hablar en primer lugar de las actuaciones de los primeros, dejando para fechas próximas las de los legendarios Doctor Explosion y Little Suzzies.
Aunando atmósferas de imprevisibilidad y marcado regusto propio, la velada arrancó con la comparecencia del a todos los niveles inquieto Iñigo Cabezafuego, artista que en el marco del No tengo tele Tour actualmente está presentando las mimbres de su carrera en solitario: unas canciones de fuerte personalidad e histriónicas y lucidas letras. Así pues, dando rienda suelta en plan songwrritter al artista que atesora en su interior el niño que lleva dentro, a lo Kabezabolo –incluso, por momentos-, esto, presentar dichos temas, hizo guitarra eléctrica en mano y pedales en los pies: uno de los pedales, llamado a accionar el pequeño bombo del que entre otros útiles sonoros se acompañó, destacando entre los mismos el radiocassette con el en uno de los temas se hizo los coros a sí mismo, dando lugar a uno de los momentos de la noche. ¿Otros? Los deparados por las versiones con las que se despidió, Los violentos de Dios, de Bizardunak, ofrecida con el banjo a pie de sala, y Me gustaría llorar, de Los Bichos. Así pues, inclasificable Iñigo una noche más, a su ritmo. A su bola, dando pié con bola todo el tiempo y metiéndose totalmente al respetable en el bolsillo: algo que también hizo Joseba Irazoki, polifacético músico donde los haya llamado a presentar dicha noche su show One Man Band, espectáculo sin fronteras ni banderas estilísticas en el que el citado toca todo tipo de instrumentos: guitarras (con púa, slide-guitar o incluso con ¡baquetas!), bombo, armónica, platillo, pandereta, txistu… dando lugar juegos con la distorsión mediante a ¿diferentes ambientes? No. A universos únicos -más bien-, haciendo buena la máxima de que si sirve para emitir sonidos o marcar ritmos, todo vale. ¿El resultado de lo visto? Todo un ejercicio de folk rock teñido de genuina psicodelia norteña… Plasmado mediante unas piezas de corte incluso bailable: poniendo de manifiesto las mismas, eso sí, ser a la música de baile lo que las apuestas de hachas a las apuestas meramente deportivas. Finalmente, su actuación encontró el mejor de los colofones de manos de la presencia de Cabezafuego, con Joseba sobre sus hombros musicando el  tema Maiatza Rock, himno oficioso si no ya oficial del festival.
Derrochando descaro, carisma y discursos musicales propios, haciéndolo sin ningún tipo de recortes, Cabezafuego y Joseba Irazoki dieron la campanada con los conciertos por ellos protagonizados, totalmente alejados de postulados tradicionales y aptos preferentemente para melómanos extremos. Y sí, nos alegró constatar lo siguiente, que en unos tiempos tan previsibles como estos, todavía queden artistas que se atrevan a salirse del guión. A destrozar lo convencional. Artistas capaces de sorprender a propios y extraños con sus propuestas, incluso al arriba firmante, labor harto difícil a la vista del número de bandas que cada semana ve en directo. Y estos dos, todo un punto y aparte en el cartel, lo hicieron, trasladando a los presentes la sensación de estar siendo testigos de algo único: una gratísima sensación, razón por la que consideramos conveniente dedicarles un capítulo aparte. Próximamente, en este espacio, Doctor Explosion y Little Suzzies.


Mayo, tiempo de ‘Maiatza’ (y II)

Conciertos de Little Suzzies y Doctor Explosion


Fecha: sábado, 11 de mayo
Lugar: Peña Euskal Herria, Burlata.
Incidencias: actuaciones de alrededor de 1 hora de duración, enmarcadas en la 2º jornada de Maiatza Rock. Asistencia buena, más o menos lleno todo el tiempo.

Decíamos ayer, he aquí cómo podríamos haber comenzado, emulando a Fray Luis de León… Bien; tras haber contado recientemente cómo transcurrió la primera parte de la velada del pasado sábado, con las actuaciones de Cabezafuego y Joseba Irazoki de por medio,  vayamos con la segunda, llamada a discurrir por senderos más convencionales.
Little Suzzies comenzaron su actividad sísmico-musical a mitades de 2010, cuando Montxo y Josean, viejos conocidos por haber formado parte de legendarias bandas de Iruñea (Los Jujanos, Mal Temple, Tijuana in Blue, Kojon Prieto y los Huajolotes, Impecables o Zopilotes Txirriaos –el primero de ellos-, y Tijuana in Blue, Los Baches, Escarabajos o Aitona Demons, el segundo) se juntan con José, experimentado guitarrista leonés con pasado en Los Flechazos y afincado en Ezcarotz. ¿El objetivo del incipiente grupo? Tras reclutar un baterista, tocar rock & roll. Y esto hicieron básicamente en la Peña Euskal Herria. Facturar rock & roll de atemporales y clásicas querencias; rock pirenaico con señeras hechuras propias, derrochando gusto a raudales los guitarristas por medio de la energía generada. Como no podía ser de otra forma, tocar rock indisimuladamente contundente sobre la pétrea base conformada por Montxo, al bajo, y el baterista, dando a entender que, en casos como el de estos músicos, la experiencia no es un grado, sino más: el termómetro entero. Y así lo dieron a entender mediante las once canciones que brindaron, de ejecución más que perfecta y, salvo tres versiones (de Neil Young y The Rolling Stones dos de ellas), todas de factura propia, dejando su actuación perfectamente caldeado el terreno para Doctor Explosion.
Fundados en Gijón en 1989, preclaros referentes de lo que dio de sí en el Estado la década de los noventa, el grupo indie que más bebió de los años sesenta demostró estar viviendo una segunda juventud por medio de su concierto; de un show que ante todo fue una fiesta. Disparando con bala, tirando a dar y haciendo blanco en todo momento, el carismático Jorge Explosion surfeó enérgicamente sobre su tabla con forma de guitarra, ofreciendo el power trío por él comandado temas de toda su discografía. Unas composiciones cantadas en inglés y en castellano cuya raigambre, erigida sobre una explosiva combinación de garage punk setentero, melodías pop y regusto a rock´n´roll sixtie, encontró su perfecta razón de ser en temas como Drácula ye-yé (hit extraído de Aquellos maravillosos 90: Tributo a Dr. Explosion, de 1996), Eres feo, chaval (incluido en el referencial El loco mundo de los jóvenes, publicado en 1994), Mata a la tuna (de The subnormal revolution, 1998) o Surf talibán, tema del CD Música grabada, saltos y cánticos, de título surgido de una descacharrante anécdota: de una visita de la policía al piso de Jorge; en vista de la algarabía reinante en la fiesta de inauguración del mismo, los agentes le multaron, aduciendo como causa de la sanción la existencia de “música grabada, saltos y cánticos”. Bueno, y sobre la actitud del grupo en escena, ¿qué decir? ¿Que lo dieron todo? Y multiplicado por tres. Incluso con las tres voces, incontestables, aportando otras tantas capas de pintura al hecho musical.
Tras arrancar el sábado 4 con Putas de Hojalata, Memo y M.C.D., mañama, 18,  concluirá la presente edición de Maiatza Rock, estando programadas las actuaciones de Willis Drummond, Attikus Finch y Proyecto Pez: ciclo este, el ‘Maiatza’ de Burlata, que hace de mayo el mes de la iniciativa popular y la música en directo por excelencia. Que en ello ha convertido el mes de mayo un año más, y ya van diecinueve, desde 1994. Ya falta menos para el vigésimo aniversario.

Totalmente enganchado al rock & roll

Concierto de El Drogas


Fecha: sábado, 27 de abril.
Lugar: sala Kube, Tafalla.
Intérpretes: El Drogas, a la voz y ocasionalmente a las guitarras, acompañado por el Flako, al bajo y a los coros, Txus, a las guitarras, y Brigi, a la batería.
Incidencias: último concierto de la gira Te cantamos las 40. 3 horas y ¾ de música en total. Alrededor de medio aforo. Público que terminó entregado.

Dando a entender por activa y por pasiva, en acústico y en eléctrico, que lo de los recortes no va con él para nada, El Drogas la lió en todos los sentidos en Tafalla, cantando generosamente las cuarenta a cuantos acudieron a la Kube. Las cuarenta… y más, si tenemos en cuenta el número de canciones con el que, en compañía de Txus –guitarras acústicas los dos en ristre-, saludó Villarreal a los presentes.
Con los pies en el suelo ambos músicos -en el sentido literal de la expresión-, en un improvisado hall, la velada arrancó de manera totalmente informal –así las cosas-, denotando Enrique y Txus con su forma de actuar una cercanía idéntica a la que la banda ha compartido con el público en los últimos años, actuando por calles y plazas de Iruñerria por sorpresa. Sorprendiendo el pasado sábado durante media hora de igual modo a los presentes, con dicho aperitivo. Y a continuación, tras regalar un último tema en su versión más genuina, Mañana será igual; después de semejante cóctel de bienvenida (esto es, de decirles a los suyos “sean bienvenidos” de la mejor manera posible), llegó el plato fuerte de la noche: la hora de la verdad. La de cantar las cuarenta, labor llamada a ser afrontada dicha noche por los músicos por última vez.
Detonando las canciones con total presteza y precisión, el cuarteto abrió fuego con Sofokao, sonando a partir de ahí de manera alterna temas extraídos de la carrera de Villarreal en su conjunto, ora, realmente legendarios (Barrio conflictivo, Bahía de Pasaia, Nada sin ti), ora, de más reciente factura, como Así, Solo quiero tu boca, Pétalos o En punto muerto. Haciéndolo con nuevos arreglos los recuperados de su anterior formación, canciones como Contra la pared, Tentando a la suerte, No hay tregua o La silla eléctrica: junto con otras de Azulejo frío como Todos los gatos, Con tu piel o la que le dio título al CD, las más efusivamente recibidas: eso sí, con permiso de las que no vamos a citar, imposible nombrarlas todas, siguiéndoles a poca distancia temas como Cerocomasiete, Todos mirando, El lobo feroz (con El Drogas simulando ser el mismo), Empujo pa´ ki o, cómo no, Frío, impecablemente facturadas por una formación que volvió a demostrar ser un auténtico dream team, perfectamente ensamblado por Enrique. Y en un tiempo record, con Txus ejerciendo en todo momento de amo y señor de su área, rematando a la perfección con las seis cuerdas todo tipo de jugadas; haciéndoles hablar a las guitarras –directamente-. Rugir o gemir en función de la ocasión: sobre la granítica base rítmica tejida por El Flako y Brigi, pura pared de ladrillo, encontrando en todo momento como sólo él sabe hacer el punto G de las mismas. Así pues, agarrándonos a argumentos estrictamente musicales, no quedó otra que rendirse ante el hacer de los cuatro. Frente a  la seguridad, la confianza y el poco menos que insultante poderío desplegado por el actual proyecto liderado por Villarreal, nexo de unión e hilo conductor de todas las canciones ofrecidas que, demostrando estar totalmente enchufado, enganchado al rock & roll; dando a entender estar dispuesto a seguir enganchando al legendario género a cuantos se le acerquen, vaya que si puso los puntos sobre las íes en Tafalla, demostrando nuevamente por medio del carisma derrochado que, al igual que ocurriera en cuantos proyectos anteriores ha comandado, él es el pegamento que da cohesión al invento: a una formación que dejó claro estar en su mejor momento. No faltarle nada, ni canciones, ni motivación ni ganas. Cuarenta canciones y dos horas y tres cuartos después, ser grandes e imprescindibles, una noche más.

21/4/13

DEF CON DOS &NUKORE, EN MOVIE: LA CRÍTICA



En primer lugar actuaron NUKORE, banda a la que no vimos por estar en otro lado, comprobando que, tal y como dicen los DCD, España, en parte, es lo que es...




Definiendo el estado de las cosas

Concierto de Def con Dos


Fecha: sábado, 13 de abril
Lugar: Sala Movie, Aizoáin.
Intérpretes: Def con Dos (DCD), banda integrada por Ken Zoo, a la guitarra, J. Al Ándalus al bajo y a las programaciones, Kiki Tornado a la batería, y Strawberry, Peón Kurtz y Marco Masacre, a las voces. Como teloneros, abrieron noche Nukore.
Incidencias: presentación de España es idiota, nuevo CD de la banda. Alrededor de hora y 40 minutos, bises incluidos. Cerca de medio aforo, público entregado.

Blandiendo cual afilada espada, por increíble que pueda parecer, la esencia de su discurso de dos décadas atrás, los siempre aguerridos y chocantes DCD comparecieron tan aguerridos y chocantes como siempre para presentar España es idiota, dando a entender que no estaban equivocados cuando con la clarividencia del visionario compusieron sus más señeras canciones: temas tan imperecederos como Poco pan, A.M.V., Ultramemia (dedicada a un país no ficticio –tal vez-, habitado por ultra memos) o El coche, no, imprescindibles, al igual que en la de dicho sábado, tantas noches.
La velada arrancó de manos de Nukore, compareciendo pasadas las 22.30, impactante puesta en escena mediante, los DCD. Haciéndolo tras una impactante intro basada en hechos reales y rica en todo tipo de samplers visuales y sonoros. Perfectamente arropados por su público, los comandados por César Strawberry abrieron fuego con temas nuevos como España es idiota, Pégamelo a mí o Desahucio mental, toda una muestra dicho titulo del incombustible ingenio de Strawberry a la hora de definir situaciones. Del impecable estado de forma intelectual –además de física- del cerebro de la banda, el cual sigue derrochando reflejos a la hora de acertar con los contenidos de los temas. A continuación, la música del grupo, el rapmetal descaradamente escorado hacia el hardcore, hizo un alto en dos viejos hits aunados en uno, pasando acto seguido a ser blanco de sus iras el terrorismo financiero, modalidad que nadie condena, reprueba, censura ni lamenta (Quién condena), y sonando otros dos temas de estreno, Nos está pasando (editorial totalmente acorde con los actuales tiempos de resaca para todos, tras los años de vacas gordas para algunos) y El cazador de elefantes, tema que llevó a la sala a botar.
Además de hits y temas nuevos, el repertorio acogió igualmente canciones que, camino de convertirse en legendarias (si no lo han hecho ya), fueron muy bien recibidas, como las del CD Recargando Demasiado humano o Mundo chungo, tema de letra verdaderamente lucida. Digna de ser analizada en los colegios. ¿Que habrá a quienes les parezca lo dicho una exageración? Bueno, pero enseñándose en las escuelas lo que actualmente se enseña, ya vemos cómo nos va, ¿no? Razón por la que no creemos que nos vaya a ir peor ¿Más composiciones a destacar? A tenor por la fuerza con que fueron recibidas, Ciudadano terrorista, Hipotécate tú, De cacería (cantada a voz en grito por los presentes), Armas pa´l pueblo (última en sonar, antes de los bises) o Tuno bueno tuno muerto, brindada antes del enorme popurrí final.
Definiendo como solo ellos saben hacer el actual estado de las cosas, fruto de cómo le han ido en los últimos tiempos las cosas al Estado; a un país cuyo devenir está demostrando ser perfecto caldo de cultivo para que no les falte inspiración a bandas como esta, el grupo comandado por Strawberry hizo de las suyas en Movie. DCD, banda liderada por una cabeza pensante que, alternando irreverencia y vitriólicas reflexiones, siempre fue por delante de los tiempos, tanto desde el prisma ideológico-lírico como el musical; legendaria formación que, de vuelta a los escenarios en 2005, lleva desde entonces en total estado de agitación, actualidad y revuelta. Viviendo todos donde vivimos, en Ultramemia, habiendo como hay materia prima para rato, les  volveremos a ver pronto. Seguro. Trabajo no les va a faltar. ¡Larga vida a Def Con Dos!




16/4/13

CriticARTE ABRIL: RULO, VENDETTA, LAS CULEBRAS, BLACKBLETZ, ADAM BOMB, JUANTXO SKALARI & LA RUDE BAND, KAOTIKO, GIGATRON...

Haciendo camino al cantar

Concierto de Rulo y la Contrabanda


Fecha: Viernes, 26 de abril.
Lugar: Planetario, Iruñea.
Intérpretes: Raúl Gutiérrez, Rulo, a las guitarras, a la armónica y a la voz, acompañado por La Contrabanda, trío integrado dicha noche Mario, al Hammond, Fito, a la guitarra eléctrica y a los coros, y Karlos, a las percusiones.
Incidencias: 4º y última cita del ciclo Conciertos de otro planeta. Presentación de Especies en extinción, 2º CD del artista. Lleno, localidades agotadas. Hora y media de duración, dos tandas de bises incluidas.

Con sus canciones p´aquí, con sus canciones p´ allá, Rulo aterrizó en el Planetario de Iruñea el último viernes de abril, envolviendo a los presentes con cuantas composiciones interpretó y, en un marco como este, dejándose envolver por el habitual y, por más empeño que pongamos, indescriptible cúmulo de sensaciones llamado a aderezar el hecho musical. Dejándose atrapar por dicha magia tanto él como el trío que le acompañó, músicos que asistieron al evento mostrándose ensimismados por momentos, desde sus privilegiados puestos. Y, en verdad, no fue para menos.
Dispuesto a continuar haciendo camino al cantar, labor que decidiera afrontar en solitario, fuera del paraguas de La Fuga, a finales de 2009, el de Reinosa abrió el telón él solito bajo las notas de A solas, tema del CD que está actualmente presentando. A continuación, con su escudero Fito ya sobre las tablas, sonó Como Venecia sin agua, primera concesión a Señales de humo, ópera prima de su actual carrera, siendo testigo el siguiente tema, El prota, de las comparecencias de teclista y percusionista y de una primera participación de los presentes en los coros, labor que acometieron de manera muy tenue durante toda la velada. Derrochando el concierto lo siguiente, preciosismo imbuido de espíritu de puro color unplagged, denotando Rulo haber alcanzado una incuestionable madurez artística, estar en otra dimensión, la cascada de diferentes sensaciones llamada a sucederse prosiguió con la interpretación de otros cinco nuevos temas, brillando con luz propia Mi pequeña cicatrizBuscando el mar (bañados virtualmente sus compases por sus olas, totalmente al alcance de la mano), A punto de colapsar o Amor en vena, temas que demostraron ganar muchos quilates en este formato, quedando multiplicado su valor por efecto de las omnipresentes y sugerentes proyecciones. Pero, además de temas nuevos, sonaron casi todos, también encontraron su lugar viejas y referenciales señales de humo; canciones como Mi cenicientaLa cabecita loca (con la que terminó la noche en falso) o, ya en los bises, Heridas del rock & roll: tiempo extra, los bises, que, al segundo intento, desde el mismísimo quiosco de la plaza del Castillo, quedaron definitivamente cerrados con el vals del adiós. ¿Otros temas a destacar? El manual, única deferencia al repertorio de La Fuga, y La flor, composición que vio al que fuese frontman de dicha banda bajar al patio de butacas ramo de flores en mano, dispuesto reparto mediante de las mismas a agradecer su presencia a parte de las chicas presentes.
De manos de Rulo y sus, si se nos permite, contrabandistas dicha noche, el viernes fue testigo de la conclusión de un ciclo musical… De auténtico lujo. ¿De cinco estrellas? No, de muchas más. De muchísimas más, si sumamos las que han iluminado a cuantos han acudido a los conciertos, ya, desde el escenario, ya, desde la cúpula del planetario. Un ciclo en el que, necesariamente, a la vista de la avalancha de emociones disfrutadas, hablar únicamente de música hubiera sido pecado. Delito. Tanto monta, monta tanto. Sí, a la vista de la magnética conjunción de factores noche a noche degustada; de las irrepetibles aleaciones de sensaciones de todo tipo que han orbitado alrededor de los conciertos. Alrededor de unas actuaciones (una noche más, se cumplieron los mejores presagios), de porte y corte excepcional. 

Pasado, presente y todo el futuro

Concierto de Vendetta


Fecha: sábado, 20 de abril.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia
Intérpretes: Vendetta, banda integrada por Jabiero, a las guitarras y a la voz, Luisillo, al bajo, a los coros y a la voz, Rubén, a la trompeta y a la voz, Pello, al trombón y a la voz,  y Enrikko, a la batería. Como teloneros, abrieron velada Brigada Improductiva.
Incidencias: presentación de Fuimos, somos y seremos atzo, gaur eta bihar, tercer CD de Vendetta. Hora y ½ de duración. Cerca de media sala, público mayoritariamente joven que se mostró participativo.

Vendetta superó de manera airosa la prueba del algodón de presentarse en una sala ante los suyos, aprobando tal reválida con nota, de manos de la asistencia registrada. De una asistencia más que meritoria si tenemos en cuenta el imprescindible paso por taquilla, algo que sus seguidores locales, para verles, tuvieron que afrontar por vez primera. Así las cosas, buenísima señal, el aspecto que ofreció la sala: dando a entender indiscutiblemente que su nuevo CD ha gustado, tal y como acto seguido quedó corroborado por el concierto, excepcional termómetro para calibrar lo dicho.  Conformando un lujoso binomio con los cabezas de cartel, derrochando actualidad y dejando entrever futuro, la noche arrancó con Brigada Improductiva, multiformación que continúa presentando con éxito ¡¡Manos arriba!!, su primer CD. Bueno, y toda vez que recientemente les dedicamos este espacio, una única cosa añadiremos, que ante la inminente llegada del verano, a una banda como esta, no le debería faltar trabajo. A una formación autora de temas como Yo soy realSka-nfermín o Eres la caña. Y no diremos más. Así pues, atención, comisiones de txoznas y de fiestas. Y a continuación, hablemos del verdadero trago largo musical de la velada. De la comparecencia de Vendetta.
Aunando su espléndido pasado con lo que son actualmente, puro presente; dando a entender de diferentes formas que el futuro les pertenece (más allá de la incuestionable proyección del grupo, para ello solo hubo que constatar la media de edad de buena parte de sus incondicionales), la actuación se erigió alrededor de diferentes bloques de canciones, sonando los temas que los integraron prácticamente enlazados, con las cuatro voces implicadas en su factura alternándose a la perfección sobre el hecho musical; sobre un corpus calurosamente tintado por el mar de fuego prendido por los vientos: por un trombonista y un trompetista que incendiaron el escenario desde su primera línea, tiñéndolo de rojo color fiesta y demostrando estar ganando más presencia cada día. Ser ambos, actualmente, más que los pulmones de una banda que, de manos de la progresiva implicación de todos a todos los niveles, vaya que si ha crecido. Y  de forma exponencial, sonando día a día más enriquecida su propuesta: y así lo dio a entender, por ejemplo, la interpretación de temas nuevos como Udarako gau luzeak, cantado por Pello, perfectamente recibido y claro botón de muestra de lo dicho. ¿Más composiciones de estreno a destacar?  Las siguientes, por orden de aparición: La vida, con Luisillo  llevando la voz cantante, Jean Laffite (historia de un pirata de Iparralde, con letra de Patxi Irurzun), La parranda y Botella de ron, inmensas, con arrebatador gancho propio en medio de hits del pasado perfecto del grupo como Cómo subeEgunero (la gran versión que, a nuestro entender, contribuyó de manera decisiva a catapultar a Vendetta) o Loco, de su primer CD, o de la batería de temas extraídos del segundo, efusivamente recibidos todos ellos: La familia, Volar (dedicado por Jabiero a Josetxo Bicho), AlertaBuonasera (brindado en medio de una espectacular batucada trazada por los cinco músicos), La diabla (cantada en su primera parte por Enrikko), el ya imprescindible Begitara begira, tocado en los bises… Composiciones en su conjunto que, en feliz maridaje, dejaron clara la reafirmación dada a entender por el quinteto desde el mismísimo título de su CD. Que fueron, son y serán, Que, además del presente, sólidamente forjado desde 2007, el futuro es suyo, en verdad.



Orbitando alrededor del rock & roll

Concierto de Las Culebras

Fecha: viernes, 19 de abril.
Lugar: sala Ozone, Iruñea.
Intérpretes: Las Culebras, banda integrada por Kriss Teen y Olaia Heep, a las guitarras y a las voces, Marga Malaria, al bajo y a la voz, y Karmen Kobra, a la batería y a la voz. 
Incidencias: presentación de Locura orbital, tercer CD de Las Culebras. ¾ de hora de retraso, alrededor de hora y 15 minutos de duración, bises incluidos. Asistencia muy discreta.

Perfectamente pertrechadas de canciones prestas a ser detonadas, más que predispuestas ellas a tirar a dar, Las Culebras presentaron su tercer CD en el antiguo Reverendos, saldándose el asunto de forma positiva en lo relativo al componente artístico, mas no tanto desde el prisma de la asistencia. Y más si tenemos en cuenta el espacio en el que, por las razones de que se trate, fue programado finalmente el concierto, fuera del espacio interior conocido como Zero2Live, más adecuado para este tipo de actuaciones.
Ante alrededor de un centenar de personas, cuerdas vocales y de acero empastadas a la perfección, el cuarteto repasó primorosamente su recién estrenado disco, liberando con brío y determinación el rock & roll encerrado en sus canciones, una vez abierta la espita; la fuerza albergada por unas composiciones que, de diferentes texturas y hechuras, se mostraron matizadas por toques estilísticos con regusto a rock de diferentes décadas o añadas: ora más directas, ora de corte y concepción más atmosférica e incluso psicodélica. Unas, sin apenas curvas en sus desarrollos, puras explosiones de energía musicada, y otras, con tramos de raíces más envolventes. Eso sí, sonando enlazadas en numerosas ocasiones, damos fe de que las mismas nos llevaron de unos a otros ambientes con pasmosa naturalidad, exhibiendo impúdicamente luminosos rayos sonoros característicos de grandes como Kiss, Alice Cooper, David Bowie, los Rolling o Jimi Hendrix, vetas que, de fondo, sobre el pequeño escenario, brillaron a la perfección: sobre el entarimado instalado contra la pared exterior del recinto conocido como Zero2Live, quedando los presentes en el pasillo sito entre dicho recinto y las columnas que delimitan la pista central de Ozone: un público con importante presencia  femenina que disfrutó en todo momento de la actuación.
Demostrando la música facturada estar ganando solera a pasos agigantados, la actuación, dedicada a la memoria de Josetxo Ezponda, dejó entrever a las claras las horas de trabajo invertidas desde que la banda comenzara a dar que hablar, otoño de 2008, quedando plasmado lo dicho, por ejemplo, en la complicidad con la que las diablesas que continúan dándole vida afrontaron el hecho de cantar, dándose muy bien los relevos a la hora de alternarse la voz cantante con la otra tarea reservada para todas, la de hacer los coros: labores en su conjunto que, dando lugar a un sugerente número de combinaciones y rotaciones, acometieron de la mejor manera posible.
Depositarias de las ganas y de la actitud de bandas de Nafarroa igualmente integradas por mujeres como Belladona o Matraka, compartiendo galones con Las Valium a la hora de portar un testigo, además de por bandas como las citadas, transmitido por otras como La Viuda Negra o Las Perras del Infierno, Las Culebras demostraron sin ningún género de dudas estar haciendo bien su camino. Seguir viento en rock a toda vela, mostrándose como un libro abierto a los presentes a la hora de enseñarles sus páginas, con forma de canciones. Dejando claro que, pese a que la sala les quedara grande, con tres discos en la recámara ya no cabe hablar de anécdota o de casualidad, al referirse a ellas. A una banda que la vimos bien, orbitando alrededor del rock & roll.

Metal de color propio

Concierto de BlackBeltz

Fecha: jueves 18 de de abril
Lugar: Terminal, Iruñea.
Intérpretes: BlackBeltz, formación integrada por MA, a la voz, Mom y Robi, a las guitarras, Jonathan, al bajo, Idoya, a los teclados, e Imanol, a la batería
Incidencias: presentación de Breath, segundo CD de la banda. Hora y 15 minutos, un bis  aparte. Muy buena asistencia.


BlackBeltz presentaron armas y renovadas credenciales –sonoras- en el Terminal, mostrando a la noche su metal de color propio y demostrando por medio de su concierto que, más que ante una promesa, a la espera de que el factor suerte juegue con determinación a su favor (imprescindible la misma a la hora de salir adelante) tal vez ya nos encontremos frente a una realidad.
Articulado en esencia sobre los temas del CD que se presentaba, el despertar del dragón;  el heavy de personalidad propia, reminiscencias épicas y cierto regusto por momentos a power metal comenzó a cobrar forma bajo lo sones de Black dragon, tema de su ópera prima, materializándose de inmediato, sin remisión, de manos de tres temas de estreno: Balea (en euskera, haciendo buena la mezcla idiomática enseñada por el nombre del grupo) y Darkness breeds entre ellos, majestuoso primer single este último y, estamos seguros de lo que vamos a decir, composición llamada a hacer grande a la banda. Tema con madera de hit y actual bandera de la formación, a la vista de cómo enarbola su sonido. Su impronta propia. A continuación, el sexteto abordó la interpretación de una versión, la que hiciera Stravaganzza del mítico tema de Mecano Hijo de la luna, coloreando briosamente la imperiosa voz de MA el heavy & rockmetal facturado. Dándolo todo la citada todo el tiempo al igual que sus imponentes gladiadores, tal y como el sudor que bañó sus rostros pronto se encargó de delatar; y es que, calor humano aparte como el que sentimos en el Terminal, buena señal, ya sabemos qué dan los focos que apuntan a los escenarios en marcos como este: calor, en lugar de luz. Calor llamado a transformarse en luz a una con los saltos a divisiones superiores, alcanzando su razón de ser esta última conforme se va ascendiendo en el escalafón. A modo de nuevo espacio para el descanso de guerreros y guerreras, al legendario Hijo de la luna  pronto le siguió otra balada, de cuerpo metálico (claro está), autoría propia del grupo –en este caso- e incluida en el nuevo CD, comenzando la noche a buscar su final de manos de temas como Lethargy of the beast (último del nuevo álbum y todo un guiño al futuro, concebida dicha canción como un avance de por dónde están llamados a ir próximamente los tiros), Battle field, puerta de entrada de Breath y puro y arrebatador presente, y, mirando de refilón al pasado, con dos viejos temas: al igual que cuantos sonaron dicho jueves, de interesantes cambios rítmicos y desarrollos.
Incluidos por méritos propios en la iniciativa Artistas en RutaBlackBeltz de manos de Breath,  están comenzando a meter ruido por el Estado, en el mejor de los sentidos. A dejarse oír por ahí,  sacando músculo escenario a escenario. Lográndolo apoyándose en un disco que ha visto la luz como segundo eslabón de una saga, iniciada por Birth en 2011, que está previsto que continúe creciendo hasta desembocar en trilogía. Eso sí, en caso de que crezca como lo está haciendo la banda… En caso de que lo haga transmitiendo idéntica actitud y credibilidad que las transmitidas por los comandados por MA, ¡para qué más! Y es que ahí es nada cómo surfeó la vocalista sobre el mar de notas, con su voz de cautivadora luz propia; cómo cabalgó sobre el mismo, tejido a diferentes velocidades por Idoya, Imanol y Jonathan y solventemente hilvanado por Mom y Robi, gusto y solvencia a la par. Cómo -en resumidas cuentas-, con qué autoridad brilló el hecho musical pergeñado por todos: por un grupo, BlackBeltz, que, haciéndoselo así, puede ir donde quiera. Por buen camino los citados, muy bien.


Su casa, el rock & roll

Concierto de Adam Bomb


Fecha: domingo, 7 de abril.
Lugar: Casa de Cultura de Burlata.
Intérpretes: Adam Bomb, a las guitarras y a la voz, acompañado por Maxx N roll, al bajo, y Bobby Reynols, a la batería
Incidencias: nuevo concierto del ciclo Rock & Wine; presentación de Rock on, rock hard, rock animal, nuevo CD del artista. Horas y 3/de duración en total. Público entusiasta y participativo.

Procedente de Marsella, donde actuó la víspera, y camino de nuevos escenarios esparcidos por la piel de toro, Adam Bomb, guitarrista de espectacular curriculum, hizo un hueco en su apretadísima agenda para instalar por una noche su particular Rock & Roll Circus en Burlata, donde ofreció la tarde noche del domingo una poderosa actuación. 
Anunciado el show en un primer momento como acústico, dicha característica, dicho carácter acústico duró el tiempo que tardó el de Seattle en romper una de las cuerdas de su guitarra, de la bonita guitarra acústica con la que compareció: el tiempo que le costó tocar una canción, dejando entrever prácticamente de inmediato su pasión por el ruido y, en consecuencia, haciendo acto de presencia sin dilación bajista y baterista, iniciándose sin más preámbulos el concierto.
Sobre un escenario ornamentado muy al gusto del americano, pequeños neones luminosos incluidos, dos de ellos con forma de estrellas; destilando inequívoco espíritu glam -en lo que a presentación suya en escena hizo referencia- e inusitada, insaciable hambre de hardrock por todas y cada una de sus interpretaciones, lo primero que hizo Bomb para dar el verdadero pistoletazo de salida fue lo siguiente, colocar una especie de pequeña bombeta de humo a la altura del clavijero de su guitarra (eléctrica, por supuesto), activarla y dejar que una espectacular nube de color rosa se apoderara del recinto. Una colorista nube con forma de algodón de azúcar gigante. Así las cosas, con el presunto guión roto a una con la rotura de la cuerda de su acústica (¿premeditada tal vez la misma? Ahí lo dejaremos), la noche propiamente dicha arrancó entonces, con unas cuántas versiones. Haciéndolo con parte de los covers ya imprescindibles en sus noches de rock & roll. como Whole lotta rosie, de AC/DC; 7 Lonchas, de Antonio Flores, New York, New York o el Antisocial de Trust, popularizado posteriormente por Anthrax, gruesamente facturados y totalmente vestidos todos ellos de hardrock; lo mismo, por otra parte, que cuantas canciones de su propia autoría sonaron, de diferentes texturas y un idéntico y genuino sabor americano todas ellas; delatando una misma temperatura y, con las guitarras en primerísimo plano siempre sobre la granítica base rítmica, resonando cual bombas de inusual intensidad y elevado octanaje: y más todavía, incluso de forma estridente, en un recinto como el de la Casa de Cultura, cuyas sorprendidas paredes se encargaron de magnificar las interpretaciones.
Cofrade del rock & roll entregado con total fe a su labor, Adam Bomb sedujo en  Burlata con su música y su actitud. Con su rock & roll con regusto a asfalto caliente, a polvo del camino y a goma de rueda quemada, sensación esta última acrecentada por los efectos especiales de naturaleza pirotécnica que llegó a disparar desde sus mástiles, en la recta final de la actuación: uno de ellos, el de una guitarra de bordes luminosos. Adam Bomb, guitar hero que si algo demostró fue esto, que su casa es el rock & roll… Y su patria, la carretera. El lugar donde vive, día tras día camino del próximo concierto. De la nueva descarga de rock con tintes de hard y de glam por él solventemente facturado. Fuera del botón de muestra acústico que tuvo a bien mostrar, no sabemos qué darán de sí sus actuaciones en dicho formato; en eléctrico, lo bordó.

Alto reflexivo en el camino

Concierto de Juantxo Skalari & la Rude Band


Fecha: viernes, 5 de abril.
Lugar: sala Movie, Aizoáin.
Intérpretes: Juantxo Skalari, a la guitarra y a la voz, acompañado por Angel, a la batería, Carles, al bajo, Aureli, a la guitarra, Xevi, a los teclados y a la acordeón, Josep y Jaume, a los saxos, y Pol, a la trompeta. Como teloneros, abrieron noche Zartako-K.
Incidencias: presentación del CD-Libro JSK. Juantxo Skalari 1994-2012. Mensajes, anti-canciones y poemas de kalle. Hora y 20 minutos de duración aproximadamente. Alrededor de 1/3 parte de aforo, público participativo que disfrutó de la actuación.

Fundador en 1994 de Skalariak, Juantxo Skalari, ideólogo y vocalista de la referencial formación, trató de dar vida en Movie al concepto que a finales del siglo XX diese nombre al segundo CD de dicha banda, Club ska, transformando la sala en un pequeño club de genuino y skatalítiko espíritu; sí, a tenor de la entrada registrada, discreta –a nuestro juicio-, estando de por medio quien estaba. Pequeño el mismo a la vista de dicha asistencia –tal y como hemos apuntado-, pero grande, a tenor del calor brindado por los presentes, un público incondicional que, sobradamente conocedor del artista, integrado principalmente por jóvenes admiradores suyos ávidos de emociones musicales y por talluditos seguidores, llevó al carismático frontman en volandas todo el tiempo.
La noche arrancó con los tafalleses Zartako-K, reincidentes en esta plaza, toda vez que recientemente abrieron para Talco. Y lo cierto es que, por lo que vimos dicho viernes (los últimos coletazos de su pase, poco más), la volvieron a armar a ritmo de ska & oi!, apoyándose para ello en sus propios temas y en versiones como la del mítico Boina, de Decibelios: fuera de toda duda, tema más que apropiado para ello, en el presente marco. Para caldear totalmente el ambiente, labor que resolvieron sin problemas.
Buscándose a sí mismo –posiblemente-, tratando de reconducir su trayectoria artística recurriendo en esta ocasión a parte de sus canciones más celebradas, a continuación se hicieron Juantxo y los suyos con las riendas de la noche, abriendo actuación, tal y como siempre fue en la banda madre, con una sarrera instrumental, tarareada con efusión por los presentes. Al frente de una banda que, en lo referente a número de integrantes e instrumentos utilizados, mostró un esquema similar al de Skalariak (denominada rude band, aunque, cosa del tocar de los músicos, luciese más bien como una rock-band), el concierto se centró en la revisión del lado más festivo del repertorio del seminal grupo, comenzando por Puto alcohol y terminando, ya en los bises, con Solo vivir. Con el ecuador de la noche en lontananza, tras repasar fugazmente el cancionero de The Kluba (sonando Amor, odio y ruido y Pudo hacerlo), llegó el momento del reggae, representado por RuidoEmakume askea, lur askea y Fuego de revolución, perfecta banda sonora para unos tiempos como los actuales, que si algo van a demandar es eso, precisamente. Finalmente, como era de esperar, la banda pisó a fondo el acelerador, recurriendo en la recta final a hits tan legendarios como Todos los hintxasJaia Despídeme, último en sonar antes de los bises, tiempo extra que, a lo Rude Rock Train, abrió Juantxo brindando un tema en acústico, antes de alargar o proseguir la fiesta –ante la complacencia general- con Segi, segi, camino del final definitivo.
Tras reinventar la idea que diera título al tercer CD de Skalariak, En la kalle, durante su gira Rude Rock Train (tour llevado a cabo recorriendo Europa en tren e improvisando actuaciones en vagones, pequeños locales y estaciones), y posteriormente, por países como Chile, Argentina, Perú o Ecuador, Juantxo demostró estar de vuelta y de revuelta con el presente concierto, todo un festivo viaje en el tiempo para los presentes... Y, tal vez, un reflexivo alto en el camino para él, tal y como lo dio a entender tomando como punto de apoyo viejas e imperecederas composiciones como cuantas sonaron,  desempolvadas para la presente gira. Encantados de haber vuelto a tener noticias suyas. 

Militantes del punk rock

Concierto de Kaótiko

 Fecha: sábado, 23 de mayo.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Intérpretes: Kaótiko, formación integrada por Jon, a la voz, Aguayo y Aguayico, a las guitarras (éste último también, a los coros), Fonta, al bajo y a los coros, y Xabi, a la batería. Como teloneros abrieron noche Memo.
Incidencias: presentación de E.H. Calling,, nuevo CD de Kaótiko. Media sala, público joven, sumamente entregado. Hora y 10 minutos de duración, bises incluidos.

El público de Iruñea y comarca respondió a la perfección a la llamada de Kaotiko, tal y como lo dejó entrever la asistencia registrada. La buenísima afluencia a un concierto que satisfizo totalmente a los presentes, dejando la misma sobradamente claro algo ya sabido de antemano, que los conciertos del quinteto de la llanada alavesa son apuestas seguras. De premio inmediato. Que Kaotiko, qué duda cabe, es gran grupo.
La velada arrancó pasadas las 22.30 de manos de Memo, formación que, cinco años y pico después de que en este mismo marco abrieran para Gatillazo, ahí siguen, en la pelea. Con dos discos más en las alforjas que por entonces, invierno de 2007, pero más o menos igual: facturando señeras canciones, esperando su golpe de suerte en la ruleta.
Militando en el punk rock desde principios de siglo, los comandados por Etxabe llenaron su tiempo con su particular selección de greatest hits; disparando sus balas con forma de canciones, caracterizadas por sus machacones y reconocibles ritmos y por sus afiladas letras, aguijón y veneno siempre dispuesto. Y acto seguido, tras una intro pregrabada de marcadas connotaciones partisanas, el momento por todos esperado: la comparecencia de Kaotiko.
Prestos a recoger una vez más los premios a la constancia y al trabajo bien hecho, recompensas que para ellos, desde que comenzaran en el 2000 a dar forma a su mundo kaotiko, siempre han sido sus directos, los de Agurain arrancaron pisándole a la noche a tope, metiendo primera con Psycho. Haciendo gala en todo momento de un sonido renovado, realmente musculoso y contundente, mostrándose fieles a su costumbre de no sobrecargar en exceso sus conciertos con muchos temas de estreno, pronto sonaron dos temas viejos, antes de disparar otro de E.H. CallingPresa, composición que, a su vez, cedió de inmediato el testigo a uno realmente legendario: Ansiedad, puerta de entrada de No hay agua, seminal primer álbum de Kaos Etíliko: la banda que compartieran Aguayo, Aguayiko y Fonta antes de verse abocados a montar Kaotiko. Malograda formación, los Kaos, de cuyo primer álbum, publicado en 1997, recuperaron igualmente temas como En la barra del bar o Su falso mundo, última en sonar antes de los bises y composiciones todas ellas que si algo dejaron claro fue lo siguiente, lo bien que las viejas canciones de estos músicos aguantan el paso del tiempo: queden como prueba de lo dicho, además, las muestras extraídas de Mundo kaotiko, su primer CD (En el barrio de Latón u Otra noche, broche final de la noche efusivamente acogido por la sala) o los ¡siete! botones recuperados de Rasca y pierde, su segundo disco: temas, por orden de aparición, como Sucio criminalParanoiaRico deprimido o Preso 2023 -por no citarlos todos-, al igual que cuantos sonaron, perfectamente combinados con nuevos como Fuera de juego o Falta de riego.
Militantes del punk rock, más que a jornada completa, a vida completa; derrochando, como siempre, adrenalina a espuertas, Kaotiko demostraron una vez más continuar escribiendo a lo grande su destino, y tanto en los estudios de grabación (qué álbum les ha quedado, cómo suena el CD), como en directo. Cosas, no nos cansamos de decirlo, de trabajar, trabajar y trabajar. De bregar, bregar y bregar, creyendo siempre en sí mismos. Desde el primer día, con determinación. En absoluto nos extrañó, para nada, ni su capacidad de convocatoria ni su tirón.


El regreso de los dioses

Concierto de Gigatron

Fecha: Viernes, 22 de marzo.
Lugar: sala Movie, Aizoáin.
Intérpretes: Gigatron, formación integrada por Charli Glamur, a la voz, Dave Demonio, a la guitarra, Mike Ferralla, al bajo, y Mazinger Molina, a la batería.
Incidencias: actuación enmarcada en la gira Metalocracia Tour 2013. Hora y 40 minutos de duración, bises aparte. Asistencia muy buena, público entregado.

Gigatrón surgen a finales de los noventa del seno de los valencianos Chococrispis, como proyecto paralelo, con un irónico plan: parodiar los clichés del heavy metal de los años ochenta. ¿El resultado final? Nada más y nada menos que un nuevo estilo, el freak metal, construido sobre la exageración de tópicos de la música parodiada. Componiendo temas propios o versionando canciones muy conocidas, tal y como hiciera Manolo Kabezabolo, 1995, con su célebre Véndemelo. Finalmente, después de desaparecer Chococrispis y Gigatron de la escena de forma simultánea y por circunstancias nunca aclaradas, estos últimos, autoproclamados los dioses del metal, decidieron resucitar a finales de 2012, habiendo sido acogidos por sus seguidores de forma excepcional: acudiendo a sus conciertos como si de ritos con nombre propio se tratasen, tal y como el pasado viernes pudimos comprobar.
Entre apasionados gritos de “Gigatron”, “Gigatron” prorrumpidos por el gentío, frente a un público expectante que, en muchos casos, se presentó especialmente ataviado (hachas de plástico en ristre, luciendo cuernos vikingos, llamativas y coloristas pelucas, exageradas gorras de plato…), la descarga de los dioses se materializó con el hit Warrior of the barrio, cantado al unísono por los presentes. Llevando al respetable al paroxismo más exagerado -espada al viento el vocalista en los momentos sublimes,  sobrevolando el mar de cuernos-; navegando sobre dicho mar, el cuarteto llevó la nave al mejor de los puertos, recurriendo a temas tan esperados como Barco de colegas, Banderas de roña, Caballón, Viva el kalimotxo, Te peto el kaka, Mazinger metal… Sin dejar fuera dos de estreno, Apocalipsis molón y Heavy hasta la muerte. Y todo ello en medio de una atmósfera…  Inmejorable: ¡cuántas bandas serias, normales, querrían para sí este ambientazo en sus conciertos! Riquísimo en riffs de reconocido regusto, calculadas poses, histriónicos falsetes y no menos histriónicas proclamas (sólo echamos en falta el “buenas noches, San Sebastian” –sin acento en la a, típico de las formaciones guiris en sus visitas a dicha capital en la década de los ochenta-), demostrando Gigatron moverse como pez en el agua entre el humor del absurdo y la genialidad. Pese a que su concepción del heavy tal vez sea a la tradicional lo que el spaghetti western al mítico género americano, acertando de lleno a la hora de llevarse a su terreno un estilo como este, tan grande… Como, digámoslo sin tapujos, parodiable. Parodiable como todo lo grande –en otro orden de cosas-, toda vez que únicamente se parodia aquello que triunfa o que, por una u otra razón, llama poderosamente la atención. Así pues, que nadie se moleste por lo dicho. Ah, y un estilo que los músicos, verdaderos obreros del metal, demostraron dominar a la perfección, siendo como son totalmente necesarias técnica y maestría para sacar adelante un proyecto como el suyo, articulado sobre una música perfeccionista donde las haya. Bueno, y asimismo, siendo necesario sentirla. Amarla. Y es que, al igual que se dice en Carnaval, que cada cual tiende a disfrazarse de lo que en verdad lleva en su interior, tal vez podríamos decir que el heavy metal anidó una vez en ellos, y ahí sigue: marcándoles la agenda.
Poderosos como el trueno, auténticos hermanos del rock and roll; demostrando ser los que más, Gigatron sobrevolaron Movie demostrando ser amos y señores sobre el escenario. Protagonizando un ejercicio de enaltecimiento del heavy metal por todo lo alto. Una jornada de total exaltación de sus ritmos: por eso y más, ¡larga vida a los dioses! ¡Larga vida a Gigatron!

















4/4/13

LA INSUMISIÓN EN NAVARRA, MEMORIA PARA TIEMPOS DE DESMEMORIA



LA INSUMISIÓN EN NAVARRA: MEMORIA PARA TIEMPOS DE DESMEMORIA, 5º libro del responsable de este blog, fue publicado en mayo de 2012 por la EDITORIAL PAMIELA. De corte autobiográfico y con los años de la Insumisión de fondo; sobrevolando la Pamplona de los años ochenta y noventa (con especial mención para la parte más contestataria de la escena musical de la ciudad, la cual tanto influyó en mi posterior devenir profesional), el libro fue escrito como respuesta al espectro político navarro en general y a SERGIO SAYAS en particular, quien en marzo de 2011 sugirió que gracias al pacto que UPN (derecha navarra a la derecha de la derecha española) mantenía con el PP, el Gobierno por entonces presidido por el señor Aznar abolió en 2001 el servicio militar. 

El prologuista de la obra es JAVIER OTXOA, del colectivo INFORMACIÓN Y AGITACIÓN, toda vez que una carta suya a propósito del tema remitida en dicho 2011 a la prensa fue el detonante del presente libro; de la redacción de LA INSUMISIÓN EN NAVARRA: MEMORIA PARA TIEMPOS DE DESMEMORIA

Por cierto, muchísimas gracias por la ENORME acogida que sigue teninedo el libro!!

EL LIBRO, SEGÚN SU AUTOR 






¿CONOCES ALGÚN TXOKO O SOCIEDAD DONDE PODAMOS ENCAJAR? ¿QUIERES QUE VAYAMOS A TU PUEBLO? ESCRIBENOS: o.beorlegui1967@gmail.com 



BANDA SONORA PARA UN LIBRO COMO ESTE:








EL HEDONISTA, KOJON PRIETO Y LOS HUAJOLOTES, REBELIÓN MEDIEVAL, TIJUANA IN BLUE: FUERA DE TODA DUDA,  SIN ELLOS, NADA HUBIERA SIDO IGUAL!





ESKORBUTOSOLDADOS: QUÉ GRANDES!!






FLITTER. TODA UNA REFERENCIA DE LA ÉPOCA REFLEJADA EN EL LIBRO: OS DEJAMOS LA CHELITO, TODA UNA RAREZA DE LOS DE LIZARRA




SOZIEDAD ALKOHOLIKA, MILI MIERDA: BESTIALES!!




LA POLLA RECORDS, 1986, MORIRÉIS COMO IMBÉCILES




RIP, ANTIMILITAR: FIEL REFLEJO DE LOS DUROS AÑOS OCHENTA




REINCIDENTES, SECUESTRO LEGAL




BARRICADA, INVITACIÓN A LA PESADILLA (OBLIGADA)




EL PORTAL DE JADE, LA CRÍTICA!!


Feliz noche de reencuentros

Concierto de El Portal de Jade


Fecha: viernes, 5 de abril.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: El Portal de Jade, banda integrada por Naiara, a la voz, Corroza y Jon a las guitarras, Amarillo al bajo y Pepo a la batería.
Incidencias: presentación de XII, nuevo CD de la banda. Hora y 20 minutos de duración. Lleno.

El Portal de Jade protagonizó y vivió una feliz velada de reencuentros el pasado viernes, a una con la presentación de XII, su esperado tercer CD: una noche de reencuentro consigo mismos –en primer lugar-, con sus seguidores y, evidentemente, con el objeto por excelencia de su deseo, la música en directo.
Ante un local repleto, la gran noche de los de Berriozar cobró forma bajo los sones de Solo tú, tarjeta de presentación de su nuevo CD, encontrando pronto su espacio, en una dinámica llamada a repetirse a lo largo de toda la actuación, una composición de Despertar, segundo álbum de la banda y primero de los registrados por su actual  vocalista. De verbo musical tan fácil y fluido –en apariencia- como agradecido para los presentes, los comandados por Naiara acertaron en todo momento a la hora de barnizar, de tintar de característico color rockmetal su hecho musical, denotándose a este respecto perfectamente equilibradas cuantos temas sonaron; caminando juntas en todo momento la contundencia y la exquisitez aunada en los mismos. Su elegancia y su potencia, demostrando el engranaje de la banda encontrarse perfectamente engrasado, a la hora de sacarlos adelante. A pesar del parón de cerca de dos años vivido por el grupo, dejando entrever capacidad sobrada para funcionar a pleno rendimiento, comenzando por Naiara, planta, resolutiva presencia en el escenario e indiscutible poderío a la voz (siendo esta el principal rasgo diferencial de una formación rica en ellos; en músicos que brillan con luz propia) y terminando por Pepo: ya, en El Portal, ya, en Bocanada, el siempre solvente baterista.
Tras la interpretación de otras cinco composiciones de sus dos ya apuntados trabajos (Mirate bien, de las nuevas, Crecimos y esperamos, de Despertar, entre ellas), el concierto, la metálica explosión de sensaciones que fue, deparó un tema de la ópera prima de los de Berriozar, Ánimas, derrochando los músicos bajo sus ritmos todavía más soltura y ganas de disfrutar; complicidad a espuertas y ganas de disfrutar del momento, algo que, demostrando ser un grupo grande, hicieron sin miramientos,   demostrando ser merecedores de otro tipo de galones. De suerte. Vamos,  al igual que tantas y tantas formaciones locales y foráneas con las que, fruto de los actuales tiempos y circunstancias, por desgracia, comparten escalafón. Y de esta forma transcurrió la velada, a buen ritmo, con los temas nuevos abriéndose paso a la perfección entre sus hermanos de Despertar. Canciones como Mirando al frente, Donde lo dicten mis pies o Agárrame fuerte –por ejemplo- con temas como Gigantes (cantado en parte por Corroza, jaleado por el público) o Tiempo, antes de terminar con la legendaria Cleo, enlazada como guinda final con la que dio título a se segundo álbum.  
Manteniendo la categoría y la capacidad de convocatoria que siempre tuvieron, dejando entrever miles de horas de vuelo y bajera, El Portal de Jade exhibió un magnífico estado de forma en Black Rose, ofreciendo un concierto de esos que hacen afición. Bueno, así como lo realmente importante, que se incremente el número de seguidores. De incondicionales, toda vez que dichos términos no siempre son sinónimos. Y, apoyándose en sus nuevas canciones, lo hicieron dándolo todo en escena; comportándose como niños con zapatos nuevos, canciones –en su caso-, dando lugar con su regreso a una feliz noche de reencuentros. 





ELPORTAL DE JADE se empieza a gestar en octubre del 2004, cuando Josemi, cantante de INFEST decide abandonar el proyecto que compartía con Ion, Pepo, Amarillo y Corroza.  Ante la escasez de candidatos a cantar, frente a la negativa de todos a destrozarse la garganta luchando contra el volumen de la banda, deciden recurrir a un veterano ya curtido en dichas lides, entrando en la renovada formación David Tres.
La música de EL PORTAL DE JADE, sin duda, es Rock and Roll. A veces más duro, otras, más cercano al metal e incluso en ocasiones al Pop más comercial; eso sí, rock en esencia y sin barreras, metas ni  prejuicios a la hora de crear. 

En 2006 resultan ganadores del certamen de Rock de Villava-Atarrabia, lo que les brinda la oportunidad de darse a conocer en los medios de comunicación al uso y en la  prensa especializada; en 2007, finalmente, la banda ve cumplido su sueño de grabar un CD, contando para ello con la producción de uno de los mejores músicos de la escena rockera estatal, el guitarrista de Marea, Kolibrí Díaz. 2008 ve el abandono del grupo del que fuese  su vocalista, haciéndose con las riendas del micro Naiara Ruz. La remozada formación graba dos años más tarde su 2º CD, Despertar. En fechas recientes han visto publicado su esperado tercer disco,  XII., trabajo que será presentado el VIERNES 5 DE ABRIL, A LAS 20.30 HORAS, EN BLACK ROSE.




INTEGRANTES

Naiara, voz
Corroza y Ion, guitarras
Amarillo, bajo
Pepo, batería.





                     

USTED ES EL VISITANTE Nº