Bajista de vocación y formación,
nacido en 1968, el año de los hippies –según nos recalca-, el vecino Javiertxo
Pintor, el Txo, celebra en este 2013
sus primeros 25 años en el mundo de la música; sus primeras tres décadas
–realmente-, si tenemos en cuenta que, si bien comenzó como músico profesional en
1988, fue en 1983, a la edad de 15 años, cuando hizo sonar su primer bajo.
Profesor, músico de estudio y de
directo y titular de las 4 cuerdas en numerosas bandas, a la vista de tan
significativo aniversario quedamos con él con objeto de echar la vista atrás y
repasar su prolija trayectoria. Y promiscua, teniendo en cuenta su sinfín de
colaboraciones y participaciones en diferentes proyectos. Con el fin de preguntarle
–asimismo- por su gusto por el rock y su pasión por el flamenco. Por su
presente en Ciclonautas, banda en la que estos días está totalmente
involucrado, estando previsto que en otoño vea la luz su primer disco…
25 años ya como bajista profesional,
¿De dónde surge la vocación?
Todo comenzó de txiki, pues mis
padres escuchaban mucha música negra; a mi madre le encantaba James Brown, y
deseaba que yo fuese músico. Quería que tocara el piano, el saxofón o la
batería. El día que le dije que me había comprado un bajo le di el disgusto de
su vida.
¿Cómo comienzas a interesarte por
el bajo?
Escuchando como se escuchaba en
casa música negra, su sonido me sedujo totalmente. Tocar esto tiene que ser la bomba, pensaba para mí.
¿Bajistas de referencia?
Larry Graham, con el que sigo
flipando, y de Pamplona, Mikel Morote, profesor con el que aprendí a tocarlo
¿Estudioso de tu instrumento, así
pues? Sí. Comencé en plan autodidacta, pero tras estudiar con Mikel hice un
curso en Madrid con Víctor Merlo, bajista de Ana Belén. Eso sí, siempre que me
he apuntado a cursillos lo he hecho sabiendo lo que quería; con las cosas muy
claras. Y a partir de lo que aprendía, en casa me buscaba la vida.
Sobre los escenarios, se te ve
igual de a gusto tocando rock que flamenco; acerca de tus gustos musicales
personales, ¿qué fue antes, el flamenco o el rock?
Siendo de la Txantrea, que me
guste el rock es evidente, ¿no? Dentro del rock, lo que me ha gustado desde
siempre ha sido el funk. La culpa de que me apasione el flamenco fue de Javier
Ruz y de Carlos Itoiz. Cuando fui consciente de mis inquietudes por el
flamenco, cogí un bajo, le quité los trastes y me hice un bajo fretless; ya había
visto tocar a bajistas como Benavent, que se inclinaba por bajos sin trastes, y
me decía, “este sonido, para el
flamenco, tiene que molar: voy a enredar”. Javier y Carlos me explicaron los diferentes palos y poco a poco la magia
del flamenco me atrapó. Me gusta a rabiar.
En tu trayectoria podríamos diferenciar
igualmente dos ramales, los grupos en los que has participado como fundador y
las bandas de las que has formado parte como músico contratado.
Estoy abierto a todo tipo de
colaboraciones. Unas veces me llaman de estudios de grabación para trabajar
como músico de sesión, y otras, para hacer tapones:
esto es, galas como músico contratado o mercenario.
¿Cuántos grupos propios?
Mi primer grupo fue Txuntxun con
Soda, y el segundo, Más allá. Más tarde trabajé con Alfredo Espinal, compositor
de Pamplona de música electrónica, y después con otro compositor, Iñaki Aritza.
Después llegaron grupos como Al Aska, Konfusion, La Venganza de la Abuela, Ja
ta Ja, La Negra de la Txan, Caliu – H, Zambra, Esencia Flamenca, Hueso y
Peyejo, Calle 3 o Ciclonautas… Y Kontuz
Hi!, también toqué con ellos. Entré en dicho grupo en 1985, después de su
inclusión en el disco de los 4, con
Kortatu, Cicatriz y Jotakie. Tenía 17 años. A la batería estaba Óscar
Ormaetxea, compañero mío posteriormente en Konfusion y en La Venganza de la
Abuela.
¿Qué requisitos hacen falta para
que Txo se involucre en un proyecto?
Que el repertorio sea bonito y la
música me llame la atención. He trabajado con gente como Pedro Planillo, John
Kelly y Maite Itoiz o Antonio Fidel y Juan Carlos García, bajista y baterista
respectivamente de El Último de la Fila. También he colaborado con la
compositora francesa Khaty Claret, con Rosendo Mercado, Miguel Campello El Bicho o El Cabrero.
¿Cuántos discos has grabado?
Dos con Konfusion, tres con Ja ta
Ja (más uno con Ja ta Ja y Kutxi Romero), y a cada uno con La Venganza de la
Abuela, Naiara Ruz, Pedro Planillo, Tipitako y Los Condes. Y uno con
Ciclonautas, que esperamos que esté en otoño en la calle.
La última banda en la que has
recalado es Ciclonautas. ¿Cómo se produjo el contacto?
Tras hacer un bolo con la Negra
de la Txan en Black Rose, hablé con Alén, sabedor de que se había juntado con
Mariano y que estaban montando algo. Siempre he sido muy fan de Mariano, y con
Alén tenía verdaderas ganas de trabajar. A mí me encantan los tríos, la formación
básica del rock & roll. Currar con los dos es muy cómodo, las canciones son
una gozada y me lo estoy pasando muy bien.
Háblanos del CD que habéis
grabado.
Tal vez esté mal que yo lo diga,
pero creo que es el mejor disco de rock que he grabado en mi vida. Y he tomado
parte en unos cuántos. Fuimos con todos los temas, veintidós, muy bien
ensayados, la música ha quedado muy potente: y más tratándose de un trío. El
punto que da Mariano con su voz a las canciones, el toque argentino que transmite,
es alucinante. Estamos con muchas ganas de presentarlo y de empezar a tocar.
Txo, ¿Se puede vivir de la
música?
Se intenta, a salto de mata. Si
te lo sabes hacer y no te marcas grandes metas, sí, aunque vamos a dejarlo en
que se puede subsistir. Yo, además, tengo un pequeño estudio de grabación, 100%
Records, donde hago mis cosillas. Por ahí han pasado artistas como Mi Primo el
Chicharachero, Tipitako, Carlos Urroz o Nebari Cuarteto.
¿Algún proyecto más a la vista?
Para conmemorar estos 25 años quiero
juntarme con toda la gente con la que he trabajado y sacar un disco; no con
intención de venderlo, sino de regalárselo a todos ellos. Quiero darme ese
capricho.
Me gusta la entrevista preso 2023,ya tu sabes....
ResponderEliminarJAJA
ResponderEliminarSiempre grande Javiertxo. Maestro.
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