Caníbales tocando
thrash
Concierto de Legalize Murder
Fecha: sábado 28 de junio.
Lugar: bar Krawill, Iruñea
Intérpretes: Legalize Murder, formación integrada por Trul, a las guitarras y a las voces, Javi Palm Mute, a la guitarra, Aitor, a la
batería, y Mikel, al bajo y a los coros. Incidencias: presentación de The murder diaries, primer CD del grupo.
Asistencia aceptable, público participativo; 1 hora y 10 minutos de duración.
Formados
en Iruñea en 2009 con la firme intención
de tocar thrash metal sin concesiones, Legalize Murder presentaron su primer CD el último
sábado de junio en el Krawill, incomparable marco para tan demoledor menester.
Y a pesar de que la brutalidad esgrimida por el thrashcore &
metalcore
facturado no cogiera por sorpresa a nadie, damos fe de que la banda
sorprendió a propios y extraños dicha noche: con mordiente, yendo a morder todo
el tiempo, cosa de la seguridad y de la compenetración de que hicieron gala, llamando
nuestra atención sobremanera la naturalidad con la que sacaron adelante la
descarga.
Condicionado
el inicio del concierto, cómo no, por la conclusión del partido Brasil – Chile, los músicos, muescas de
rojo sangre tiznando sus caras y antebrazos, comenzaron a marcar bíceps desde
el principio. De forma más contenida –que no comedida- en la intro (como si quisieran enseñar la
puntita antes de clavar hasta el fondo primera y demás marchas) y poniendo sin
remisión los puntos sobre las íes desde entonces, sirviéndose para ello
de los riffs
tan acerados como acelerados sobre los que construyeron sus canciones; unas
composiciones erigidas sobre el explosivo hacer de la base rítmica y el
salvaje proceder de los desbocados jinetes
encargados de las guitarras, brutalmente rematado todo por la desgarradora voz
de un vocalista y guitarrista, Trul, que
encontró en su compañero Javi el más que perfecto contrapunto a su labor. A su
bronca, desequilibrante y desafiante forma de expresarse cuerdas de acero y
vocales mediante, perfectamente secundada su voz por la del bajista, en todo momento al quite.
Legalize
Murder, sin paliativos: avanzando en progresión geométrica por los senderos del
metal. Ganando enteros y más el canibalismo sonoro por ellos practicado, brutal,
con los músicos, mención especial para Javi, amo y señor de las 6 cuerdas, bordándolo y desbordándose con avaricia. Saliendo
continuamente victoriosos de sus lances con sus instrumentos, tantas veces como
canciones detonaron: las incluidas en el CD más una tremenda versión del Nos vimos en Berlín, de Soziedad
Alkoholika. Y todo ello frente a un público que, sin arrugarse ante tamaño
bombardeo, en vez de buscar refugio fue al encuentro de las bombas, cabeceando
y disfrutando con fuerza del crepitar de las canciones. Un público que si no
dijo nada después de algunas de las interpretaciones, tal y como hizo ver el
frontman, tal vez fue por lo siguiente: porque noqueado por tan agresivos
bofetones, se quedó sin palabras. Y es que, puro frenesí en clave del mejor thrash (apellidado metal, core o como se
quiera), no fue para menos la descarga. Seguro que más de uno se levantó el
domingo con agujetas en el cuello. Buena señal.
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