Latigazos con mordiente
Concierto de Espíritu de Contradicción
Fecha: viernes, 1 de febrero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Espíritu de Contradicción, quinteto formado
por Esther
Vidondo, a la voz,
Aitor Epas Ortigosa: y Mikel Egües, a las guitarras, Guillermo Gil, al bajo, y Pedro Fernández, a la batería.
Aitor Epas Ortigosa: y Mikel Egües, a las guitarras, Guillermo Gil, al bajo, y Pedro Fernández, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de 33 Latigazos x minuto, 2º CD de la banda. Hora y
¼ de duración en total. Lleno, público muy
participativo.
Los pamploneses Espíritu de Contradicción llenaron
Black Rose de gente, de enérgico rock & roll y de buenísimas vibraciones la
noche del pasado sábado, elegida por ellos para regresar oficialmente a la
escena tras más de dos años de parón. Bueno, y para mostrar a cuantos respondieron
a la cita en qué han invertido dicho tiempo fuera de los escenarios: en acoplar
dos nuevos componentes a la banda (Aitor –a las 6 cuerdas- y Esther, a la voz:
grandes fichajes a tenor de lo visto) y en componer los temas que conforman su
esperado nuevo CD, 33 Latigazos x minuto: unas canciones que,
auténticos latigazos con mordiente e impronta propia, hicieron las delicias de
los asistentes. De un público que, cautivado por el crecimiento demostrado por
el grupo, disfrutó, y cómo, de la actuación.
El derroche de buenísimas maneras, ganas y rock
& roll, he aquí qué fue el presente concierto, alternó de forma equilibrada
temas de los dos álbumes con los que cuenta el quinteto, comenzando por Todo gira, primer single del nuevo CD y
tema que, con la poderosa y melosa voz de Esther como principal hecho
diferencial, protagonizando un arranque sin contemplaciones, sonó enlazado con
el viejo Mi perdición. Luciendo la
banda fuerza y galones rockeros de más elevado octanaje que los mostrados años
atrás, creciendo irresistiblemente las canciones a una con la llegada a los
estribillos; doblándose a la perfección y rivalizando a sus mástiles el
veterano Mikel y el debutante Aitor –dándose perfectos relevos a la hora de
encarar los punteos-, la siguiente nueva en encontrar su espacio fue Nuestra dulce historia, haciéndolo posteriormente,
tras las interpretaciones de dos viejos temas (uno de ellos el referencial Bala perdida), otras dos nuevas
composiciones, De mil canallas y El orgullo en la piel. Y así, de esta
guisa -tal y como ya hemos avanzado- discurrió la velada, muy bien sacada
adelante por unos músicos que a toda máquina, viento en popa a todo rock, demostraron
en todo momento creer en sí mismos, dándolo todo desde la balconada de Black
Rose.
Espíritu de Contradicción protagonizaron uno de los
primeros acontecimientos musicales a nivel local de este 2014, con su regreso a
las tablas. Y con mucho que decir con un
CD como 33 Latigazos x minuto bajo el brazo, dejando entrever
por medio de sus canciones cuáles han sido y siguen siendo sus fuentes de
cabecera a la hora de saciar su sed de música; pero también lo
siguiente, lo realmente importante: capacidad artística propia para metabolizar
lo ingerido y transformarlo en cosa suya. En materia prima propia. En canciones
con pegadizo sello como cuantas sonaron en Black Rose. Espíritu de Contradicción,
en perfecta forma artística y manteniendo totalmente el espíritu en este, su
regreso. Dando la sensación una vez terminada la espera de que a la segunda, al
menos en lo referido a encontrar la ansiada estabilidad, tiene que ir la
vencida. Nuestros mejores deseos para la recién estrenada singladura.
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