Con estrella
Concierto de Gatibu
Fecha: sábado, 21 de
abril.
Lugar: sala Tótem,
Atarrabia.
Intérpretes: Gatibu,
formación integrada en directo por Alex, a la voz, Haimar y Arkaitz, a las guitarras, Mikel, al bajo, y Gaizka, a
la batería.
Incidencias: presentación de
Zuzenean bizitzeko gogoa, último trabajo de la banda. Hora y 20 minutos de
duración. Asistencia discreta, público treintañero que se mostró participativo.
Procedentes
de Gernika, Gatibu mostraron en Tótem su CD/DVD registrado en directo Zuzenean bizitzeko gogoa,
protagonizando un concierto incontestable desde el prisma artístico… mas
dejando entrever el que parece ser su techo en Iruñerria, pago de entrada
mediante de por medio. Qué cantidad de público son capaces de congregar,
caracterizado en buena parte de los casos el mismo por su madurez… en lo que a
cumpleaños celebrados respecta. Y es que, sorprendentemente, los de Vizcaya, al
menos por estos lares, parecen conectar más fácilmente con el público veterano
que con el más joven, brillando ikastoleros y alternativos en general
prácticamente por su ausencia.
Sin guardar los temas
brindados el mismo orden que el esgrimido en dicho último trabajo, comandada la
banda por el carismático Alex Sardui –estrella roja en el pecho por dentro y
por fuera-, la velada arrancó con Mila
doinu aidien, cantado en su día en euskera vizcaíno (como la totalidad de
los restantes, en otro orden de cosas), por Robe Iniesta, prosiguiendo con otro
también extraído de dicho primer CD, Lorak
eskeitzen. Acto seguido llegó una de las novedades de la noche, la
interpretación de Kalekatue, uno de
los tres temas no incluidos en trabajos anteriores que sí que encontraron su
espacio en Zuzenean bizitzeko gogoa,
facturado por lindes descaradamente escoradas hacia el tecno-rock y, ensayada
coreografía mediante, impulsiva y característicamente bailado por Sardui: genio
e ímpetu a borbotones el citado, luciendo palmito en escena y actitud. Con el
referencial vocalista dibujando sus particulares y acompasados movimientos de
lado a lado del escenario, para solaz de los presentes. Para disfrute de un
público al que, animado y animoso, en todo momento trató de contagiar con sus
recurrentes bailes. Y, tras la noche de fútbol por excelencia (algún que otro
guiño de por medio por parte de Alex a la madre de todas las batallas
balompédicas) así, de esta forma transcurrió la velada: entre hits extraídos de
la comedida pero sobresaliente discografía del quinteto, como los
imprescindibles Musturrek sartunde o Urupel, de Zoramena, el álbum debut; Gaur
gure gaba da ta e Inpernuen ate joka,
únicos representantes de diskoINFERNU, el segundo, o Bizitzeko gogoa y el triunfal tres años
atrás Bangbang txiki txiki bangbang,
de su tercer CD ambos, composición esta última que incluso marcó tendencia
abriendo nuevos caminos a la banda. A un grupo que, sonando como un cañón,
remató la noche con Zeu zeu, zeu.
Luminaria donde las haya de
la escena del país, brillando con luz propia en el firmamento del euskal rock;
comandados por el chorro de voz de Alez Sardui, todo un animal de escenario,
Gatibu pasaron por Atarrabia repasando de manera más que acertada los éxitos
acumulados en sus diez años de carrera, deslumbrando a cuantos se acercaron a
Tótem con su sonido; demostrando encontrarse en la buena dirección... y ser
merecedores de una mayor respuesta. A ver si en la próxima ocasión…
La alerta naranja continúa
Concierto de LosDelGás
Fecha: viernes, 13 de abril.
Lugar: Subsuelo, Iruñea.
Intérpretes: LosDelGás, banda integrada por
Gorka Aginagalde, a la voz, el Pirata,
a la voz, a los teclados, a las guitarras, al saxo y a la trompeta, Sergio
Villar, a las guitarras, Ritxi Salaberría, al bajo, y Javier Area, a la
batería.
Incidencias: presentación de Retocadas, nuevo CD del grupo. Hora y ¾
de duración, bises incluidos; asistencia
discreta, público de ambos sexos que disfrutó de la velada.
LosDelGás, formación comandada por los
multidisciplinares Gorka Aginagalde y L. M. Moreno el Pirata, pasaron por Iruñea con motivo de la presentación de su
cuarto CD, y lo hicieron protagonizando un concierto a todo gas –desde el
prisma artístico, demostrando el quinteto seguir carburando a toda máquina; una
inusitada solidez y seguir en estado de gracia-… Y a medio gas en lo
concerniente a la asistencia registrada; vamos, viniendo dada la de cal por lo
que a repertorio brindado y ejecución del mismo hace referencia, y la de arena,
por el hecho de que hasta bien entrada la actuación, apenas se hubiesen dado
cita unas cuántas decenas de personas.
Pertrechados de un buen número de canciones catadas
en muchos casos por los presentes años atrás; rescatadas las mismas para la
ocasión, esto es, retocadas en el estudio de grabación para el presente trabajo
(haciendo bueno su título), los butaneros / bucaneros del rock por excelencia
iniciaron reparto con Ciudad de plástico,
incluida en su día en Repóker de gases,
su tercer CD, tema cuya rockera sonoridad, a caballo entre el sonido ochentero
de las mejores versiones de Los Trogloditas o de la Orquesta Mondragón, preparó
el camino a la perfección para las siguientes en sonar: Ponle cuernos a la vida, de Alerta
naranja; Carpe diem, de su tercer
disco (y de letra tal vez premonitoria, toda vez que, aunque no al fin del
mundo propiamente dicho, sí que posiblemente estemos asistiendo a su final atendiendo
a cómo lo hemos conocido) o Pégame a mí,
del ya también apuntado segundo trabajo: discos que hasta la recta final se
llevaron el gato al agua en lo que a protagonismo alcanzado se refiere.
Perfecta e histriónicamente representadas por el gran actor que Aginagalde
lleva dentro, he aquí otra de las tónicas de la velada, pronto llegó el momento
de Pero tú de que vas, con el Pirata, a la vera del gran Gorka,
destapando progresivamente su faceta de showman: algo que quedó manifiestamente
plasmado a propósito de la puesta en escena de Onanismo, tema que, entre momentazos dignos de El club de la comedia, ofreció luciendo cual híbrido del mítico
señor Barragán y de Gallardón; o con motivo de la interpretación de Mi rancho, mi ganado y mi mujer,
desenfadado country rock que brindó caracterizado de ranchera, flanqueado por
Aginagalde, atrezzo de vaquero a lomos de una estrambótica montura, o de Si fuese picolo, primer tema en sonar de
la ópera prima El cedé y de cuya
puesta en escena sólo diremos lo siguiente, que hubo que estar allí para haber
sido testigos de la misma: como, en otro orden de cosas, de las de Quemando rueda (tema que perfectamente
podría haber defendido Loquillo en sus años de máxima popularidad) o De safari en la ciudad, brindada con la
colaboración de quien fuera cantante de Paralelos; ¿otros temas a destacar? Por eso bebo, declaración de principios
con la que parecieron terminar; la enorme versión a ritmo de blues de Bien pagá, con el Pirata, ante el regocijo general, dando voz a presuntos
cantantes famosos a lo Carlos Latre, o Se
acabó la fiesta, definitivo broche final.
Demostrando ser una banda con gracia más que
un grupo gracioso, conceptos totalmente distintos; una auténtica y consolidada
formación de rock & roll, LosDelGás trataron de animar la pamplonesa noche
de viernes dejando claro que, a todo gags, la alerta naranja continúa. El
repique de bombonas, pese a la progresiva implantación del gas natural. Grandes,
muy grandes. Nada que objetar.
Metálico pack
Metal Firestorm 2012, actuaciones de Scar of the sun, Communic, Tyr y Rage
Fecha: sábado, 7 de abril.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Incidencias: cartel presentado como Heavyllava Festival. Rage actuó
durante hora y 40 minutos, bises incluidos. Asistencia discreta, cerca de dos
centenares de personas. Público mayoritariamente foráneo y de edades maduras
que se mostró participativo.
Como alternativa a los sonidos de
tambores y cornetas propios de las fechas, la tormenta de fuego y metal pronosticada
para salpicar distintos puntos de la península en Semana Santa se dejó sentir
la víspera del domingo de Resurrección en Tótem, atronando la sala con las
electrizantes descargas deparadas y resultando del agrado de los presentes: de
los fieles seguidores de Rage –principalmente-, un público de característica
estética heavy y, en muchos casos, llegado de fuera de nuestra Comunidad.
La velada arrancó con Scar of the sun y Communic, bandas que pronto cedieron
el testigo a los daneses Tyr, terceros en comparecer; a caballo entre lo
que se ha dado en denominar viking metal y el metal progresivo, y con un
reciente CD, The Lay of Thirm, que presentar en esta gira, el
cuarteto ofreció un repertorio que giró en torno a unos temas presididos por
una actitud muy épica y marcial; por inequívocas connotaciones de grandeza y
majestuosidad, revelándose construidos sobre unos coros muy marcados, desde los
prismas vocal y melódico: un grupo, Tyr, que lució reforzado en ocasiones por
la acción a las guitarras de Victor Smolski,
guitarrista de Rage (sentado en el palco vip), y cuyos músicos fueron atendidos
en escena, directamente sobre el escenario, he aquí la noticia, por los
vocalistas de Communic y de los propios Rage, en lo que a darles de beber hizo
referencia. En el marco de una presumible fiesta de fin de gira, en lo relativo
a hacerles ingerir chupitos o lingotazos directamente, poco menos que
enchufándoles las botellas. Sea como fuere, como si lo dicho, trasegar y
trasegar con frenesí, formara parte del show; del espectáculo paralelo que
significó la presencia de tan significativos auxiliares desempeñando tan
inusual cometido, labor que, anunciada por la presencia de aquellos en las
tablas, incluso fue jaleada por los espectadores; por un público que, al igual
que el baterista, no pudo menos que no dar crédito a lo que veía al percatarse
de que, durante la ejecución del último tema, aquellos comenzaran a ¡desmontar!
su batería. Y a continuación, tras tan informal pase, lo que todos estaban
esperando: la comparecencia de los legendarios y prolíficos Rage.
Comandados
por el gran Peavy Wagner al bajo y a la voz, sobre un escenario
rematado por un grandioso telón, flanqueado por dos columnas de cartón piedra y
presidido por la espectacular batería de Andre Hilgers, la perfectamente empastada formación germana inundó totalmente la sala
con su power & speedmetal percutido a ritmos thrashers, no dejando indiferente a nadie
con su corpus musical, brindado sin fisuras ni concesiones; con unos temas en
cuya elaboración destacó siempre el sobresaliente buen hacer de Smolski, el guitarrista: perfectamente respaldado a
las seis cuerdas por el técnico de luces, del que, si se nos permite la
licencia, diremos que punteó desde la mesa con idéntica velocidad y diligencia
que el anterior, dando lugar de ese modo a una atmósfera de luces y sonido de
lo más espectacular. Y todo ello, cómo no, bajo nuevas muestras de complicidad
entre los músicos de las cuatro bandas implicadas, plasmadas finalmente en los
bises con la desenfadada interpretación del Breaking
the law de Judas Priest por ocho de ellos, por lo menos.
Procedentes de Madrid, ciudad que
los integrantes de la presente caravana metálica visitaron el viernes (tras
abrir tour el jueves en Valencia), Rage, Tyr, Communic y Scar of the sun, metálico pack
donde los haya, representaron un perfecto y metálico plan para los seguidores
del género la noche del sábado: para un público que entre unas cosas y otras lo
pasó bien; verdaderamente bien.
A sangre y fuego
Concierto de Gatillazo
Fecha: viernes, 30 de marzo.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Intérpretes: Gatillazo, conjunto integrado por Evaristo a
la voz, Txiki y Ángel, a las guitarras, Mikel al bajo, y Ziga a la batería.
Como teloneros abrieron Rockaína.
Incidencias: presentación de Sangre y mierda, nuevo CD de Gatillazo. 2 horas de duración en
total. Asistencia Muy buena, público entregado y participativo.
Finalmente, Evaristo Páramos pisó el
escenario de Tótem, recuperando la fecha cancelada a finales de 2011 por lesión
de Tripi, el baterista titular, y brindando un más que genuino concierto: en la
línea de los ofrecidos desde hace más de treinta años por el seminal frontman
de Agurain, representando buena parte de dichos bolos por él protagonizados uno
de los más representativos nexos de unión del arriba firmante con su pasado.
La velada arrancó con el punkrock con
denominación de origen made in Gasteiz
de Rockaína, formación comandada por Ángel, también en las filas de Gatillazo,
por lo que tuvo que hacer doblete. El quinteto aprovechó la ocasión para
presentar los temas de En el aire, su
segundo trabajo, consiguiendo dejar la temperatura de la sala a punto de
caramelo de manos de dosis de rockaina musicada como Miss
Dolby Surround o El vídeo mató a la estrella de la radio, la gran versión de los Buggles y auténtico banderín de enganche
del grupo. Y a continuación, tras semejante calentamiento, Gatillazo, prestos a
culminar faena: el conjunto comandado por el único vocalista del Estado que una
vez concluida la vida musical activa de la banda madre, La Polla Records, se ha
atrevido a empezar desde cero, sin recurrir a su nombre o su pasado para
denominar su nuevo proyecto e, importante, sin desvirtuar la historia de su
anterior grupo estirándola de forma artificial, presuntas reuniones puntuales
de por medio o regresos poco creíbles, en buena parte de los casos. Haciendo
ver a cuantos quieran verlo que también las bandas tienen su principio, su
momento y su final.
Dividida en cuatro bloques de
canciones enlazadas entre sí (más los bises, traduciéndose todo ello en la
interpretación de ¡46! canciones, ¿quién da más?), la actuación arrancó con
diez composiciones ofrecidas de tirón, comenzando con el tema de estreno Guerra social y, repasando a modo de
toma de contacto los cuatro CD con que cuenta Gatillazo, deparando dos primeras
incursiones en el atemporal repertorio de La Polla; brindando al respetable Lucky man for you y el hit de más que
rabiosa actualidad titulado Delincuencia; acto seguido, genio,
ingenio a raudales y figura, el Evaristo más pletórico que hemos visto en
muchos años, y esto es mucho decir, continuó dándolo todo por dichos
derroteros, demostrando mantener la forma tanto desde el prisma físico como
desde el artístico: intercalando irónicos comentarios entre las letras de las
canciones, dando lugar al espectáculo con nombre propio que representa su sola
presencia sobre las tablas, no dejando de gesticular, contornearse
histriónicamente y de saltar; y respecto al repertorio ofrecido, ¿qué canciones
destacar? Difícil, dificilísima papeleta para el presente cronista. Si acaso,
por mantener extraordinariamente su vigencia como la siguen manteniendo, sin
desmerecer las de Gatillazo, apuntaremos algunas de La Polla: Porno en acción (demostrando su
ejecución, en otro orden de cosas, que Evaristo continúa siendo el cantante de
dicción más rápida del Estado), Salve,
El congreso de los ratones, Johnny, No somos nada (cómo las cantaron los presentes, tras años y años
fuera de repertorio), Así es la vida
u Odio a los partidos, con la que
terminaron: clarividentes temas que continúan ganando solera con el paso del
tiempo como si de buenos caldos se tratase: sin necesidad de salir de las
barricas. Y todo ello, a sangre y fuego siempre, bajo un ambiente un tanto destroy, con espontáneos coristas
surgiendo cual champiñones sobre el escenario. Sobre un entarimado que fue
testigo nuevamente de algo histórico, estando quien estuvo sobre el mismo: el
incombustible Evaristo. Grande, muy grande una vez más.
GATILLAZO, EN BOGOTÁ, EL PASADO 7 DE ABRIL!!
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