Formados en Estella – Lizarra en 1991, reinventados
como grupo en el año 2000 y lejos de los
escenarios, en sus cuarteles de invierno, desde 2006, los legendarios FLITTER saltan en este 2013 a la palestra por dos
razones: su vuelta a la escena y la publicación de Rabioso, el CD que os estamos presentando. La posibilidad del
regreso comenzó a planear en 2012 sobre las cabezas de Javi Zurbano,
guitarrista y compositor de la banda; Carlos Elizaga, batería, y Miguel Leoz,
vocalista, y se consumó el pasado mes de julio en Sanfermines. Actualmente la
formación de Flitter se completa con la incorporación de Unai Lage, al bajo.
La grabación de Rabioso, 7º disco de FLITTER, se fraguó en tres estudios
diferentes: María House Studios, donde se registraron bajos y guitarras; CM 78
Studios, donde quedaron plasmadas las baterías, e Imán Studios, siendo en estos
últimos donde se grabaron las voces y se llevaron a cabo las mezclas. Acerca de
las labores de grabación, producción y mezclas diremos que todas ellas
recayeron en Frank Ramírez. El resultado final, Rabioso, ve la luz de manos del sello MALDITO RECORDS.
Aunando ganas, frescura y la experiencia
acumulada a lo largo de más de veinte años, con cosas que decir y unos objetivos
claramente definidos, FLITTER han acertado plenamente a la hora de plasmar en Rabioso el espíritu que siempre les
caracterizó; y lo han hecho como mejor saben hacerlo: a camino dicho espíritu
entre el punk y lo ‘quinqui’, rockeando por derroteros rabiosamente metaleros. De
lo más enrabietados, dando forma a un disco que, cosa de unas letras críticas y
antiautoritarias, irradia rock callejero especialmente acerado, sonando en función
del latido de los temas más o menos acelerado. En cualquier caso, enseñando en
todas y cada una de las canciones unos dientes incisivos, afilados. Tanto como
las guitarras de Javi, enormes. Enormemente poderosas, contagiando sus riffs irresistible poderío a unas
canciones poderosamente desarrolladas sobre la contundente base rítmica y
rubricadas a la perfección por la portentosa voz de Miguel, la guinda final del
pastel. Unas canciones, once en total, entre las que encontramos ocho nuevas (Egoman, Satisfeision, Putas del poder, Cerdo,
La mala educación, Suéltate, Corre y Ponte en pie) dos rescatadas de
anteriores trabajos, grabadas nuevamente (Aceite
tóxico, del primero, y Más volumen,
de La vida ke kochina es) y una
versión de Autosuficiencia, de
Parálisis Permanente. Unos temas crudos y directos, de letras escupidas hacia
fuera, por medio de los que FLITTER propinan a lo largo y ancho del disco continuas
dentelladas en to´l hachazo, tal y como siempre les gustó decir para
referirse a dar en la diana o hacer blanco.
Imprescindibles entre la década de los 90 y los
primeros años del siglo XXI, la espera ha terminado para FLITTER, así que cuidado
con ellos. FLITTER, perros viejos ansiosos
por seguir haciendo historia, con el depósito cargado, el cuentakilómetros a
cero y los colmillos afilados. Con hambre canina, nuevas canciones e ilusiones
renovadas, explosivo cóctel. Cuidado con los FLITTER, rabiosos como están: a
punto de saltar a morder.
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