MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

9/9/10

CONCLUYÓ EL CICLO "CIUDADELARTE", ORGANIZADO POR EL AYUNTAMIENTO

El pasado viernes, 27, concluyó el lado musical del ciclo Ciudadelarte, auspiciado por el Ayuntamiento de Pamplona/Iruñea con el fin de potenciar la candidatura de la ciudad a Capital Europea de la Cultura en 2016: algo más que discutible, atesorando ¿la ciudad? No, sus mandamases los méritos que atesoran para ello; el recién extinguido ciclo ha dado cobijo a dos programaciones, "Nocturna", erigida básicamente en torno a actuaciones de bandas ganadoras -o casi- de los denominados Encuentros de Jóvenes Artistas" (como Isusko & SBRV o ESPÍRITU DE CONTRADICCIÓN), y "Ciudadela Sound", organizado en torno a los conciertos de Pignoise, la Mala Rodríguez y Pereza, banda que protagonizó en gran bolo dicho viernes 27.

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Aviones con sidecars

Concierto de Pereza

Fecha: viernes, 27 de agosto.

Lugar: recinto de la Ciudadela, Iruñea.

Intérpretes: Pereza, banda integrada en directo por Leiva y Rubén, a las guitarras eléctricas, acústicas y a las voces, Manuel, al bajo, César, a los coros, al Hammond y a la guitarra acústica, Luis Miguel, a la percusión, Tuli, al saxo y al clarinete, y Roberto, a la batería. Como teloneros comparecieron Sidecars.

Incidencias: 3ª cita del ciclo Ciudadela Sound, Pereza actuó durante 2 horas y 10 minutos, bises aparte. Bastante buena entrada. Público de ambos sexos y diferentes edades que se mostró participativo.

Al igual que el último miércoles de agosto las actuaciones gratuitas, el último viernes del mes concluyeron los conciertos de pago de la Ciudadela, cerrándose el ciclo Ciudadelarte –en lo que a su parte musical hace referencia- con un gran concierto: el protagonizado por Pereza (presentando todavía su aclamado CD Aviones, qué grandes una vez más en directo) y Sidecars: auténtico 2 x 1 el presente concierto, más haya de que uno de los grupos fuera cabeza de cartel y el otro, el telonero. Sobre un escenario presidido por una espectacular tulipa roja, la velada arrancó a las 21.45 con el rock stoniano barnizado con melodías de irresistible sabor pop de Sidecars, grupo que, comandado por el hermano de Leiva, sorprendió con su conjunción, saber estar y madurez a los todavía escasos presentes: haciéndolo hasta el punto de que los que optaron por llegar para ver a Pereza y solamente a Pereza se perdieron una gran banda. ¿Lo mejor de la misma, llegados a este punto? La electricidad y el magnetismo transmitido. Las ganas, su voracidad en vivo; ¿lo peor, no siendo cosa suya –paradójicamente-? Que Juancho, su vocalista, sea hermano de quien es, con lo que ello supone; y es que, además de la cruz de las comparaciones, tal y como cantó Calamaro… Es difícil que un rayo caiga en el mismo lugar dos veces; se entiende qué hemos querido decir, ¿no? Y a continuación, ante un gentío que tendió a agolparse entre el entarimado y el perímetro de luces y sonido (espectacular el mismo dicha noche, con torre de apoyo con dos cañones de luces incluida), ante medio aforo más o menos completo –si tenemos en cuenta el espacio acotado para el público en potencia-, lo que todos estaban esperando: la comparecencia de Pereza. Tras hacerse completamente la luz sobre las tablas por obra y gracia de Leiva (quien, al igual que hiciera en octubre en el concierto de la UPNA, nada más salir tiró de la cuerda que pendía de la tulipa, encendiendo así la misma), el espectáculo de luz y sonido que vino a ser la actuación despegó con Leones, avión con forma de canción al que siguieron Animales y Mánager; a buen ritmo, marcados por un sonido más que stoniano (he aquí dos de las tónicas del concierto en general) los nacidos para estar en los Pereza (“y esta noche en Iruña” –tal y como remarcaron-) hicieron que el recién iniciado vuelo musical siguiera tomando altura con Como Lo Tienes Tú, Conjunto –precisamente- y Estrella Polar, primer hit en ser recibido como tal. Acto seguido, con los técnicos jugando desde el control con las luces y las sombras a la perfección, la pareja de hecho –desde el prisma artístico-, perfectamente arropada siempre por la banda, llevó el viaje hacia derroteros de raigambre más intimista, deteniéndose el mismo en temas como 4.26 o Amelie, antes de, sin turbulencias de ningún tipo, hacer escala en, tal y como lo denominaron, el rincón del concierto dedicado a los Beatles: plasmado con las interpretaciones del With A Little Help From My Friends –de los de Liverpool, ofrecida junto con Sidecars- y de su tema Beatles. Finalmente, el repertorio elegido, un tanto diferente del ofrecido en su visita de 2009 (algo siempre de agradecer), deparó hits como Lady Madrid, Aproximación o Todo, antes de aterrizar –en falso- con Grupies (aprovechando Rubén y Leiva la coyuntura para presentar y jalear a sus músicos como sólo ellos saben hacer) y ya, en serio, con Superjunkies: tema que devolvió al pasaje a tierra definitivamente. A un público que, qué grandes también Sidecars, disfrutó de una gran noche de música en directo.

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