MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

25/1/14

CRÍTICAS DE ENERO: RUPER ORDORIKA, IMPACTO, DREAM THEATER, JABI IZURIETA, LA FUGA, SU TA GAR

Cosiendo vidas con canciones

Concierto de Ruper Ordorika


Fecha: sábado, 25 de enero.
Lugar: Casa de Cultura de Zizur.
Intérpretes: Ruper Ordorika a las guitarras eléctricas, acústicas y a la voz, acompañado por Arkaitz Miner, a los coros, a la guitarra, a la mandolina y al violín, Lutxo Neira, al bajo, y Hasier Oleaga, a la batería, a las percusiones de mano y a los coros.  
Incidencias: presentación de Azukre Koxkorraknuevo CD del artista. Hora y 20 minutos de duración, bises aparte. Lleno, público implicado que premió todas las interpretaciones con aplausos.

El incombustible Ruper Ordorika (Oñati, 1956) rindió visita a Iruñerria para compartir su más reciente trabajo, el disco tributo Azukre Koxkorrak, haciéndose con el total fervor de sus seguidores tras completar el aforo de la Casa de Cultura de Zizur.
Ante un auditorio completamente lleno, Ruper y sus ya habituales músicos acompañantes tomaron posiciones encendiendo la hoguera con el referencial Gure bazterrak de Mikel Laboa, prosiguiendo la recién estrenada actuación, presidida por evidentes connotaciones de acontecimiento, con los temas Non duzu zauria, de Balerdi Balerdi, y Sigarrillos amarillos, cara B treinta años atrás del primer single de los no menos legendarios Hertzainak: temas que, extraídos del CD/LP que se presentaba, demostraron haber sido llevados a territorio Ordorika a la perfección, al igual que cuantos sonaron de dicho trabajo; cuatro más a lo largo de la noche.
Haber sido llevados hasta las pistas o surcos de dichos soportes con tanta libertad como gusto, arte y respeto a los patrones originales, quedando presidido el resultado por la impronta y la característica voz de un Ruper que, timbre y templanza para cantar lo que  quiera, denotando trabajo de orfebre y haber aplicado al presente material un mimo especial, nunca repitió esquemas de las canciones revisadas, lo realmente importante: algo que tanto echamos en falta en buena parte de los grupos-tributo que actualmente pululan por la escena.
A continuación, tras ofrecer dos nuevos terrones tomados de Azukre Koxkorrak,  después de revisar tan gustosamente clásicos de artistas como los citados o Itoiz, el concierto se centró en la revisión de clásicos propios del artista, representando la totalidad de cuantos temas sonaron una especie de banda sonora del particular Cuéntame de cada cuál: y así creemos que lo entendieron los presentes, a la vista de cómo premiaron las diferentes interpretaciones: con sentidos y calurosas ovaciones. ¿Los más destacados de cuantos sonaron en total? Martin LarraldeAma Euskadi (brindado por él en solitario), Nirekin geratu (con Arkaitz Miner haciendo sonar el violín) o Done ezer ezdaezinezko, último en hacerlo antes de unos bises que, entre otras composiciones, depararon la interpretación del mítico Sarri Sarri, una de las versiones más esperadas a la vista de las censuras sufridas en los últimos años por la canción.
Planta, sobriedad y elegancia, contrastadas calidez y calidad plasmadas perfectamente en cautivadores y cadenciosos medios tiempos, Ruper Ordorika, uno de los principales iconos de la canción de autor del país, acercó a Zizur lo mejor de Azukre Koxkorrak, su apuesta sonora para la presente temporada; un trabajo centrado en la revisión de unos temas que, atemporales, ha encandilado totalmente a sus incondicionales. Un álbum que como si de coser vidas con canciones se tratase, hace buenas las siguientes líneas que se pueden leer en su nota de presentación: “un delicado hilo nos une a la vida, y ciertas canciones se mueven a través de dicho hilo sin cesar, dulcificando las amarguras y encendiendo nuestros sueños una y otra vez. En cada una de ellas vive una eternidad.” Difícil poder añadir unas líneas que las puedan superar.


Dejad que los niños se acerquen al Rock

Concierto de Impacto

Fecha: viernes, 24 de enero.
Lugar: Black Rose, Burlata
Intérpretes: Impacto, banda formada por Leo a la voz, Juanma e Iván, a las guitarras y a los coros, Pablo, al bajo, y Xabi, a la batería.
Incidencias: presentación de Es tiempo de Rock & Roll, primera grabación de la banda. 1 Hora de duración en total. Asistencia buena, público que disfrutó de la actuación.

Niños, muy niños tenían que ser los realmente jóvenes -a día de hoy- componentes de Impacto cuando se acercaron por vez primera al rock, unos chavales que, de unos 16 años de edad, llevan ofrecidos un buen número de conciertos desde que comenzaran a subirse a los escenarios. Su primera vez -o una de las primeras- tuvo lugar al amparo de la Woodstock Blues Band, en el bar Zokoa, y Youtube mediante, no pasó desapercibida para nadie. Ahora, poco tiempo después, están presentando por el circuito de bares de Iruñea su primera grabación, siendo este el motivo que les acercó a Black Rose.
Alternando en desigual pero justificable proporción temas propios y versiones (lo verdaderamente importante no es el número, sino que a sus edades ya cuenten con sus propias canciones) el quinteto arrancó de impactante modo con Es tiempo de Rock & roll, sorprendiendo a propios y extraños con una perfecta declaración de intenciones que, de autoría propia, dio paso a dos primeros homenajes a maestros suyos como Kaotiko (Otra noche, cómo triunfa la banda de Agurain en los gustos de los punk-rockers más jóvenes) o Txarrena, sonando el para ellos referencial Salvaje mirar. Acto seguido lo hizo otra canción de estreno, Gas, llegándole el turno a continuación, tras sendos temas de Marea y Segismundo Toxicómano (Último asalto, por las lindes del street punk, uno de los covers más destacados) otra suya, Mr. Jack: al igual que todas sus compañeras de camada, apuntando maneras y más, con fuerte regusto al latido de Los Suaves.
Y de esta guisa transcurrió la velada, tal y como empezó: con la banda fogueando temas propios y rindiendo justificado tributo a todos esos grupos de los que demostraron ser aventajadísimos alumnos, antes de terminar finalmente con Sigo en pie, último de los de estreno en sonar, y, a modo de bis, Esta es una noche de Rock & roll, de Barricada.
Sobre los jovencísimos músicos, diremos que destacó el hacer de Iván, inusitado aplomo, seguridad y presencia a la guitarra solista, a los coros y a las segundas voces cuando tuvo que cantar: sin ánimos de desmerecer a nadie, dicho esto porque a alguno siempre hay que destacar.  Y sobre el repertorio y las interpretaciones, ¿qué decir? ¿Detectamos ajustes que hacer, detalles que pulir? También. Por supuesto; pero el corazón funciona, lo realmente importante: el motor de una banda a la que, en otro orden de cosas, no haríamos justicia si recurriésemos al término “anécdota” para justificar su presencia en este espacio, haciendo tiempo ya que dejaron de serlo; estando en camino de dar que hablar y mucho, si nada se tuerce. Y así lo entendió el público, siguiendo la actuación sonrisas de complicidad, admiración y satisfacción en sus rostros, viendo que la banda sonora de sus vidas estaba en buenas manos. La bendita herencia recibida por unos músicos que, con su actuación, demostraron querer ser como Marea, Los Suaves o cuantos artistas versionaron.
La juventud viene con ganas, he aquí, desparpajo y arrojo, qué demostraron Impacto: grupo que, al igual que otros como Altxatu o Zartako-K, vienen pisando fuerte. Demostrando que hay relevo generacional sobre los escenarios. Que Nafarroa sigue siendo terreno abonado para el rock. La vieja etiqueta alusiva a ello (Tierra de Rock -  Rok Lurraldea) tiene vida para rato.

En la línea. A lo grande

Concierto de Dream Theater

Fecha: viernes, 17 de enero.
Lugar: pabellón Anaitasuna, Irueña.
Intérpretes: Dream Theater, formación integrada por James LaBrie, a la voz, John Petrucci, a las guitarras y a los coros, John Myung, al bajo, Jordan Rudess, a los  teclados, y Mike Mangini, a la batería.
Incidencias: actuación enmarcada en la gira Along for the Ride, de presentación de su último CD, Dream Theater. ½ hora de retraso y casi 3 horas de duración en total. Alrededor de millar y medio de asistentes. Público receptivo y participativo.

En su línea, en la mantenida por la banda en las últimas décadas. Brindando un concierto de 3 horas de duración, descanso de 20 minutos incluido tras la primera parte del espectáculo; del espectacular show de tres partes o actos ofrecido por los estadounidenses Dream Theater: Así pues, a lo grande, así se mostraron en su visita a Iruñea los citados, en activo desde 1985, santo y seña del metal progresivo y en progresiva carrera ascendente desde entonces.
Tras abrirse las puertas media hora más tarde de lo previsto, circunstancia que hizo que se formase una cola que casi alcanzó las dependencias de Policía Municipal, la para los seguidores del referencial quinteto esperadísima actuación comenzó cerca de las 20.30, con Falde awakening suite: intro que dio paso a uno de los cinco únicos temas nuevos llamados a sonar, todos ellos en esta primera parte: bloque de presentación del concierto  que resultó ser el más heterogéneo de los tres en lo referido a procedencia de cuantas  canciones sonaron, ocho, entre las que destacaron Trial of tears, legendario hit, o la nueva Enigma machine, con solo de batería incluido; con Mike Mangini, último en incorporarse a la banda, pasando la imprescindible prueba del algodón ante el exigente respetable haciendo tronar tambores y platillos; frente a un público que, integrado por músicos en reseñable cifra, siguió en buena parte de los casos las interpretaciones como si el acontecimiento fuese una master-class en lugar de un concierto, saludando el hacer del quinteto, eso sí, cuernos al aire y aplaudiendo con fuerza tras cada final. Tras el ya comentado descanso, la velada continuó con un segundo acto que, de conceptual concepción, deparó las interpretaciones de los cinco últimos temas del CD Awake, publicado en 1994, quedando rematado el bloque por una de las canciones más esperadas de la noche, la nueva Illumination Theory. Y a continuación, prácticamente enlazado, llegó el desenlace o tercer acto, materializado por la encadenada plasmación de cuatro temas de otro viejo álbum: Scenes from a memory, en esta ocasión.
Procedentes de Madrid, donde actuaron la víspera, y camino de Barcelona, Dream Theater protagonizaron el primer acontecimiento metálico de nivel de este recién iniciado 2014: y lo hicieron tal y como hemos titulado estas líneas; y no únicamente a la vista del montaje desplegado, las dimensiones del escenario (mención especial para las de la batería que lo presidía, con puente de platos y timbales incluido), las del perímetro exterior de luces y sonido y, evidentemente, la duración del concierto. También, claro está, a la vista de cómo superaron el listón los músicos pese a la altura del mismo, puesta por ellos a sí mismos. Viendo con qué soltura y majestuosidad dieron vida en el Anaitasuna a su magma musical, erigido alrededor de una muy sui generis mezcolanza  de powermetal y rock progresivo. De unas canciones-río (si se nos permite la expresión a la vista de sus desarrollos y su duración, de 10 minutos de media) dibujadas a la perfección por Labrie a la voz, Petrucci a las guitarras y Myung a su bajo de ¿6? cuerdas (a lo grande también en este aspecto), apoyados por la sobresaliente labor de Rudess a cuantos sets de teclados hizo sonar y perfectamente propulsados por Mangini desde su batería… de ¡4! bombos. En fin, lo dicho. Poco más que añadir.

Desnudando sentimientos y canciones

Concierto de Jabi Izurieta


Fecha: jueves, 16 de enero.
Lugar: El Bosquecillo, Iruñea.
Intérpretes: Jabi Izurieta, a la guitarra acústica y a la voz, acompañado por Andoni Zilbeti, a la guitarra eléctrica, al acordeón y a los coros.
Incidencias: presentación acústica de Maldito inviernonuevo CD del artista. Hora y 10  minutos de duración. Decenas de personas, público que disfrutó de la actuación.

Jabi Izurieta desnudó canciones y sentimientos con motivo de la primera de las presentaciones en formato acústico de Maldito invierno, su recién publicado segundo disco. Y lo hizo en el acogedor bar de El Bosquecillo, enclave que se nos antojó más que apropiado para este tipo de actuaciones, de pequeño formato.
A media luz sobre el acogedor escenario del local, delimitado por la aportada por cinco pequeñas lamparitas; presidido el ambiente por un toque marcadamente familiar e informal, Izurieta, cantautor con alma de rockero, presentó los temas de dicho trabajo comenzando con Carretera y los desperfectos y Ya no quedan bailes (en el cargador), genuino rock americano con pellizco latiendo en la trastienda de los dos. Haciéndolo con pulsión.
Concebidas al modo del para él referencial Quique González, destilando sus letras fogonazos de regusto característicamente humano, pronto encontraron su espacio canciones igualmente de estreno como NadaSeda y terciopelo o El peor de mis días, al igual que las contadas composiciones que sonaron de su primer CD, Aeropuertos urgentes, magníficamente recibidas por el respetable: por un público que, conquistado de antemano, siguió el concierto sentado frente a los artistas –en la mayoría de los casos-, aplaudiendo efusivamente tras todas y cada una de las interpretaciones.
Ovacionando con fuerza a una pareja en la que, además del voluntarioso hacer de Izurieta, destacó el de Andoni, exquisito escudero suyo que, dejando huella e impronta, derrochando arte y solvencia por igual, marcó con su guitarra eléctrica el verdadero hecho diferencial, tejiendo con sus 6 cuerdas electrizantes ropajes sonoros para las canciones. Aportando el también guitarrista de Motxila 21 contraste y, eléctricas pinceladas mediante, la sonoridad rockera pedida por la esencia de muchos de los temas, dando lugar junto a su compañero a unas mixturas de alto voltaje artístico que, sorprendentes,  resultaron del agrado general.
Sobrepasado el ecuador del concierto, Jabi tuvo a bien brindar tres temas en solitario, dos de su anterior trabajo y una versión de Discos de antes (firmado por Quique González y escrito para Los Secretos), compareciendo a continuación Andoni acordeón en ristre para tocar Borracho de primera generación, composición de aires tabernarios que lució por lindes más que próximas al más personal y problemático proyecto del recordado Enrique Urquijo, Los problemas. Y de esta forma llegó la velada a su recta final, protagonizada por los temas de estreno Maldito InviernoEl plan y Las calles están llenas de bandidos, dedicada a los desahuciados de sus casas y el sistema y dando a entender reivindicativo espíritu de canción protesta.
A caballo entre el pulso rockero y la canción de autor, la comparecencia de Jabi Izurieta en el Bosquecillo deparó, a demás de lo dicho, una perfecta amenización para la tarde noche del jueves. Y en un marco muy apropiado para ello. Un aperitivo más que suculento ante la llegada de un fin de semana como este, repleto de música en directo.  Gustó, sí, Maldito invierno.

Irreductibles

Concierto de Su Ta Gar


Fecha: lunes, 5 de enero.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia..
Intérpretes: Su Ta Gar, banda formada por Aitor, a las guitarras y a la voz, Xabi, a las guitarras y a los coros, Igor, al bajo y a los coros, y Galder, a la batería. Como teloneros, abrieron noche Insomnio Kroniko.
Incidencias: presentación de Bizirik gaude, nuevo CD del grupo. Hora y ¾ de duración, dos tandas de bises incluidas. Media entrada. Público de ambos sexos y distintas edades que disfrutó de la actuación.

Dos años después de su última visita, los carismáticos Su Ta Gar regresaron a Tótem, y lo hicieron tal y como es norma en ellos: mostrándose a lo grande en vivo y en directo. Regalando la noche de Reyes un apabullante concierto a sus incondicionales. Demoledor. Y sí, hemos dicho bien, regalando, pues pese a que hubiese que pasar por taquilla, a la vista del nivel desplegado por el grupo, eso fue su actuación para cuantos acudieron a la cita: el mejor de los regalos.
Cosa de la atronadora descarga de Insomnio Kroniko, la noche pintó bien desde el principio. De colores indiscutiblemente metalizados y metálicos de manos de una formación que, presentando dos nuevos componentes antes de detener la maquinaria para preparar nuevo CD, no dejó indiferente a nadie. Insomnio Kroniko –así las cosas-, grandes, gordos. Reivindicando espacio propio, descaro y poderío en potencia y acto. Actitud y más, dando forma a un vendaval que necesariamente ha de convertirse en huracán, tal y como dejaron entrever hits como Chico no lo hagas (brindado con los ZTK Rap, a ritmos de hip-rock) o Gure hizkuntza, composición que debería quedarse en el cancionero del país.
Tras abrir buscando el factor sorpresa con el viejo Bidegabekeriaren Balantzan, los comandados por los legendarios Aitor Gorosabel y Xabi Bastida presentaron sin más dilación nuevas credenciales detonando seguidas tres composiciones de estreno, la que da título a su nueva obra entre las mismas, dejando claro de inmediato el porqué de algo irrefutable a estas alturas: que no nos cansamos de oír a Su Ta Gar. De asistir a los  conciertos de estos alumnos aventajados del heavy metal –en un principio-, pioneros del género en Euskal Herria y maestros del metal euskaldun finalmente, tras llevar desde 1987 creando escuela… habiendo comenzado por la construcción del edificio. Conjugando sonoridades ora más melódicas, ora más agresivas, haciendo lo propio con todo tipo de ritmos y sensaciones con usual naturalidad; bajo la espectacular labor de un técnico de luces que, desde su trinchera, deslumbró a los presentes al igual que los músicos desde las suyas, pronto sonaron viejos hits como Gau iluna amaitu da o Begira, haciéndolo a lo largo del concierto éxitos tan celebrados –igualmente- como NazkaItxaropenaGeroaren hazi heziak (representando al gran CD Homo sapiens?) o, cómo no, Jo ta Ke, con la sala llevando al grupo en volandas.
Volvieron nuevamente a Iruñerria, vieron y vencieron y convencieron, Su Ta Gar: protagonistas en Tótem de una demostración de cómo tocar heavy metal que, claro está, fue degustada con avaricia, con el público disfrutando sin pestañear de la metralla sonora salpicada. Del fuego de cuantas canciones conformaron un repertorio sabiamente elegido –a nuestro juicio-, integrado por temas de todas las épocas del grupo. De su épica trayectoria, representada por viejos e imprescindibles clásicos y por temas más recientes, sonando hasta siete de los nuevos. ¿Dignos de ser destacados? Nazkatu naiz y Txakurrak solte, además de aquellos con los que abrieron. O de aquellos que, valga la redundancia, abrieron los bises, antes de que encontraran su espacio nuevos clásicos como MariDavid eta Goliath o Rotaflexa garraxika, quedando el listón por las nubes entre gritos de “Su Ta Gar”, “Su Ta Gar”. Irreductibles los de Eibar una vez más. 


Noches y amaneceres con estrella

Concierto de La Fuga


Fecha: viernes, 3 de enero.
Lugar: Casa de Cultura de Burlata.
Intérpretes: La Fuga, banda formada por Pedro, a las guitarras y a la voz, Nando, a las guitarras y a los coros, Raúl, al bajo, a los coros y a segundas voces, y Edu, a la batería. Como teloneros, abrieron noche Lady Tripi.
Incidencias: presentación de Más de cien amaneceres, nuevo disco de La Fuga. ½ aforo, varios centenares de personas. Casi dos horas de duración, bises incluidos.

Consolidados y perfectamente asentados en la escena, haciendo méritos con forma de canciones para recuperar el puesto que ocuparon en la misma, el cuarteto actualmente conocido como La Fuga rindió visita el primer viernes de 2014 a su segunda casa, Pamplona y comarca. Bueno, segunda para Edu y Nando y primera para Pedro, vocalista desde 2010 de la remozada formación y junto con Raúl, nuevo músico igualmente de la banda, responsable de la segunda juventud que está viviendo el grupo: una banda que desde el principio de su nueva etapa, de manos de un sorprendente volantazo en lo que a planteamiento de sus directos se refiere, comenzó a contar a manos llenas noches y amaneceres con estrella.
La velada arrancó con los impulsivos Lady Tripi, formación en proceso de asentamiento que en la noche de su primer escenario profesional, acertó a caldear la espera con su  música, de evidente corte punk-rock: con unas canciones, a excepción de Véndemelo (Judas Priest & Manolo Kabezabolo), firmadas por los actualmente comandados por Asier. Hablando del grupo, creemos que, aprovechando el reciente movimiento de tierras que han vivido (fruto de la salida de su anterior cantante), deberían aprovechar para enredar y tratar de dar un pequeño paso hacia delante. Sin tiempo que perder: antes de que se asiente el terreno, tal y como hicieron La Fuga tras el movimiento sísmico que se tradujo en las salidas de Rulo y Fito y las incorporaciones de los ya citados Pedro y Raúl, nuevas piedras angulares del proyecto –a tenor de lo visto desde 2011-, más que meros recambios. Los mejores compañeros de viaje que pudieron encontrar Nando, inconmensurable a las guitarras, y el siempre tan discreto como solvente Edu.
Bajo su particular luna en cuarto menguante (aunque creciente noche a noche), La Fuga abrió compuertas con tres temas de su primera época, Trampas al sol, Jaleo y Majareta, composiciones que depararon momentos de rock & roll de altísimo octanaje: lo mismo que la nueva Lunes de olvido, primer –y acertado- single extraído de un CD, Más de cien amaneceres, rico en temas con madera de hits: Maldita, Camarote (llamado a ser segundo single, con los músicos rumbeando a ritmo de rock o rockeando a ritmo de rumba y con todos los boletos para terminar de catapultar al grupo) o En el tejao, entre los que sonaron. ¿Más composiciones a destacar? Con mención especial para la entrega y el pundonor del bajista, músico todoterreno y fiel escudero y ángel de la guarda de Pedro dicha noche, las viejas En vela, Pedazo de morón o Baja por diversión; y Sola y Arde el viernes –del CD anterior, Raíces-, antes de que sonaran ya en los bises Buscando en la basura, un medley que agrupó sendos guiños a Los Calis y Extremoduro y, cómo no, P´aquí p´allá, perfecto broche final.

Tras haber estrenado alineación en 2010 con un CD, Raíces, discreto –en nuestra opinión-, La Fuga supo reinventarse en directo como nadie lo había sospechado, haciendo rock & roll. Tocando puro y genuino rock & roll, hasta el punto de estar haciendo suyo el hueco dejado diez años atrás por Platero y Tú: he ahí una de las claves de que sigan estando ahí… Y creciendo. Y si a ello le añadimos cómo han dado en la diana con Más de cien amaneceres, pues ya está todo dicho. Que esta Fuga, negociando gasolina fin a fin de semana; haciendo arder viernes y sábados, se ha ganado el respeto. Y donde hay que ganárselo, en los conciertos. En Burlata así  lo demostraron.





 



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