ATTIKUS FINCH es una banda de rock creada en Pamplona/Iruña a finales de 2008, aunque no fuese hasta 2011 cuando, tras un par de cambios en sus filas, con la maquinaria perfectamente engrasada, empezara a funcionar. 2012 fue un gran año para ellos, pues dieron numerosos bolos, tanto por nuestra geografía como por diversos puntos del Estado. Además, resultaron ganadores del primer Certamen Musical de Huarte, Villava y Burlada, e incluidos en el recopilatorio de Last Tour Internacional Rock Party Vol. 2.
A finales de ese mismo año entran en los estudios Alakrania de Pamplona para producir el que sería su primer LP. El disco, completamente autoeditado, salió en abril de 2013, siendo su título La Mancha Humana; mediante el mismo intentan hacer especial hincapié en el contenido de las letras, que aborda todo aquello que deja huella en nosotros: ya sea desde una perspectiva más lúdica y desenfadada, ya desde un enfoque más serio. A lo largo de las 10 canciones que integran el trabajo se advierten las señas de identidad de ATTIKUS FINCH: rock de corte anglosajón cantado en castellano, sin ningún tipo de restricciones estilísticas y sobre una poderosa base rítmica.
Pildorazos de rock funk
Concierto de Attikus Finch
Fecha: sábado, 16 de noviembre.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Attikus Finch, quinteto formado por Gorka,
a la voz, Javi y Eneko, a las guitarras, Iñaki Puli, al bajo, e Iker, a la batería
Incidencias: presentación de La
mancha humana, primer CD de la banda. Hora y 15 minutos de duración. Asistencia muy buena, público
participativo.
El pasado fin de semana, en medio de la vorágine
sísmica de conciertos que sacudió Iruñea y comarca, también hubo lugar para una
concepción del rock de porte muy especial: el facturado por Attikus Finch; a
tenor de lo visto en Black Rose, demoledor engranaje de funk & roll dicha
formación. Poderosísima banda de rock & funk –tanto monta monta tanto-, sin
que el orden de los factores altere lo más mínimo el resultado final. Sin que
alterara la actuación que presenciamos, toda vez que, elevado a la potencia que
se quiera, a ello sonaron a partes demoledoramente iguales Attikus Finch, a
rock y a funk.
Vencedores en 2012 del primer Certamen Musical de Huarte, Villava y Burlada, con CD en la mochila desde
primavera de este año, la mancha –de corte musical- llamada a expandirse cual
si de una de aceite se tratara desde el escenario comenzó a hacerse visible
bajo los arrebatadores ritmos de los dos primeros temas del disco, A la deriva y Piernas y disparos, perfectamente detonados ambos por Gorka:
vocalista que, derrochando inmensidad e intensidad, dejó entrever sus virtudes
durante toda la actuación, sobresaliendo enormemente tanto a la hora de cantar
como a la de vivir en primerísima persona todas y cada una de las
interpretaciones; haciendo bueno en perfecta comandita con sus compañeros ese
slogan que pregona lo que parece ser la marca de su grupo: flujo y sudor. Rock & Roll attitude!!
Con los cinco frentes sonoros sobre los que se asienta el hacer del
quinteto cubiertos a la perfección, el goteo de temas nuevos prosiguió con Animal de compañía, concebido
–rotundidad incontestable de por medio- para hacer bailar hasta a los muertos,
encontrando su lugar acto seguido, tras visitar dos temas viejos, los asimismo
incluidos en el CD McNulty y Retrospectiva: al igual que cuantos
sonaron, Marcas y La misión –camino del final (ciñéndonos
tal y como lo estamos haciendo a los temas nuevos)-, erigidos sobre una música de revelador regusto
americano –en ocasiones-, sureño, y contundentemente interpretada siempre. De
manera aplastante, sin fisuras ni concesiones. Sobre un rock con impronta
propia en el que energía y melodía demostraron caminar de la mano traduciéndose
en vitamínicos pildorazos. En
gruesos pelotazos de respetables calibres certeramente lanzados sobre unos
asistentes para quienes no pasaron desapercibidos, conformando una mancha
sonora de huella tan enérgica (en cuanto a la energía que demostraron encerrar
las canciones) como energética, haciendo
referencia a la que generaron y liberaron, perfectamente rematado todo ello ya
en los bises por Despertar.
Apuntando alto. Protagonizando un concierto sin mancha. Sin tacha alguna,
así vimos a Attikus Finch, banda merecedora de la mejor de las suertes,
atendiendo a su directo: fruto de la especial conexión artística de sus
integrantes, manifestándose la magia de su música sobre el escenario
rotundamente encauzada, canalizada y resuelta. Con inusitada soltura y
grandeza: y ello pese a no poder tocar todo lo que quisieran, toda vez que
Iker, su baterista, también forma parte de Habeas Corpus y Riot
Propaganda. Intachables, en Black Rose.
ATTIKUS FINCH, NUESTRA RESEÑA DE LA MANCHA HUMANA!!
Uno, usuario
habitual de discman y devorador compulsivo de discos, se ve acechado por la
siguiente tentación cuando le da al play;
tras darles una oportunidad a los primeros temas, pulsar el botoncito de saltar
de una a otra canción si no le convence lo escuchado. En cambio, si me
convence, obro de modo muy distinto: pulsando el de subir el volumen. Así pues,
es fácil deducir cuál fue mi proceder en este caso.
A finales de 2008 dos sujetos contactan con otros dos; el
encuentro se produce en un frío local de ensayo y la chispa salta de inmediato:
hay química entre los cuatro. Con el tiempo ven necesario ponerle nombre a la
banda, adoptando para ello el del protagonista de la novela y película Matara
un Ruiseñor: ha nacido Attikus
Finch. Poco tiempo después un quinto individuo queda incorporado al
proyecto. Ahora, 2013, tras años de
ensayos, rodaje y algunos cambios en sus filas, el quinteto ve publicado
su primer CD, La Mancha Humana.
Intensidad y
actitud donde las haya, el disco ofrece 10 canciones que, apoyadas sobre una
poderosa base rockera, destilan regusto funky a raudales, conformando una
auténtica bomba de funk & rock. Dejando entrever lo que es Attikus Finch,
una poderosa banda de funk & roll. La gran formación erigida alrededor del
funk que ya estaba demandando la escena. La escena… estatal: así lo indica la
escucha de La mancha humana,
canciones vacilonas, fibrosas y redondas. Con volumen. Rock conjugado con funk,
swing o lo que se tercie elevado a la potencia que se quiera. Attikus Finch, buenísimos
músicos y buenísimas canciones. ¡Máximo volumen!
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