Como si de las dos caras de una moneda se tratase, el rock & roll, el pasado fin de semana, me dejó sensaciones encontradas. Claramente diferenciadas, enseñándome ambos lados: su potencialidad –traducida en acto una vez más- de poder ser vehículo portador y transmisor de cultura, por uno, y, desgraciadamente, la cara B del LP por el otro: la constatación del desprecio que dicho género sigue sufriendo por parte de las instituciones. Así las cosas, mientras BARRICADA llenaba hasta la bandera el jueves 5 la librería ELKAR de Iruñea con motivo de la presentación de su tan inmenso como intenso LA TIERRA ESTÁ SORDA (bueno, de la clase de historia que, musicada y con lenguaje perfectamente inteligible, impartieron dicho día), al tiempo que ROBE INIESTA, cerebro y voz cantante de EXTREMODURO, llena asimismo las librerías de gentes ansiosas por comprar su más que recomendable libro EL VIAJE ÍNTIMO DE LA LOCURA (qué gran trasfondo filosófico el suyo, el del autor y el del libro : ver comentario a pie de entrada); al mismo tiempo que, en cualquier lugar ahora mismo, algún chaval pasto del fracaso escolar (¿o habría que decir “del fracaso del sistema educativo?”) está cantando poesía de GARCÍA LORCA o MIGUEL HERNÁNDEZ con cuerpo de canción gracias a MAREA o REINCIDENTES, a la vez, al día siguiente, pude comprobar de primera mano lo siguiente: cómo, en medio de una impresionante permisividad –o dejadez- en lo que a desaforado consumo de alcohol por parte del Ayuntamiento de Pamplona/Iruñea se refiere, cómo desde dicho Consistorio se saboteaba el volumen del concurso de bandas noveles de la Carpa Universitaria, teniendo que actuar los grupos participantes… ¡a 90 decibelios!, ignorándose desde la citada instancia que el volumen es algo inherente a la música rock: lo mismo o tanto como el frescor pa´ los refrescos. Vamos, que a éstos les pides una coke a 40 grados y te la sirven del tiempo. Bueno, y el sábado 6, de madrugada, cómo distintas policías, diferentes representaciones del policromatismo policial de Nafarroa, merodeaban por el polígono industrial de Villava, ¿para prevenir alunizajes? No, no alucinemos en colores: cosa de que por allí actuaban BERRI TXARRAK, el grupo musical navarro (por más señas) que más lejos ha llevado el euskera, a nivel mundial, eso tiene que escocer; la banda, junto con SOZIEDAD ALKOHOLIKA, más aclamada por la crítica y censurada por la caterva mediática española y, curiosamente, junto a los citados S.A., uno de los fichados en 2009 por el poderoso sello yanki ROADRUMMER RECORDS. Y es que qué nivel. Qué nivel de incultura el del poder local, aldeano a más no poder: tan grande como el nivel cultural en general de nuestras bandas, algo que, a todas luces, no gusta a los que mandan. Algo, el que la gente piense por sí misma, que les asusta ya sólo como posibilidad: he aquí el porqué de que el poder en general, bajo la apariencia de que se trate (silenciamiento de ciertos discos, sabotajes, entorpecimientos varios o prohibiciones a la hora de tocar o, en los peores casos, criminalización y paso por la AUDIENCIA NACIONAL), por el motivo que sea, trate de acallar a nuestros grupos. Recurriendo para ello, como hemos podido ver desde 2002, incluso a la contaminación de las bandas con la denominada “violencia”… Así pues queda dicho, qué cultura e incultura, en verdad.
EL VIAJE ÍNTIMO DE LA LOCURA: ensayo novelado de sencilla y agradable lectura en el que, al igual que en la vida cotidiana, parece no pasar nada.... al tiempo que pasa todo, la vida incluida. Mientras que, al igual que en la existencia real, a cada cual o ante cada cual pasa todo y de todo, según optemos por vivir la propia vida, dejar pasar los días de manera mecánica y rutinaria o, peor y totalmente a la orden del día, por sentarnos a ver pasar delante nuestra las de los demás. Ideal para reflexionar sobre ello y hacer pensar.
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