Argia eta koloreak
Concierto de Kenzazpi
Fecha: domingo, 20 de abril.
Lugar: teatro Gayarre, Iruñea.
Intérpretes: Eñaut Elorrieta, a la guitarra acústica, eléctrica, y a la voz, Beñat Serna, a la guitarra eléctrica, Igor Artzanegi, al bajo, Iñaki Zabaleta, a los teclados, y Ion Fresko, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de "Argiak", nuevo CD de la banda. Hora y 20 minutos de duración, bises incluidos. Lleno, público participativo mayoritariamente joven y femenino.
Cuatro días después de que Pamplona llenara el Gayarre para recibir a Los Secretos, Iruñea, la cara euskaltzale de la ciudad, hizo lo propio a propósito de la visita de Kenzazpi, formación en irresistible alza que llegaba con su cuarto álbum bajo el brazo. El concierto arrancó con una hora de retraso debido a un grave problema técnico, circunstancia que, por otra parte, a nadie importó una vez que dio comienzo: cosa de la calidad desplegada desde su mismísimo inicio, tanto desde el prisma musical como desde el luminotécnico. Sí, desde que a una con la subida del telón los primeros juegos de luces, flashes blancos bajo tonos morados, saludaron a los presentes; a un público que, expectante y ansioso, brindó a los músicos una intensa ovación. Sobre un escenario de sugerente estética industrial, con los móviles pendiendo de estructuras sitas a diferentes alturas, la velada se inició bajo las notas del primer tema del nuevo disco, composición a la que, con la excepción de Gau urdiñak, segunda en sonar, pronto siguieron entre otras Olatuz olatu, Itxaropena o Gernika, de dicho CD, ésta última sobre un fondo rojo tan inquietante como el infierno derivado del bombardeo: unos temas todos ellos de imponente cuerpo instrumental, con los guitarristas trazándolos con la precisión y elegancia propias de alguien que más que una guitarra, tuviese entre sus manos un tiralíneas. A continuación, hacia el ecuador del pase, sonarían canciones tan populares como Ilargia, Haizea, Malen (tocada con verdadera rabia) o Gutuna, cantadas entre palmas por los presentes, para hacerlo en la recta final más temas del nuevo álbum: y todo ello, insistimos, en medio de un espectáculo visual realmente colorista, generado por unos focos que jugaron con profusión con los haces desplegados, creando de forma totalmente efectista ambientes concebidos a medida para cada canción. Finalmente el concierto pareció terminar con Gaueko argiak, pero antes de que sus notas concluyeran ya estaban los presentes pidiendo de forma másiva nuevos temas al sexteto, viéndosen recompensados con dos nuevas interpretaciones: Noizbait, de Argiak, y el clásico –a estas alturas- Zapalduen olerkia. Y antes de proseguir, una aclaracion: ¿sexteto, acabamos de decir? Sí, toda vez que a los músicos que comparecieron en directo hay que sumar la imprescindible presencia de J. Mikel Arronategi, en un segundo plano, ex bajista de Exkixu y letrista, ideólogo y puntal por excelencia del proyecto.
Kenzazpi llenó de luz y color la noche con su personal power pop, de fuerte y contrastada personalidad; Kenzazpi, banda cuya andadura es todo un ejemplo de progresión geométrica si nos atenemos a cómo ha crecido con cuatro trabajos en su haber: un primero, Atzo da bihar, al que si bien le costó explotar vaya cómo lo hizo finalmente, un segundo, Bidean, que vino a confirmar las expectativas más optimistas, Gelditu denbora, el tercero, electrizante acústico con el que quedaron definitivamente asentandos en la élite del rock vasco, y Argiak, el presente, lleno de coloristas canciones. De cantos de vida y esperanza –que podríamos decir parafraseando a Rubén Darío- que han cosechado inmejorables críticas: y totalmente fundadas a tenor de lo visto en ésta, en su puesta de largo en nuestra vieja capital.
Electrizante acústico
Concierto de Kenzazpi
Fecha: jueves, 4 de Mayo.
Lugar: teatro Gayarre, Iruñea.
Intérpretes: Eñaut Elorrieta, a la guitarra acústica y a la voz, Beñat Serna,a la guitarra acústica y eléctrica, Igor Artzanegi, al bajo, Iñaki Zabaleta, a los teclados, y Ion Fresko, a la batería.
Incidencias: primer concierto del ciclo "Kantu eta Hitza", organizado por el Ayuntamiento. La actuación duró hora y media, bises incluidos. Lleno. Público joven y femenino en su mayor parte que se mostró participativo.
Nueve años atrás, la discográfica Gor editó un miniCD que pronto se revelaría como seminal, un disco que trajo consigo una saga de ocho volúmenes, entre 1997 y 2004: Aurtengo GORakada. En aquel trabajo, entre canciones de Koma y de unos por entonces debutantes Berri Txarrak, Hemendik At y Skalariak, aparecía una titulada Bi eta bat, de unos desconocidos Ken 7, canción que casi todos nos saltamos en beneficio principalmente de Goazen, de Hemendik At, la auténtica triunfadora del compacto. Pues bien, a día de hoy podemos dar fe de que KenZazpi, aquella desconocida formación, se encuentra en la cresta de la ola tras protagonizar un increible tirón, en los últimos tiempos: viviendo uno de sus momentos más dulces a raiz principalmente de la publicación de Gelditu denbora, un CD registrado en acústico que, de forma irremisible, les ha llevado a ampliar su radio de acción.
Tras una intro presidida por ráfagas de viento, la velada, sobre un fondo rojo, se inició con Zenbat min, deparando la interpretación de la práctica totalidad de los temas de dicho álbum: unas canciones ofrecidas en acústico, claro está... pero con cuerpo, para nada lights. En formato de desenchufado pero con espíritu eléctrico, ciertamente. Marcadamente electrizante habida cuenta de la energía que transmitieron, de la conexión de alto octanaje que generaron entre público y escenario, un público que siguió con atención el desarrollo del concierto. Éste, exquisito, se desarrolló sin fisuras, presentando a las canciones perfectamente arregladas para la ocasión: vestiditas con nuevos ropajes, de día de fiesta por parte de unos músicos que demostraron seguir con el buzo de trabajo, prestos en todo momento a darlo todo. Y es que si algo transmitieron los mismos fue credibilidad, la sensación de que si han reinventado sus canciones ha sido por experimentar algo nuevo, más allá de por motivos más pedrestres como, por ejemplo, salir únicamente uno o dos de gira para defenderlas... con el consiguiente ahorro económico (a menor número de músicos, más para repartir), que de todo hemos visto en la viña del señor: no, KenZazpi continúa al completo, defendiendo y disfrutando intensamente del momento, damos fe: y con tanta intensidad que incluso algunos de los temas (Bidean, Itxoiten, Batzutan) sonaron realmente contundentes: cosas de la ausencia del violín respecto al álbum... y de las ganas de enchufar las guitarras, seguramente. Y es que, claro está, el que tuvo, retuvo. ¿Las mejores, además de las citadas? Gutuna, Ezer ez da betiko (con Eñaut y Beñat solos en escena), Malen (de las más sentidas y significativas) y, ya en el bis, Ilargia, solicitada con insistencia por los presentes.
Años atrás, cuando los acústicos se pusieron de moda, el arriba firmante llegó a pensar que éstos venían a materializar cierta desarticulación del rock & roll. Hoy, tras haber visto a Barricada y a KenZazpi en el Gayarre, pensamos diferente: que en algunos casos incluso pueden significar otra forma de activar su esencia. E igual de electrizante, en realidad.
KEN7: SENTIMIENTOS Y COMPROMISO DESDE GERNIKA
(Entrevista publicada en Gara en 2001, con motivo de la salida del primer disco de Ken Zazpi)
Concierto de Kenzazpi
Fecha: domingo, 20 de abril.
Lugar: teatro Gayarre, Iruñea.
Intérpretes: Eñaut Elorrieta, a la guitarra acústica, eléctrica, y a la voz, Beñat Serna, a la guitarra eléctrica, Igor Artzanegi, al bajo, Iñaki Zabaleta, a los teclados, y Ion Fresko, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de "Argiak", nuevo CD de la banda. Hora y 20 minutos de duración, bises incluidos. Lleno, público participativo mayoritariamente joven y femenino.
Cuatro días después de que Pamplona llenara el Gayarre para recibir a Los Secretos, Iruñea, la cara euskaltzale de la ciudad, hizo lo propio a propósito de la visita de Kenzazpi, formación en irresistible alza que llegaba con su cuarto álbum bajo el brazo. El concierto arrancó con una hora de retraso debido a un grave problema técnico, circunstancia que, por otra parte, a nadie importó una vez que dio comienzo: cosa de la calidad desplegada desde su mismísimo inicio, tanto desde el prisma musical como desde el luminotécnico. Sí, desde que a una con la subida del telón los primeros juegos de luces, flashes blancos bajo tonos morados, saludaron a los presentes; a un público que, expectante y ansioso, brindó a los músicos una intensa ovación. Sobre un escenario de sugerente estética industrial, con los móviles pendiendo de estructuras sitas a diferentes alturas, la velada se inició bajo las notas del primer tema del nuevo disco, composición a la que, con la excepción de Gau urdiñak, segunda en sonar, pronto siguieron entre otras Olatuz olatu, Itxaropena o Gernika, de dicho CD, ésta última sobre un fondo rojo tan inquietante como el infierno derivado del bombardeo: unos temas todos ellos de imponente cuerpo instrumental, con los guitarristas trazándolos con la precisión y elegancia propias de alguien que más que una guitarra, tuviese entre sus manos un tiralíneas. A continuación, hacia el ecuador del pase, sonarían canciones tan populares como Ilargia, Haizea, Malen (tocada con verdadera rabia) o Gutuna, cantadas entre palmas por los presentes, para hacerlo en la recta final más temas del nuevo álbum: y todo ello, insistimos, en medio de un espectáculo visual realmente colorista, generado por unos focos que jugaron con profusión con los haces desplegados, creando de forma totalmente efectista ambientes concebidos a medida para cada canción. Finalmente el concierto pareció terminar con Gaueko argiak, pero antes de que sus notas concluyeran ya estaban los presentes pidiendo de forma másiva nuevos temas al sexteto, viéndosen recompensados con dos nuevas interpretaciones: Noizbait, de Argiak, y el clásico –a estas alturas- Zapalduen olerkia. Y antes de proseguir, una aclaracion: ¿sexteto, acabamos de decir? Sí, toda vez que a los músicos que comparecieron en directo hay que sumar la imprescindible presencia de J. Mikel Arronategi, en un segundo plano, ex bajista de Exkixu y letrista, ideólogo y puntal por excelencia del proyecto.
Kenzazpi llenó de luz y color la noche con su personal power pop, de fuerte y contrastada personalidad; Kenzazpi, banda cuya andadura es todo un ejemplo de progresión geométrica si nos atenemos a cómo ha crecido con cuatro trabajos en su haber: un primero, Atzo da bihar, al que si bien le costó explotar vaya cómo lo hizo finalmente, un segundo, Bidean, que vino a confirmar las expectativas más optimistas, Gelditu denbora, el tercero, electrizante acústico con el que quedaron definitivamente asentandos en la élite del rock vasco, y Argiak, el presente, lleno de coloristas canciones. De cantos de vida y esperanza –que podríamos decir parafraseando a Rubén Darío- que han cosechado inmejorables críticas: y totalmente fundadas a tenor de lo visto en ésta, en su puesta de largo en nuestra vieja capital.
Electrizante acústico
Concierto de Kenzazpi
Fecha: jueves, 4 de Mayo.
Lugar: teatro Gayarre, Iruñea.
Intérpretes: Eñaut Elorrieta, a la guitarra acústica y a la voz, Beñat Serna,a la guitarra acústica y eléctrica, Igor Artzanegi, al bajo, Iñaki Zabaleta, a los teclados, y Ion Fresko, a la batería.
Incidencias: primer concierto del ciclo "Kantu eta Hitza", organizado por el Ayuntamiento. La actuación duró hora y media, bises incluidos. Lleno. Público joven y femenino en su mayor parte que se mostró participativo.
Nueve años atrás, la discográfica Gor editó un miniCD que pronto se revelaría como seminal, un disco que trajo consigo una saga de ocho volúmenes, entre 1997 y 2004: Aurtengo GORakada. En aquel trabajo, entre canciones de Koma y de unos por entonces debutantes Berri Txarrak, Hemendik At y Skalariak, aparecía una titulada Bi eta bat, de unos desconocidos Ken 7, canción que casi todos nos saltamos en beneficio principalmente de Goazen, de Hemendik At, la auténtica triunfadora del compacto. Pues bien, a día de hoy podemos dar fe de que KenZazpi, aquella desconocida formación, se encuentra en la cresta de la ola tras protagonizar un increible tirón, en los últimos tiempos: viviendo uno de sus momentos más dulces a raiz principalmente de la publicación de Gelditu denbora, un CD registrado en acústico que, de forma irremisible, les ha llevado a ampliar su radio de acción.
Tras una intro presidida por ráfagas de viento, la velada, sobre un fondo rojo, se inició con Zenbat min, deparando la interpretación de la práctica totalidad de los temas de dicho álbum: unas canciones ofrecidas en acústico, claro está... pero con cuerpo, para nada lights. En formato de desenchufado pero con espíritu eléctrico, ciertamente. Marcadamente electrizante habida cuenta de la energía que transmitieron, de la conexión de alto octanaje que generaron entre público y escenario, un público que siguió con atención el desarrollo del concierto. Éste, exquisito, se desarrolló sin fisuras, presentando a las canciones perfectamente arregladas para la ocasión: vestiditas con nuevos ropajes, de día de fiesta por parte de unos músicos que demostraron seguir con el buzo de trabajo, prestos en todo momento a darlo todo. Y es que si algo transmitieron los mismos fue credibilidad, la sensación de que si han reinventado sus canciones ha sido por experimentar algo nuevo, más allá de por motivos más pedrestres como, por ejemplo, salir únicamente uno o dos de gira para defenderlas... con el consiguiente ahorro económico (a menor número de músicos, más para repartir), que de todo hemos visto en la viña del señor: no, KenZazpi continúa al completo, defendiendo y disfrutando intensamente del momento, damos fe: y con tanta intensidad que incluso algunos de los temas (Bidean, Itxoiten, Batzutan) sonaron realmente contundentes: cosas de la ausencia del violín respecto al álbum... y de las ganas de enchufar las guitarras, seguramente. Y es que, claro está, el que tuvo, retuvo. ¿Las mejores, además de las citadas? Gutuna, Ezer ez da betiko (con Eñaut y Beñat solos en escena), Malen (de las más sentidas y significativas) y, ya en el bis, Ilargia, solicitada con insistencia por los presentes.
Años atrás, cuando los acústicos se pusieron de moda, el arriba firmante llegó a pensar que éstos venían a materializar cierta desarticulación del rock & roll. Hoy, tras haber visto a Barricada y a KenZazpi en el Gayarre, pensamos diferente: que en algunos casos incluso pueden significar otra forma de activar su esencia. E igual de electrizante, en realidad.
KEN7: SENTIMIENTOS Y COMPROMISO DESDE GERNIKA
(Entrevista publicada en Gara en 2001, con motivo de la salida del primer disco de Ken Zazpi)
Proceden de Gernika y ya estuvieron en boca de todos en 1997, debido a la inclusión de la canción “Bi eta bat” en el “Aurtengo Gorakada” de aquel año; ahora, cuatro años más tarde, esta formación euskaldun salta de nuevo al primer plano gracias a la edición de “Atzo da bihar”, su primer CD, un disco integrado por 11 composiciones llenas de compromiso y sentimientos a las que en esencia habría que encuadrar dentro del pop guitarrero o power pop con ciertos guiños en momentos puntuales al hardcore melódico; esto nos contaron acerca de ellos y su obra Eñaut y Jonmi
.- Ken zazpi, el nombre suena bien, resulta agradable al oído, ¿tiene o le habéis querido dar algún significado especial?
EÑAUT: Es el que le pusimos al proyecto en 1996, para nosotros sí que tiene un especial significado. Está claro que en Euskal Herria el número siete no es un número cualquiera...
.- Cuatro años después de vuestra aparición en aquel Aurtengo Gorakada que tanto dio que hablar volvemos a saber de vosotros, ¿cómo ha sido este tiempo? Tengo entendido que la canción registrada en aquel trabajo fue grabada por Eñaut más componentes de Exkixu, ¿desde cuándo está la actual formación?
JONMI: En todo este tiempo han pasado demasiadas cosas como para resumirlas en cuatro líneas; a causa del conflicto que vivimos en este país, hemos sufrido y estamos padeciendo situaciones muy de cerca, como otra mucha gente, y la música no ha podido ser una de nuestras prioridades; no acabábamos de reunir las suficientes ganas como para encauzar un proyecto como éste. Pero siempre hemos sentido que teníamos algo pendiente y este último año decidimos que había llegado el momento y que era la hora de intentar sacar todo lo que teníamos dentro.
EÑAUT: En aquel tiempo JonMi estaba en Exkixu y yo en Lugarri .Para grabar el tema en el Aurtengo Gorakada recurrimos a músicos cercanos; lo hicimos con Josu Artetxe a la batería y Esteban a la guitarra, ambos músicos de Exkixu. Hace un año, cuando retomamos la historia, creamos la nueva banda con vistas a grabar el disco y tocar en directo. En esta ocasión también lo hicimos con gente muy cercana, quedando la formación actual como sigue: Beñat Serna a la guitarra, Jon Fresco a la batería, Igor Artzanegi al bajo e Iñaki Zabaleta a las teclas y trikitixa.
Pero nosotros sentimos que de distinta manera Ken7 lo integra mucha más gente : Kepa, Unai, Alfon...
.- ¿Qué es exactamente Ken 7, un proyecto de Jon Mikel y Eñaut? (porque en un principio era así, ¿no?) ¿Una banda como otra de las muchas que hay en la actual escena musical? ¿Cual es la función de Jon Mikel en la banda?
EÑAUT: JonMi y yo nos conocemos desde siempre y demasiado !ja, ja! En el 96 pensamos hacer algo nuevo, diferente a lo que estábamos haciendo hasta entonces, compartíamos sentimientos, inquietudes, ideas...y así nació Ken7. A medida que hemos ido dándole forma al trabajo, todos los componentes del grupo aportan lo suyo y cada vez más, aunque el peso de la composición de los temas, tanto la música como la letra, lo hemos llevado nosotros.
JONMI: El funcionamiento de la banda es un poco especial, dado que aunque componga los temas con Eñaut, yo no subo al escenario. Ya he subido a bastantes y esta situación es más cómoda para mí, tengo otras prioridades y ya sé como es el trote de los conciertos.
.- Dos de las canciones registradas en el disco no nos son desconocidas, por un lado Bi eta bat y por otro Ezer ez da betiko, de Lugarri. La nueva versión de la primera se antoja más kañera, más guitarrera, ¿tal vez consecuencia de una evolución del concepto del grupo en este tiempo? ¿arreglos, sin más?
JONMI: Hemos tenido muy claro desde el principio lo que queríamos hacer y decir, pero siempre vamos evolucionando. Creemos que hemos conseguido plasmar en el disco lo trabajado en el local, es un trabajo muy nuestro y muy sincero. Nosotros hemos realizado todas las labores de producción y nos sentimos satisfechos en todos los sentidos. Sabemos donde están nuestros límites y no tratamos de hacer cosas que no controlamos. Creemos que el grupo evoluciona canción a canción y en este sentido los temas sí que van evolucionando a la vez que el grupo y nosotros mismos.
.- Contadme la historia de Ezer ez da betiko, porque la tiene, ¿no? he oído que llegó a ser bastante popular...
EÑAUT: Ezer ez da betiko es un tema que compuse cuando tocaba en Lugarri, y pese a que no tuvimos la oportunidad de grabar ningún disco, se hizo muy conocido, pues fue muy pinchado en la radio. Al final del CD hemos incluido una nueva versión del mismo para rendirle un pequeño homenaje, pues estuvo en boca y oídos de la gente durante varios años sin llegar a estar grabado en realidad. Creemos que es una buena manera de cerrar nuestro trabajo, porque en todos los sentidos posibles es especial para nosotros.
.- ¿Qué fue de Lugarri?
EÑAUT: Han pasado muchos años; En aquellos tiempos éramos muy jóvenes y como es normal no teníamos nada claro lo que queríamos. Fueron mis primeros pasos en el mundo de la música y guardaré para siempre un buen recuerdo de aquella etapa.
.- Atzo da bihar, el ayer es el mañana, ¿una continuidad? ¿Dónde queda el hoy? ¿Qué es el hoy? ¿Cómo lo entendeis?
EÑAUT: Viendo lo injusto del presente que vivimos y sin olvidar el pasado de nuestro pueblo, aprendiendo siempre de los errores cometidos, creemos que ya es hora de que Euskal Herria tenga un futuro justo. Las generaciones venideras no pueden vivir las mismas injusticias que sufrimos nosotros. Atzo da bihar es una invitación a mirar hacia adelante con optimismo y esperanza, sin olvidar el pasado pero hacia delante siempre.
.- Las letras de muchas de las canciones dejan entrever algunas consecuencias de distintas variantes del problema político que afecta a Euskal Herria: el alejamiento de los prisioneros políticos, la realidad de los macos, los tertulianos... El sufrimiento, en una palabra. ¿Cómo veis el panorama político actual?
JONMI: La situación que vivimos nos condiciona totalmente, diariamente convivimos con largas distancias, muros, hipocresía, barrotes...pero siempre con esa sonrisa que espera al otro lado. Lo único que intentamos es ser sinceros en nuestras letras e ideas.
.- Itxoiten, una de letra un tanto filosófica, ¿qué esperamos? ¿Qué salida hay?
JONMI: Itxoiten ante todo es una autocrítica; creemos que siempre se puede dar un poco más de lo que damos. No se puede estar esperando sin más, la única salida es el trabajo y el compromiso diario.
.- Y ahora, a tocar, ¿cómo andais de bolos?
EÑAUT: Salimos del estudio en Mayo y hemos empezado a tocar prácticamente de seguido. Lo estamos haciendo todos los fines de semana y no nos quejamos. A este respecto, creemos que es importante hacer las cosas bien, con serenidad, no queremos ir demasiado deprisa. Hay que darle tiempo al grupo y ya vendrá lo que tenga que venir.
.- Y para acabar una inevitable, aunque no tenga mucho que ver con el tema, pero no puedo evitar preguntaros por Exkixu, ¿volveremos a saber de ellos alguna vez?
JONMI: No sabría que decirte, pero está claro que la vida da muchas vueltas.
.- Ken zazpi, el nombre suena bien, resulta agradable al oído, ¿tiene o le habéis querido dar algún significado especial?
EÑAUT: Es el que le pusimos al proyecto en 1996, para nosotros sí que tiene un especial significado. Está claro que en Euskal Herria el número siete no es un número cualquiera...
.- Cuatro años después de vuestra aparición en aquel Aurtengo Gorakada que tanto dio que hablar volvemos a saber de vosotros, ¿cómo ha sido este tiempo? Tengo entendido que la canción registrada en aquel trabajo fue grabada por Eñaut más componentes de Exkixu, ¿desde cuándo está la actual formación?
JONMI: En todo este tiempo han pasado demasiadas cosas como para resumirlas en cuatro líneas; a causa del conflicto que vivimos en este país, hemos sufrido y estamos padeciendo situaciones muy de cerca, como otra mucha gente, y la música no ha podido ser una de nuestras prioridades; no acabábamos de reunir las suficientes ganas como para encauzar un proyecto como éste. Pero siempre hemos sentido que teníamos algo pendiente y este último año decidimos que había llegado el momento y que era la hora de intentar sacar todo lo que teníamos dentro.
EÑAUT: En aquel tiempo JonMi estaba en Exkixu y yo en Lugarri .Para grabar el tema en el Aurtengo Gorakada recurrimos a músicos cercanos; lo hicimos con Josu Artetxe a la batería y Esteban a la guitarra, ambos músicos de Exkixu. Hace un año, cuando retomamos la historia, creamos la nueva banda con vistas a grabar el disco y tocar en directo. En esta ocasión también lo hicimos con gente muy cercana, quedando la formación actual como sigue: Beñat Serna a la guitarra, Jon Fresco a la batería, Igor Artzanegi al bajo e Iñaki Zabaleta a las teclas y trikitixa.
Pero nosotros sentimos que de distinta manera Ken7 lo integra mucha más gente : Kepa, Unai, Alfon...
.- ¿Qué es exactamente Ken 7, un proyecto de Jon Mikel y Eñaut? (porque en un principio era así, ¿no?) ¿Una banda como otra de las muchas que hay en la actual escena musical? ¿Cual es la función de Jon Mikel en la banda?
EÑAUT: JonMi y yo nos conocemos desde siempre y demasiado !ja, ja! En el 96 pensamos hacer algo nuevo, diferente a lo que estábamos haciendo hasta entonces, compartíamos sentimientos, inquietudes, ideas...y así nació Ken7. A medida que hemos ido dándole forma al trabajo, todos los componentes del grupo aportan lo suyo y cada vez más, aunque el peso de la composición de los temas, tanto la música como la letra, lo hemos llevado nosotros.
JONMI: El funcionamiento de la banda es un poco especial, dado que aunque componga los temas con Eñaut, yo no subo al escenario. Ya he subido a bastantes y esta situación es más cómoda para mí, tengo otras prioridades y ya sé como es el trote de los conciertos.
.- Dos de las canciones registradas en el disco no nos son desconocidas, por un lado Bi eta bat y por otro Ezer ez da betiko, de Lugarri. La nueva versión de la primera se antoja más kañera, más guitarrera, ¿tal vez consecuencia de una evolución del concepto del grupo en este tiempo? ¿arreglos, sin más?
JONMI: Hemos tenido muy claro desde el principio lo que queríamos hacer y decir, pero siempre vamos evolucionando. Creemos que hemos conseguido plasmar en el disco lo trabajado en el local, es un trabajo muy nuestro y muy sincero. Nosotros hemos realizado todas las labores de producción y nos sentimos satisfechos en todos los sentidos. Sabemos donde están nuestros límites y no tratamos de hacer cosas que no controlamos. Creemos que el grupo evoluciona canción a canción y en este sentido los temas sí que van evolucionando a la vez que el grupo y nosotros mismos.
.- Contadme la historia de Ezer ez da betiko, porque la tiene, ¿no? he oído que llegó a ser bastante popular...
EÑAUT: Ezer ez da betiko es un tema que compuse cuando tocaba en Lugarri, y pese a que no tuvimos la oportunidad de grabar ningún disco, se hizo muy conocido, pues fue muy pinchado en la radio. Al final del CD hemos incluido una nueva versión del mismo para rendirle un pequeño homenaje, pues estuvo en boca y oídos de la gente durante varios años sin llegar a estar grabado en realidad. Creemos que es una buena manera de cerrar nuestro trabajo, porque en todos los sentidos posibles es especial para nosotros.
.- ¿Qué fue de Lugarri?
EÑAUT: Han pasado muchos años; En aquellos tiempos éramos muy jóvenes y como es normal no teníamos nada claro lo que queríamos. Fueron mis primeros pasos en el mundo de la música y guardaré para siempre un buen recuerdo de aquella etapa.
.- Atzo da bihar, el ayer es el mañana, ¿una continuidad? ¿Dónde queda el hoy? ¿Qué es el hoy? ¿Cómo lo entendeis?
EÑAUT: Viendo lo injusto del presente que vivimos y sin olvidar el pasado de nuestro pueblo, aprendiendo siempre de los errores cometidos, creemos que ya es hora de que Euskal Herria tenga un futuro justo. Las generaciones venideras no pueden vivir las mismas injusticias que sufrimos nosotros. Atzo da bihar es una invitación a mirar hacia adelante con optimismo y esperanza, sin olvidar el pasado pero hacia delante siempre.
.- Las letras de muchas de las canciones dejan entrever algunas consecuencias de distintas variantes del problema político que afecta a Euskal Herria: el alejamiento de los prisioneros políticos, la realidad de los macos, los tertulianos... El sufrimiento, en una palabra. ¿Cómo veis el panorama político actual?
JONMI: La situación que vivimos nos condiciona totalmente, diariamente convivimos con largas distancias, muros, hipocresía, barrotes...pero siempre con esa sonrisa que espera al otro lado. Lo único que intentamos es ser sinceros en nuestras letras e ideas.
.- Itxoiten, una de letra un tanto filosófica, ¿qué esperamos? ¿Qué salida hay?
JONMI: Itxoiten ante todo es una autocrítica; creemos que siempre se puede dar un poco más de lo que damos. No se puede estar esperando sin más, la única salida es el trabajo y el compromiso diario.
.- Y ahora, a tocar, ¿cómo andais de bolos?
EÑAUT: Salimos del estudio en Mayo y hemos empezado a tocar prácticamente de seguido. Lo estamos haciendo todos los fines de semana y no nos quejamos. A este respecto, creemos que es importante hacer las cosas bien, con serenidad, no queremos ir demasiado deprisa. Hay que darle tiempo al grupo y ya vendrá lo que tenga que venir.
.- Y para acabar una inevitable, aunque no tenga mucho que ver con el tema, pero no puedo evitar preguntaros por Exkixu, ¿volveremos a saber de ellos alguna vez?
JONMI: No sabría que decirte, pero está claro que la vida da muchas vueltas.
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