Metálico pistoletazo de salida
Fecha: domingo, 5 de septiembre.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Incidencias: asistencia aceptable. Público mayoritariamente masculino, de media de edad alta y participativo –en general-. La velada arrancó a las 19.45 y concluyó pasadas las 23.30, actuando las dos primeras formaciones 45 minutos cada una.
Arrancó en Tótem la temporada de conciertos 2010-2011, y lo hizo tal y como terminó la anterior: con el metal más estridente retumbando en sus paredes. En las de una sala que poco a poco se está haciendo con todos los boletos para convertirse en referencial estación de destino de diferentes bandas internacionales del género, tanto para las que profesan sus postulados más clásicos como para las más extremas.
Enmarcada dentro del Spain Darkest Tour 2010, la velada arrancó con la descarga de los locales Allowance, banda que, finalista del VI Concurso de Grupos Noveles de la Carpa Universitaria, a caballo entre el death metal de inspiración más melódica y el thrash de raigambre más… ‘Metallica’, sorprendió por su empaque. Con unas composiciones que, de generosos desarrollos musicales, se tradujeron en una poderosa demostración de habilidad y facultades a cargo de los músicos, los cuales, jovencísimos, imagen, actitud y poderío en acto además que en potencia, demostraron saber sobradamente en qué andan, denotando su pase una intensidad que dejó claro lo siguiente: que parte del futuro será suyo. Que, en lo que a metal extremo respecta (no sabemos qué ocurrirá en otras disciplinas) en Iruñea hay cantera. Y funciona. Que, claro que sí, hay canteranos de nivel. Y así lo entendieron los presentes, un público que, llegado en algunos casos de otras provincias, conectó con Allowence, sorprendido por su desparpajo y buen hacer. Un público de estética heavy mayoritariamente que, por el contrario, no terminó de sintonizar con los murcianos Exquisite Pus, siguientes en descargar. Catalogada como banda revelación del death estatal más brutal en 2010, lo cierto es que los citados, pese a la bestialidad desplegada, no terminaron de convencer, traduciéndose su actuación en un alud de energía musicada en estado bruto más que en una sucesión de temas. Y es que éstos, rugidos –más que cantados- de modo totalmente gutural, erigidos sobre constantes volantazos y virajes rítmicos de todo tipo, aun siendo técnicamente perfectos, no terminaron de decir nada, limitándose a atronar a una por momentos incluso aburrida audiencia a la espera de los cabezas de cartel, Obituary: padrinos del death-metal que, a juicio de los metalheads presentes en la sala, tal y como se esperaba, protagonizaron la madre de todas las descargas. Con nuevo CD bajo el brazo, Darkest Day, a ritmo de hardcore sobre un death manchado de thrash y metalcore, Obituary dio señales de vida con un tema instrumental rico en metálica rabia contenida que, tal y como supusimos, no fue sino la calma que precedió a la tormenta. Al agresivo tornado con el que, en medio de unos tempos demoledores siempre, sedujeron, y cómo, a los presentes, llevando en puntuales momentos a determinados individuos a intentar acceder al escenario, presos de la pasión: en idéntico estado de efervescencia y agitación que las canciones ofrecidas, representando lo dicho, más allá del comportamiento de cada cual, una incontestable prueba de la vigencia y el éxito de unas composiciones que sonaron limpias, con menos opacidad que la esperada por el firmante de estas líneas. Haciendo gala en todo momento de tener la chispa de luz necesaria para activar la mecha… y la carga de dinamita que demostraron atesorar. Y próximamente, entre distintos artistas de todo tipo, Napalm Death en esta sala, referentes igualmente de las aristas más extremas del metal. Ánimo y suerte para todos, que esto no ha hecho más que empezar.
Pasión por el metal
Concierto de Dream Walker
Lugar: Tótem Classic, Atarrabia.
Intérpretes: Dream Walker, sexteto integrado por Pablo, a la voz, Javier y Gorka, a las guitarras, Marcos, al bajo y a los coros, Diego, a los teclados y a los coros, y Ion, a la batería y a los coros..
Incidencias: concierto de presentación de Dream Walker, primera grabación de la banda. 1 Hora de duración. Asistencia muy discreta, público participativo.
Una semana después de que lo hiciera la sala grande, Tótem Classic abrió el telón igualmente: por idénticas lindes estilísticas, de manos de los más que prometedores Dream Walker. En activo desde 2004, con flamante nueva grabación en el zurrón, los de Iruñea protagonizaron una descarga metálica que, entremezclando los temas propios incluidos en el CD y versiones de sus bandas de cabecera, transmitió lo siguiente, básicamente: fe, seguridad y credibilidad. Actitud, imagen (importante la misma en los grupos que apuestan por los géneros duros por excelencia)… y sensación de trabajo bien hecho, igual de importante todo ello en un estilo tan perfeccionista, llamativo, vistoso –tradicionalmente- y exigente como el heavy metal, en el que no valen medias tintas: algo que de lo que los presentes músicos, pese a su juventud, demostraron ser conscientes. Los temas brindados, siete propios y cuatro covers (de Gothard o Kamelot –entre otros-), se mostraron a medio camino entre el power metal de raigambre más progresiva y el heavy tradicional, destacando en ellos un importante protagonismo instrumental. Bueno, y la fuerza, las ganas y la pasión que transmitieron; ¿la única pena? La asistencia. La falta de asistencia –mejor dicho-, no haciendo justicia el número de espectadores registrado a la entrega del grupo… ni al nivel por el mismo desplegado, plasmado en unos temas que, generosos en desarrollos instrumentales, con su duración en función de la pasión de los músicos al concebirlos y tocarlos –directamente-, no se ajustaron a patrón alguno en lo referido a minutaje, transmitiendo el sexteto con lo dicho una total sensación de libertad: tanto con la forma en que demostró haber encarado su composición como con la plasmación de las canciones en el tiempo. Y es que al igual que nadie osaría a priori delimitar la duración de un beso, existiendo también en este caso pasión, y vaya que si la hubo, de por medio, creemos que tampoco sería posible delimitar la de canciones como las que sonaron el sábado, dando ello como resultado que unas requieran más tiempo (la que abrió la noche duró cerca de diez vertiginosos minutos) y otras, menos. Unos temas que, enlazados en ocasiones, mostrándose increscendo sus corpus musicales siempre, se sucedieron a buen ritmo, conformado un repertorio que denotó rigor y seriedad, por encima de todo. Finalmente, el pase llegó a su conclusión con las interpretaciones del Smoke On The Water, de Deep Purple (llevado a la perfección al terreno de la banda el imperecedero e iniciático himno) y Benjamin, todo un hit de factura propia. Y atención, que el contar en una primera grabación con un tema tan cautivador no es asunto baladí: ya sabemos que las comparaciones son odiosas, pero lo mismo este Benjamin es un día para Dream Walker lo que Mari para Su Ta gar. O igual incluso terminan hartos de tocarlo: buena señal.
Al pan, pan, y al heavy… Metal. Y al heavy metal, heavy metal, he aquí qué nos dijeron Dream Walker con el apasionado concierto presenciado: banda ésta que ya nos sorprendió en Berriozar recientemente, razón por la que el pasado fin de semana, marcado, dicho sea de paso, por actuaciones de diferentes grupos locales (estaba previsto que Kaskezur y Eraite descargaran en Infernu Taberna) consideramos que debíamos ir a verlos. A corroborar que el heavy metal sigue vivo en Iruñea. Que, tal y como se decía en los 90 haciendo piña alrededor del género, el legendario estilo no morirá.
En pie de baile
Concierto de Betagarri
Lugar: Plaza de Rafael Alberti, Ansóain.
Intérpretes: Betagarri, formación integrada por Iñaki, a la voz, Agirre, a la guitarra, Josu, al bajo, David, al saxo, Mikel, al trombón, Unai, a la trompeta, e Iker, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de Bizitxari Txistula, último CD de la banda. Buenísima asistencia. Público de ambos sexos y preferentemente joven y participativo que disfrutó del concierto; actuación de hora y 10 minutos de duración.
Con los termómetros jugando a favor del desarrollo de la velada (¡qué pocas noches quedarán como ésta, tan apropiadas para el disfrute de la música al aire libre!), ante un público curioso y expectante, los comandados por un más que dinámico Iñaki dieron el pistoletazo de salida al ya tradicional concierto de fiestas de Ansóain con Haundiena, primera del nuevo CD a la que siguieron Txikia Naiz (de su anterior grabación, Hamaika Gara, primera en poner en pie de danza al gentío) y la igualmente de estreno Mingering Mike. El repertorio, normal lo que vamos a decir –si no norma no escrita- en los de los grupos de largo recorrido, prosiguió alternando temas nuevos con otros extraídos de anteriores trabajos, ora, más viejos, ora, más próximos en el tiempo (como Euri Tanta Bakoitzean o Hegan Egin Desaket, de Hamaika Gara, de los más celebrados ambos), reservando los más señeros para la recta final; para una txanda que se abrió con Jabe Izan Arte (¡qué bien funciona en directo), viéndose finalmente materializada con las interpretaciones de la mítica versión de La Chica Del Batzoki, de Doctor Deseo, incluida en su seminal disco de versiones 80/00 (ideal para ser disfrutada en años como éste, en el que los bilbaínos no la están incluyendo en sus conciertos), Mienten Mi Amor (una de las dos que sonaron en castellano, junto con la nueva Con El Sol) y, finalmente, como no podía ser de otro modo, el legendario Revolution Mix, medley basado en clásicos revolucionarios populares y, cosa de atesorar todas las marcas distintivas del grupo, bailado hasta hartar desde los últimos 90, ya en los bares, ya en sus conciertos.
Postre oficial musical del país por antonomasia, guinda final de buena parte de los festivales populares que se celebran por aquí, teníamos ganas de catar a Betagarri en solitario. De degustarlos como plato principal. De disfrutar de una de las bandas más carismáticas de Euskal Herria, algo que, perdón por el posible farol, ya intuímos quince años atrás en el Nafarroa Oinez de Tutera, donde los vimos por vez primera. Y vaya que si disfrutamos: lo mismo que los presentes, recién rebasada la línea de salida en lo referente a disfrutar asimismo de las fiestas. De unos días que como el septeto, en pie de baile igualmente, no pudieron comenzar mejor, desde el prisma en que el arriba firmante acostumbra a analizar las cosas: desde el eminentemente musical.
De color rock metalizado
Conciertos de Romeo y El Portal de Jade
Lugar: Infernu Taberna, Iruñea.
Intérpretes: Romeo, banda integrada por Joseph, a la voz, Hom y Toni, a las guitarras, Alberto, al bajo, y Fernando, a la batería; El Portal de Jade, banda integrada por Naiara, a la voz, Corroza y Jon, a las guitarras, Amarillo al bajo, y Pepo a la batería.
Incidencias: presentación de Nada importa y Despertar, segundos discos de ambas bandas. 2 horas y 1/4 de duración en total. ½ entrada, público preferentemente joven.
Sorprendente noche de color rock metalizado la vivida en la cada vez más referencial Infernu Taberna, cosa de los conciertos protagonizados por El Portal de Jade y, he aquí el porqué de que hayamos comenzado estas líneas con el adjetivo sorprendente, por sus sobre el papel teloneros, los madrileños Romeo: banda que a nuestro juicio se ganó sobradamente parte de este espacio, a la vista de las buenísimas sensaciones que dejó.
En una tarde noche rica en espectáculos de orden músico-festivo, organizado el presente evento mediante la fórmula del intercambio por parte de los grupos implicados (El Portal trae a Romeo a su tierra y éstos, posteriormente, les devolverán el cumplido llevándoles a Madrid) la velada fue abierta por Romeo, banda que, en formato de cuarteto dicho día –toda vez que uno de sus guitarristas no pudo viajar por motivos laborales, algo que ante un contexto como éste, bolo de bar, entendemos totalmente-, se metió con su setlist a la concurrencia en el bolsillo: con unas canciones que, de diferentes atmósferas, sin perder nunca un ápice de contundencia, se mostraron erigidas sobre lo que dio en llamarse rock alternativo en los 90. Por las sendas del practicado por bandas como Sôber… y un tanto influenciadas en lo que a la voz cantante hizo referencia por Héroes del Silencio. Más o menos abrasivas y ricas en cambios rítmicos, las mismas. Tempestuosas, por momentos. Enérgicas. Energéticas. Con unas composiciones que, en suma, nos mostraron a una banda con gancho, compacta e incontestable: así pues, todo nuestro reconocimiento para ellos, y no sólo por el hecho de haberse cruzado media península para actuar durante 45 minutos ante decenas de personas… obteniendo como principal premio la satisfacción del trabajo bien hecho: razón ésta última, dicho sea de paso, por la que seguimos apostando por ir a conciertos como éstos si podemos, no sólo a los de postín: por una cuestión, en primer lugar, de respeto.
Algo esto último, cruzar medio estado para ello, que pronto se verán abocados a hacer los comandados por Naiara Ruz, renovado quinteto con renovadas ilusiones y disco de estreno –igualmente-… al que se la jugó el juego de voces del local, haciendo que la agradable y a un tiempo aguerrida voz de Naiara quedara muy en segundo plano. Eso sí, damos fe de que tras arrancar definitivamente después de, cosas de los directos, un accidentado primer intento, el grupo como tal, enrabietado, totalmente lanzado, no sólo dio el do de pecho, sino todas las notas, en la presentación de su flamante nuevo CD; de un disco lleno de rock con la referencial impronta de la casa más que presente (las afiladas guitarras de Corroza y Jon, la seguridad transmitida por Amarillo, esa forma tan personal con la que Pepo hace literalmente hablar a tambores y platillos…), trabajo del que sonaron todos los temas: unas composiciones que, pegadizas, se nos antojaron más directas que las de su álbum debut, no pudiendo compararse unas y otras a la vista de que David Tres (el anterior vocalista de la banda) y Naiara poco tienen que ver; ¿temas a destacar, dicho esto? Crecemos Y Esperamos (totalmente echada hacia delante), Más Fuerte, Cruz O Cara (de las mejores del CD, junto con Reacciona, primera en sonar) o Gigantes, ofrecida en una recta final rematada por la imprescindible Cleo (del primer álbum del grupo) y Despertar. Unos temas, al igual que los ofrecidos por Romeo, de intenso color rock. Metalizado, como hemos apuntado ya: bueno, y llegados a este punto, nuestros mejores deseos para ambos planteles de cara al concierto… de vuelta, como dirían los compañeros de deportes.
Poso, pose y actitud
.Concierto de Wig Wam
Intérpretes: Wig Wam, quinteto integrado en directo por Glam, a la voz, Tenny, a la guitarra eléctrica, Flash, al bajo, Sporty, a la bateria, y un músico adicional, a los teclados. Como teloneros, abrieron noche Big Mistake.
Fecha: domingo, 19 de septiembre.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia.
Incidencias: actuación enmarcada en la gira Stop No Rock´n Roll, de presentación del CD así titulado. Hora y ½ de duración. Asistencia discreta, público participativo.
Asistencia discreta la cosechada en Tótem por el presente concierto, pese a contar con una banda internacional, si no muy conocida, sí de primer nivel, comandando nuevamente cartel: los noruegos Wig Wam, en este caso. La noche comenzó a calentar motores de manos de los locales Big Mistake, quienes encontraron su oportunidad por la no comparecencia a última hora de los anunciados Tabú, por problemas de salud de uno de sus miembros. Los de Iruñea, en fase de rodaje y de acople de los últimos músicos incorporados al proyecto, llenaron voluntariosamente los ¾ de hora de que dispusieron con temas que discurrieron por las lindes del hardrock más melódico, rematando faena antes de ceder el protagonismo a Wig Wam con una versión de Bon Jovi; de una banda que también demostró ocupar un lugar privilegiado en la discoteca de cabecera de los noruegos, con cierto prestigio mediático éstos fuera de la escena metálica desde 2005, tras hacerse con un 9º puesto en el festival de Eurovisión.
Demostrando cuidar con inusitada elegancia tanto su música (por las sendas del glam, el hard y lo que dio en los 70 en denominarse AOR, rock orientado hacia adultos) como su imagen (gorra de plato de cuero –el guitarrista-, sombrero vaquero, pantalones y chaleco igualmente negros y de cuero, estrella de sheriff y gafas de rock incluidas, el bajista, y perfectamente maqueado también el vocalista, los tres más visibles de cara al respetable), Wig Wam hizo buenos sus argumentos con la interpretación de un repertorio abierto por Non Stop Rock´n Roll y brillantemente rematado por In My Dreams, hit que, Eurovisión mediante en parte, les catapultó al prestigio de que gozan: tema que el camaleónico Glam ofreció tocado con un penacho apache, entre los cánticos del público y su aplauso unánime. Y todo ello con una puesta en escena de lo más americana, concebida para oír, ver… y disfrutar dejándose arrastrar por el caudal musical; ¿más momentos a destacar? Los brindados por composiciones como Gonna Get You Somebody o Hard To Be A Rock´n Roller (tarareadas/cantadas por los presentes, ricas, al igual que las restantes en sonar, en coros, solos y melodías cuidadas, compactas y pegadizas), los solos ofrecidos por bajista (todo un sheriff a las cuatro cuerdas) y guitarrista, brindado este último por Teeny, tras una leve incidencia técnica, a velocidad vertiginosa antes de cantarse un tema: por cierto, cómo se divirtieron bajista y guitarrista tocando… y posando a un tiempo para los móviles de las primeras filas, y por las vistosas y atrevidas vestimentas y demás abalorios lucidos por el vocalista: por un Glam que desde el principio se hizo totalmente con la complicidad de los presentes, recordándonos por momentos, cosa de su forma de desenvolverse en las tablas, incluso al mismísimo Alx Rose.
Asistencia y calidad artística desplegada fueron inversamente proporcionales una vez más en la referencial sala de Iruñerria, dejándonos el presente concierto, todo un viaje en el tiempo a la Iruñea heavy de los 80 (la que escuchaba con entregada devoción a bandas como Def Leppard, Kiss, Europe o Bon Jovi en el Mesón de la Ribera o el Dancelot) sensaciones encontradas. Es que sí, puede que Wig Wam no sean muy conocidos de cara al gran público, pero por ejemplo, quienes se quejan y se vuelven a quejar porque, a su juicio, nunca hay nada o siempre vienen los mismos, ¿dónde estaban el domingo? ¡Ay! Y después diremos que no hay bolos… A ver si de cara a próximas citas de carácter internacional, el calendario viene cargadito, la cosa tiende a escampar.
Palabra de blues
Concierto de Lorenzo Thompson, Quique Gómez & J.L. Pardo Band
Fecha: viernes, 24 de septiembre.
Lugar: Casa de Cultura de Burlata.
Incidencias: público de media de edad alta que se mostró participativo. Asistencia discreta, aunque casi aceptable. Como teloneros, abrieron velada De 2 En Blues Band.
A medio camino entre el Burlada Blues Festival, celebrado en verano, y el Udazkena Blues, ciclo que, como su propio nombre indica, verá la luz en otoño, la recientemente constituida asociación Burlada Blues Bar saludó la entrada de dicha estación con este concierto, saldándose con un incontestable éxito desde el prisma artístico.
La velada fue abierta por los asimismo incontestables De 2 en Blues Band, banda que, ya la estábamos echando en falta en un marco como éste, no podía faltar por más tiempo en Burlata, pueblo del blues por excelencia, actualmente; y así lo dieron a entender con una actuación en la que, sin hacer de menos a ninguno de sus componentes, bajo un sonido perfecto, brillaron principalmente Eskualo, creando atmósferas de rhythm and blues tan elegantes como efectivas, Patxi, haciéndoselo con su habitual solvencia ya, a la armónica, ya a la guitarra eléctrica, Mariano, responsable en buena parte del halo de musicada luminosidad que envolvió los diferentes temas ofrecidos y el legendario Miguel González, carismático vocalista encargado una vez más de poner los puntos sobre las íes desde el micro… y, desde el mismo –igualmente- el contrapunto a la labor de sus compañeros, llegando bajo la música creada por aquellos, puro showman en escena, a viajar a otras dimensiones incluso: algo que hizo ya, cantando, ya aportando cadencias de rock ferroviario a diferentes interpretaciones -pandereta en ristre-… ya, disfrutando del escenario y del hecho musical con avaricia, moviéndose sin complejos a su compás: al de unos candentes ritmos de R & B que, con coloristas vetas de por medio de puro sonido Chicago, soul, funk, swing o boogie boogie, dieron a entender que la perfección, si no a existir, puede llegar a ser posible. Y es que, como siempre que les hemos visto actuar, pese a su teórico papel de teloneros, no podemos menos que decir que suya fue en parte la noche. Y así lo entendieron los presentes, un público entendido al que los De 2 en Blues Band, de forma tan profesional como distendida, se metieron íntegramente en el bolsillo. Y acto seguido la hora de los cabezas de cartel, referencial trío de ases que, respaldado por una solvente base rítmica, tras un comienzo al que no sabemos si calificar de sorprendente, original o atropellado (toda vez que reunió dicho trío de adjetivos), tomó las riendas del concierto presto a hacer lo que de ellos se esperaba; tras dos canciones a medio camino entre la prueba de sonido y el monitoraje –en palabras de Quique-, con Lorenzo, último en hacer acto de presencia, ya sobre las tablas, rhythm and blues de altísimo octanaje.
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