HONORIS CAUSA, VENCEDORES DEL BERRI-ROCK 2010: LAS CRÍTICAS!!

Los burgaleses HONORIS CAUSA se alzaron el sábado 21 con el triunfo en la 3ª edición del BERRI-ROCK; así lo decidió finalmente el jurado, a cuyos miembros les costó elegir entre su propuesta y la de Jeimon Turk Band, formación más bisoña que, sorprendiendo a todos por el nivel exhibido, consiguió una más que digna segunda posición...

CRÍTICAS DE LA FINAL Y DEL CONCIERTO DE FIESTAS DE BERRIOZAR, CON LA PARTICIPACIÓN DE LOS DOS PRIMEROS CLASIFICADOS, DEBAJO DE ESTAS LÍNEAS!!

Berri-Rock 2010

Actuaciones de Jeimon Turk Band, Got Cash, , Dream Walker, Honoris Causa y The Monkey Company

Fecha: sábado, 21 de agosto.

Lugar: parque Ilargi, Berriozar.

Incidencias: final del certamen Berri-Rock, actuaciones de 20 minutos de duración. Asistencia muy escasa. Como colofón de la noche subió al escenario Khous.

El sábado de la semana de pre-fiestas fue el día grande del Berri-Rock, concurso que contó en su final con Jeimon Turk Band (atención a esta banda, clasificada en segunda posición), Got Cash, Dream Walker, Honoris Causa (los a la postre vencedores) y The Monkey Company, manita –si se nos permite- de bandas de gran variedad estilística, en líneas generales. La velada arrancó con el sorprendente buen hacer de Jeimon Turk Band, multiformación que comandada por una vocalista de cautivadora voz, se metió a todos en el bolsillo con el set de canciones presentado, articulado alrededor de una concepción del euskal rock que, aderezada por la aportación de los metales –en algunos de los temas-, demostró ser más que rica en ritmos, matices y vitalidad. Una pena que, frente a su potencial y las buenas vibraciones transmitidas, se interpusiera la realidad de una banda totalmente hecha, pues, en caso contrario, con permiso de Dream Walker –tal vez-, suya habría sido la victoria: la próxima semana seguiremos hablando de ellos. A continuación, con la difícil tarea no ya de subir el listón, sino de superarlo o mantenerlo, comparecieron Got Cash, banda que ofreció un pase muy lineal que, orbitando en torno del pop-punk, denotó lo siguiente, principalmente: que el verdadero motivo de que actuaran dicho sábado fue que no pudieran comparecer Efluxion (clasificados junto con los otros cuatro finalistas) ni Eraite, los primeros suplentes. ¿Qué queremos decir con esto? Que les queda tramo por recorrer, pese a que sus grabaciones suenen bien. Y que conste que nuestra intención no es desanimarles: más bien lo contrario, frente a quienes acostumbran a dorar la píldora gratuitamente; animarles a seguir trabajando. Y duro. Algo que demostraron estar haciendo con creces los siguientes en actuar, Dream Walker, sexteto que, asentado sobre el power metal o metal alemán, demostró ser una máquina de hacer heavy metal perfectamente engrasada: el porqué de que, presencia, imagen y actitud, estuvieran aquí defendiendo su propuesta, destilando sus temas melodías de gran intensidad y expresividad guitarrera; una pena, visto lo visto, que sólo dos bandas pudieran ser las elegidas. Que los siguientes, los burgaleses Honoris Causa, se cruzaran en su camino, cuarteto que, primero de los dos grupos foráneos clasificados en actuar, presentó sus credenciales por las sendas del punk rock más melódico, haciéndolo con tanta contundencia como pocas florituras y destilando total fuerza, limpieza y nitidez. Pese a que la voz del cantante fuese lo único que no terminó de convencer, demostrando ser musicalmente hablando de otra división, lo que les catapultó al triunfo. Algo que, por desgracia, no llevó a la victoria a los madrileños The Monkey Company, banda que, si bien demostró nivel y también sonó muy bien, plasmó sobre el escenario una macedonia estilística que, a caballo entre el rock más stone y el funk más chili pepper, evidenció estar excesivamente anclada en los patrones musicales de sus referentes musicales, no terminando de denotar personalidad propia de por sí: quedando en total evidencia lo dicho con la versión del Killing In The Name de R.A.T.M. ofrecida, hecho éste último, ofrecer versiones en el marco de concursos, que nunca entenderemos: y más si se cuenta con tiempo limitado para actuar… y con temas propios que ofrecer, a la vista de lo que en estos marcos transmiten las versiones: falta de confianza en los temas propios, al arriba firmante.

Y el próximo sábado, en el marco de las fiestas de Berriozar, concierto con Jeimon Turk Band (más que recomendables, y más en un espacio festivo), Honoris Causa (nuestra felicitación para ellos, por su condición de vencedores), D-Kuajo, triunfadores de la anterior edición del Berri.Rock, y Kaotiko. Allí estaremos otra noche.

Adrenalina y buen hacer

Concierto de Kaotiko

Fecha: sábado, 28 de agosto.

Lugar: parque Ilargi, Berriozar.

Incidencias: gala final del certamen Berri-Rock organizado por el Ayuntamiento. Como teloneros comparecieron Jeimon Turk Band y Honoris Causa. Asistencia bastante buena, público mayoritariamente joven que se mostró participativo.

Como premio por los éxitos cosechados en las semifinales del Berri-Rock, Jeimon Turk Band y Honoris Causa, segundos clasificados y primeros –respectivamente-, participaron el pasado sábado en el concierto de fiestas de Berriozar, ejerciendo de más que dignos teloneros para los invitados de honor, Kaotiko, y para los cabezas de cartel - en su condición de vencedores de la anterior edición del certamen-, los imparables D-Kuajo: una pena que en esta ocasión no pudiésemos verles, pero bueno.

Ante una asistencia que, paupérrima en un principio, nos llevó a pensar en lo peor, la noche, al igual que ocho días atrás, fue abierta por Jeimon Turk Band…. con lo que ello supuso nuevamente para ellos, pues volvieron a tener que lidiar con tratar de caldear la nevera que a esas horas era el parque Ilargi: cosa del desangelado aspecto que presentaba más que del fresco, algo que agradecimos tras las anteriores noches de calor. Tal y como hicieran una semana atrás, los autores de la canción de la fiesta de Sortzen del presente 2010 ofrecieron un pase que, si bien, más largo que aquel, dejó entrever lo mismo: un rodaje y una madurez musical impropia de las edades de sus ¡ocho! componentes, mostrando las composiciones ofrecidas, lejos del sota, caballo y rey -habitual en muchos casos cuando hay grupos noveles de por medio- un rico fondo de armario desde el prisma estilístico, a la vista de los ropajes que lucieron: distintos siempre, yendo del ska al el funkie pasando, cómo no, por el reggae, mas con un mismo fin: vestir la esencia de los temas, la cual, de indisimulable color fiesta, siempre fue la misma. Y sí, en una ciudad como ésta, rica en emergentes -y no tan emergentes- grupos de rock con imposibles pretensiones, nos convencieron; así las cosas, por la oxigenación de la escena, esperamos que tengan algo que decir. Lo mismo que, a otros niveles, los burgaleses Honoris Causa (¿qué hace una banda tan consolidada instrumentalmente compitiendo en certámenes como éste?), quienes desde el primer tema ofrecido marcaron el terreno. La diferencia. Y con otros como Cuando Todo Estalle o Mentira, con los guitarristas blandiendo sus más que afiladas hachas sobre la demoledora base rítmica (especial mención para la pegada y la espectacularidad del baterista), la explicación de que ganaran el certamen: con unas composiciones certeras y precisas, a caballo entre el punk americano y el pop rock más melódico. Y acto seguido, en medio de un ambiente genuino de concierto, ya ante centenares de seguidores, el momento por casi todos esperado, la actuación de Kaotiko: banda que, con un predicamento sobre los más jóvenes a prueba de bombas, no dejó frío a nadie en la presentación en Iruñerria de los temas de Reacciona!!!, su más reciente CD; a un público que, damos fe, reaccionó tan bien ante éstos como ante los viejos: ante composiciones legendarias como Guerra, Su Falso Mundo o Ansiedad (de la época de Fonta y los hermanos Aguayo en Kaos Etíliko) o En El Barrio De Latón, Paranoia o Preso 2023, de sus primeros trabajos como Kaotiko; frente a otras, más recientes, como Destino Escrito o Adrenalina, primera en sonar, y, ante nuevas como Quién Manda Aquí o Bienvenido Al Show. Bueno, y especialmente bien en la más que festiva recta final, apoyada en hits como Txupinazo (con guiño más que efectivo al Mierda De Ciudad, de Kortatu, incluido), la gran versión ofrecida del Y Ahora Qué de La Polla, paisanos, mentores en su día y maestros suyos, y Chiguagua, último en sonar, temas todos ellos que dejaron claro que como los citados músicos (reconocimiento especial para la referencial columna vertebral formada por guitarristas y bajista) han tenido maestros de lujo, se han graduado sin problemas. Que así han aprendido la lección, de lujo, esa que desde los escenarios imparten ahora cada noche: Kaotiko, pura adrenalina y buen hacer sobre los mismos, en verdad.