MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

29/1/12

GENE CATS, MUY GRANDES EN BLACK ROSE!!




Gene Cats nace como banda de rock inspirada en el sonido del rock & roll clásico de los cincuenta; todo comenzó cuando Álvaro y Fran, ex componentes de los Booguie Times, se juntan con Javier y Mikel, ex integrantes de The Clarets, quedando así formada la base del grupo. A continuación desembarcaría en el mismo Goyo (procedente de Crazy Legs) y finalmente Martín, iniciándose así la andadura de Gene Cats.
Influenciados tanto por los clásicos (Elvis Presley, Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Gene Vicent) como por artistas como Stray Cats o Los Rebeldes (a quienes talonearon en 2011 en Tótem) Gene Cats comienza a componer temas propios cantados en castellano, mezclando en los mismos sus seminales influencias con un toque swing; ¿el objetivo? Crear su propio sonido: el sonido Gene Cats.
Caracterizados por un sonido fresco, erigido sobre una importante presencia del piano y una sugerente combinación de rock clásico, swing y boggie, pronto se hacen con una fiel legión de seguidores, iniciándose una época de conciertos que encontró su culminación en la publicación de un CD, Are you Ready for us?
En 2009, por diferentes circunstancias, la banda detiene temporalmente su actividad, retomándola en 2011: año en el que repensado y reconstituido el grupo, vuelven a los escenarios. La imagen de Gene Cats en directo es impagable, recordando sugestivamente a las bandas de los orígenes del rock & roll.


27/1/12

SE CONSUMÓ LA VUELTA DE ULTIMATUM: LA CRÍTICA!!


Mi primera vez con Ultimatum fue en 1984. En diciembre, en plena antesala navideña. Dicho encuentro con la banda de Kutxa, Koko, Bolitxe y Potxeta tuvo lugar un sábado, a hora temprana. En el marco de un concierto de protesta contra alguna decisión municipal. Sobre el mediodía, con ellos en la plaza consistorial sobre un tablado  compartiendo brega con bandas de la época como Porkería T o los perennes Barricada: “que hace un alcalde como tú en un sitio como este… Balduz, fatal, siempre con problemas”, cantó el Drogas, versionando a Burning, aquella fría mañana. Poco más recuerdo de aquel concierto: si acaso, que no llegó a terminar. O tal vez sí, pero como el rosario de la aurora, intervención mediante de las Fuerzas de Seguridad. Como tantas veces sucedía por entonces, en una época en la que todo estaba por descubrirse y por hacer, el rock incluido, y en la que reivindicación, espíritu festivo-rupturista y canciones iban de la mano. A partir de 1985 fueron varias las veces que mis ojos quedaron como platos siguiendo la urgencia de Ultimatum, llegando a ofrecer sus broncos conciertos los  citados, los R.I.P. de Iruñerria en mi opinión, incluso sobre el quiosco de la plaza del Castillo (en unas tres ocasiones), en Lumbier (en medio de un gran escándalo, con motivo de la presentación de la cinta Iruña for Katakrak), en la plaza de Nabarreria (protagonizando una sonada actuación que terminó disuelta a pelotazos) o en el Bidezarra de Noáin, abriendo para Kortatu, Cicatriz y La Polla Records. 1986 fue un año decisivo en todos los sentidos para ellos: para lo bueno y para lo malo; ¿lo mejor? El hecho de que tocaran en Carnavales programados por el Ayuntamiento (la vieja estación de autobuses fue testigo de lo dicho, por increíble que pueda parecer) o que tomaran parte en un disco compartido, formato realmente al uso en la época: en el denominado Condenados a luchar, aportando dos canciones: Ciudadano anormal y Sacrilegio. O su participación el 14 de julio en un contra-concierto organizado por las txoznas sanfermineras en boicot a otro organizado en Antoniutti por el Ayuntamiento, liderando el cartel Eskorbuto: sí, contratados por el Consistorio, habéis leído bien; o, para acabar, el bolo que representó nuestra última vez, otoño de dicho año, en el viejo frontón de Atarrabia. ¿Lo peor de todo? La constatación de que aquello, pura materia bronca en estado bruto, no podía durar mucho. La inestabilidad de los últimos tiempos, trayendo ciertos polvos dichos lodos. El final de la aventura, pese a que 1987 viera un último intento de relanzar la nave en fiestas de la Chantrea: enclave en el que, como si de los restos del naufragio se tratase, comparecieron la mitad de Ultimatum y la mitad de Porkería T bajo el nombre de Última Porkería, protagonizando una única y última  actuación. Finalmente, como trágico broche final, la muerte en 1994 de Bolitxe, condenado a luchar contra algo contra lo que no podía…
Junio de 2011. Veinticinco años después, cuando pocos se acordaban de ellos, un buen amigo, enorme sonrisa en ristre, me comentó que se iban a juntar los Ultimatum: una indefinible mezcla de incredulidad y alegría me envolvió, imponiéndose esta última.  Una alegría que, cada vez mayor a tenor de la exhibida por mi interlocutor, pronto despachó a su primera compañera: ¡la de veces que analizando el actual devenir de la escena, comentando los regresos de viejas bandas día sí, día también, concluíamos  nuestros devaneos con esta frase: ¡ya sólo falta que vuelvan los Ultimátum!
Pues bien, ya están aquí. El reencuentro de Ultimatum con su pasado y de quien suscribe estas líneas con parte de la banda sonora de su vida tuvo lugar el 26 de julio, en las salas On-Off. Allí, expectante, fui testigo de excepción de la reunión de Kutxa, el vocalista, y Potxeta, el baterista, con Julián y Gaizka, los nuevos guitarrista y bajista. Del primer ensayo de los renovados Ultimatum, y ¡cómo sonó el único tema que tocaron! ¡Qué grandes Kutxa y Potxeta, con semejantes fichajes respaldándoles! “Parece mentira, esto suena como un trueno”: parafraseando el comentario que el inmortal Eskroto dejara para la posteridad en Antes de perder el riego, álbum con el que en 2003 quedara zanjado el regreso de Tijuana in Blue, he aquí que podían haber dicho al respecto. Y vaya que si sonó con fuerza Lucha por tu patria, dicho primer tema, representando la llegada de Julián lo que la de Goar Iturrieta a Cicatriz, a finales de los ochenta: la contundencia perfecta. Y vaya que si, mes a mes, comenzaron a hacerlo los demás. Unos temas cuyas letras, en otro orden de cosas, mantienen intacta su vigencia, pues las cosas, si han cambiado algo desde que la banda colgara los instrumentos, lo han hecho para peor. Así pues, ¿qué decir de las canciones? Que siguen sonando tan frescas como siempre. Realmente preclaras, provocativas y punks. Como fue siempre Ultimatum. De su mano, fuera de toda duda, vuelve el punk.







Más allá de la vida

Concierto de Ultimatum


Fecha: viernes, 27 de enero.
Lugar: AKE, Chantrea.
Intérpretes: Ultimatum, formación integrada por Kutxa, a la voz, Julián, a las guitarras y a los coros, Gaizka, al bajo, y Potxeta, a la batería.
Incidencias: concierto organizado con motivo del regreso de la banda. 55 minutos, bises incluidos. Lleno, público de distintas edades que disfrutó de la actuación.

25 años después de que se diluyera (más que de que se separara) la banda, los seminales Ultimatum demostraron que es posible la reencarnación; que hay vida no ya tras la muerte, cosa harto difícil de demostrar, sino más allá de la vida, el más difícil todavía: algo que, comandados por los supervivientes Kutxa y Potxeta, demostraron dicho viernes, llenando de expectación y personal AKE.
Cosechando un llenazo que, tomen buena nota parte de las bandas actuales, denotó a las claras que el hambre por ver a viejas formaciones de Iruñea, corroborada nueve años atrás por el apoteósico regreso de Tijuana in Blue, tiene alguna razón de ser, no habiendo decrecido en absoluto. No habiendo remitido en el público, por las razones de que se trate, las insaciables ganas de revivir emociones musicales como las sentidas en los ochenta, años en los que el punk practicado en la ciudad (además de por bandas como las citadas, por otras como Porkería T o los primeros Dekadenzia) era sinónimo de actitud. Una década en la que la carencia de medios era sobradamente sustituida por la abundancia de ideas, bien preciado, a día de hoy; la falta de tecnología, por una chispa, una determinación y una frescura, salvo en casos como el de Lendakaris Muertos, muy difícil de encontrar. Pero bueno, quienes lo quieran ver, que lo vean, y los que no… Ya lo verán. En cualquier caso, un último apunte al respecto; dentro de veinticinco años, ¿cuántas canciones de grupos actuales sobrevivirán? Las de Ultimatum, pura chispa ochentera, sí lo han hecho. En su totalidad. Todas han aguantado el paso del tiempo, tal y como en AKE lo pudimos comprobar.
Con Julián Valverde a las seis cuerdas, recreando a la perfección el sonido forjado en su día por Bolitxe; comandados por Kutxa, provocador nato que fue metiéndose en su papel de manera progresiva, la reaparición de Ultimatum cobró forma con Sacrilegio, uno de los dos temas que grabaron en 1986 para el LP Condenados a luchar, prosiguiendo con otras incluidas en diferentes maquetas de la época, antes de  brindar Ciudadano anormal, hit también incluido en dicho recopilatorio: unas canciones que, sencillas y efectivas, rotundas cual puñetazos en la cara –más que sobre mesa alguna  únicamente- demostrando que las crestas, pasto de modernos y futbolistas en los actuales tiempos, continúan afiladas en las almas de muchos. En pie de guerra, dejando claro los Ultimatum con su repertorio, integrado además por títulos como Parásitos (pura bronca musicada en clave oi!), Putos modernos…, (versión de un tema de Peter and the Test Tube babies, popularizado años después por Parabelum como Bonka en el bar), o No al estado policial, cómo era el punk de los ochenta: género –o degénero- que contó con importantes ramificaciones en Iruñea, siendo la cara A de lo dicho el atemporal reconocimiento cosechado por bandas como las nombradas y la cara B, el hecho de que la ciudadanía también pagara su tributo. Literalmente hablando, más allá de imágenes y metáforas: muertes como las de Bolitxe o Eskroto nos lo siguen recordando, vayan por ellos estas líneas. ¿Que Kutxa se fue metiendo poco a poco en su papel, hemos comentado? Bueno; dejémoslo en que de manera progresiva fue sacando a relucir su verdadero yo –más allá de papel alguno-, volver a ser el cantante de Ultimatum: algo que remató con sendas versiones de temas de Cicatriz y R.I.P., antes de cerrar con la más que vigente, por desgracia, Ley antiterrorista. De dar por concluido un concierto de una banda que, en su regreso, dará que hablar. Estamos seguros de ello.



Y aquí abajo, en directo. Frontón BIDEZARRA  de Noáin, abriendo para KORTATU, LA POLLA RECORDS Y CICATRIZ.

25/1/12

NUKORE EN EXPLOTÓ EN BLACK ROSE! LA CRÍTICA!!



NUKORE es una banda de metal alternativo o nu metal surgida en Vitoria/Gasteiz en 2004, habiendo pasado desde entonces sus integrantes un incontable número de horas en la bajera. Dándole tiempo al tiempo y dándose tiempo a sí mismos. Formándose en primer lugar como músicos y, a continuación, dando forma a sus canciones. En suma, tratando de hacer las cosas bien.
Como resultado de tan meticuloso proceso, 2011 trajo la publicación de su álbum debut, The sun will rise. En constante evolución, en dicho trabajo es fácil adivinar por dónde van los tiros en lo que a influencias respecta: siguiendo la estela de grandes como Limp Bizkit, Korn, Deftones, Faith No More, Rage Against the Machine o Metallica.






Nu metal, maneras y credibilidad

Concierto de Nukore


Fecha: jueves, 26 de enero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Nukore, cuarteto formado por Aitor, a la voz; Ander, a la guitarra, Txino, a la batería, y Unai, al bajo, a los coros y segundas voces.
Incidencias: presentación de The sun will rise, primer CD de Nukore. 1 Hora aproximada de duración. Asistencia discreta, público participativo.

El pasado jueves las puertas de Black Rose se abrieron de par en par para Nukore, banda surgida en Vitoria/Gasteiz en 2004 que, con un CD en el bolsillo, The sun will rise, y con la idea de entrar a grabar otro rondando ya sus cabezas, pasó por Burlata cual huracán: cosa del concierto detonado. De la explosiva actuación ofrecida, no dejando indiferente a nadie.
Ante una asistencia más discreta que otras registradas en el local (aun así, pensamos que aceptable teniendo en cuenta factores como que estemos en enero… y a finales de mes), la banda ofreció su incendiario directo sin contemplaciones. Yendo a saco. Al rojo, no importándole lo más mínimo el hecho de que apenas se hubiesen dado cita unas decenas de personas. Directos a la yugular, yendo desde el principio a dar con sus deflagraciones: con unos temas que, extraídos del CD que presentaron (salvo un par de inéditos ofrecidos en la recta final), exhibieron impúdicamente texturas verdaderamente guiris. De poderosísima factura los mismos, arrojo y actitud a espuertas en todo momento por parte de los músicos, un sonido tan gordo como internacional: cosa, con permiso de la más que solvente base rítmica, de los latigazos sonoros propinados desde la guitarra por Ander, músico que actuó sentado por estar convaleciente de una lesión de rodilla y que incluso rompió una cuerda en el fragor de la batalla: algo que, visto lo visto, no nos extrañó. Bueno, haciéndolo más bien lo contrario, que otros, como el baterista, no rompiesen nada. Y hablando de los miembros del grupo, no podemos obviar al vocalista, el cual, de voz imponente y muy rica en registros, tal vez al día siguiente de los conciertos tenga agujetas en el cuello, tal y como demostró vivirlos. O tal vez no... Pero por la costumbre: un cantante que incluso nos llevó a rememorar al gran Matxet, legendario frontman de unos grandes de la escena de los noventa: Jousilouli, formación injustamente olvidada y a reivindicar. Además, en parte, por ahí fueron los tiros desde el prisma estilístico, a caballo entre la estela de los citados y el hacer de bandas extranjeras como Deftones, Nailbomb o Rage Against the Machine.
Procedentes de Gasteiz, ciudad siempre rica en actividad volcánica y sísmica -desde el prisma musical-; fruto de una explosiva concepción del nu metal y del rapcore (quedando aunados dichos estilos en el mismísimo nombre de la banda, Nu & Core) el grupo lució en el Black como un engranaje que rozó la perfección. Como una cadena de montaje de sonidos perfectamente engrasada, tal y como lo dejaron entrever los sucesivos cadenazos con forma de canciones. Los calambrazos rítmicos que se sucedieron, demostrando por medio de las incandescentes bolas sonoras disparadas que por la capital alavesa las erupciones metálicas siguen a la orden del día: sacudidas que, con epicentro en el escenario, se expandieron sin piedad durante la hora que duró el terremoto; ¿una hora? Sí, toda vez que entregándose tal y como lo hicieron, dándolo todo los músicos de ese modo, es imposible estar más en escena. Y más en niveles como este: tras un viaje como colofón a una jornada laboral, circunstancias tal vez no tenidas en cuenta por algunos pero que a quienes seguimos día a día, noche a noche, el devenir de conciertos como este, no se nos escapan. El de una actuación que, además de maneras y decibelios, derrochó por encima de todo credibilidad.



22/1/12

GOVERNORS PRESENTARON SU TERCER CD EN IRUÑEA: LA CRÍTICA!!




GOVERNORS, COLLAGE (MAUKA MUSIKAGINTZA 2011)

Desplegando un inusual buen gusto a la hora de componer canciones, aunando en una especie de argamasa sonora fuerza y melodías, pulso y colorido, he aquí el tercer CD de Governors: un disco que, denotando un inusual crecimiento artístico por parte de la banda, toma de manera más que digna el relevo de sus hermanos mayores. Y es que el grupo, demostrando moverse como pez en el agua en ese terreno en el que contundencia, carácter pegadizo de las canciones y credibilidad van cogidos de la mano, en el presente disco mantiene el timón a la perfección, sin perder en ningún momento el norte. Brindando al oyente un collage musical con sabor a seminal heavy metal (Beldar itsua), punkrock escandinavo freneticamente arrollador (como en Mikel Snake, particular homenaje del grupo a Mikel Laboa), emocional e intenso poprock (A song for Bobby) o desplegando sugerentes combinaciones de impulsivo rock y música electrónica, mezcolanzas llevadas a cabo con la colaboración en temas como Larru AzaleanBertigo!! del tolosarra Joserra Senperena, el Xabi Alonso de los teclados; ¿más colaboraciones a destacar? Las de Jimmy e Iñigo, de S.A. o la de Bik MacFarlan, sin dejarnos en el tintero a los letristas Amets Arzallus, Eider Zumalde, Fredi Paia o Mikel Etxaburu. ¿Más canciones? Ipuin eta ironiak o Igerian, rock con el característico sonido de la casa. Si te convenció Frenetikodrome, he aquí, suma y sigue, el último pelotazo de Governors






Incandescencia al filo

Concierto de Governors

 Fecha: sábado, 21 de enero.

Lugar: Gora Iruñea! Taberna, c/ Jarauta.

Intérpretes: J.Sang., a la voz, Heloy, a la bateria, Yago y Paco, a las guitarras, y Jorge, al bajo. Como teloneros abrieron la noche Itziarren Semeak.

 Incidencias: actuaciones enmarcadas en la Elkartasun Gaua. Presentación de Collage, tercer CD de Governors. 3 Horas y media de música en directo. Lleno, público de ambos sexos y diferentes edades que se mostró muy participativo.


Éxito sin paliativos, he aquí qué dejó tras de sí la presente Elkartasun Gaua, cita para la que se contó con la presencia de Itziarren Semaek y de Governors: una de las bandas más inspiradas y más en forma de la escena euskaldun. Uno de nuestros valores musicales al alza y de referencia, a tenor del CD que presentaron y del concierto presenciado. En medio de un inmejorable ambiente, la fiesta, y nunca mejor dicho, arrancó con los vizcaínos Itziarren Semeak, familia numerosa de siete miembros que, haciendo gala en todo momento de su árbol genealógico (no en vano estamos ante una de las pocas formaciones que reivindican el mismo, el Rock Radical Vasco), dejó claro lo siguiente: ser hijos sus músicos del RRV –tal y como reconocen sin ambages-, y, como buenos hijos en los presentes tiempos, no solo no haberse independizado todavía de sus padres, sino no tener intención de hacerlo. Entendiéndose lo dicho, claro está, desde el prisma musical. Y tras semejante entrante, cómo pusieron a los presentes con su rock de color fiesta, en animado pie de baile, finalmente llegó la hora de la verdad para Governors, haciéndose los guipuzcoanos con las riendas de la noche sin tregua ni cuartel. Bajo una atmósfera tan incandescente –en todos los sentidos- como a la postre, el concierto protagonizado por el grupo; comandado este por el legendario Juanito Sangre gafas de rock en ristre, los de Arrasate salieron a arrasar desde el principio, cumpliendo su objetivo desde el primer minuto: cosa de la batería de misiles musicados disparados para abrir boca… Y del repertorio elegido en general, con referenciales temas de Collage y de Frenetikodrome, su anterior álbum, resonando, y de qué forma, en dicho arranque: composiciones como Ipuin eta Ironiak, nueva (impulsiva descarga rockera con el marchamo sonoro de la casa bien presente), o Ihesi y Zure txakurren gainetik, temas del segundo disco que vaya cómo tiraron del gentío: de un público que más que caliente y predispuesto, dejó pequeño el local, dando a entender lo siguiente: que sin ánimo de menospreciar al tablado que lo acogió, el directo de Governors, su frenético collage de músicas, sentimientos y ritmos, necesita –y merece- en Iruñea un escenario y una sala grande ya: y es que creemos que un concierto como este tiene que ganar y mucho, sobre un escenario grande. Sobre un entarimado a la altura del hecho musical: todo; que tiene que ganarlo todo -en lo relativo a espectacularidad-, el imprescindible envoltorio visual: la otra cara del espectáculo musical e imprescindible complemento suyo, algo que también dio a entender la interpretación de temas nuevos como Harrien arteko lo-kanta o Larru azaletan, llegados para quedarse. Unos temas que, en otro orden de cosas, bombardeando potencia indiscriminadamente (exquisitamente matizada por las melodías), dejaron entrever asimismo que actualmente, en el estado español, no hay banda alguna practicando un rock como el de Governors: de Champions Leage el mismo, pese a que la liga estatal de primera división lo ignore, por desconocimiento… O por cualquier tipo de prejuicios. Y si la hay, no a su nivel, tal y como lo pusieron de manifiesto, además de los citados, hits en potencia o en acto como Mikel Snake (todo un homenaje a Mikel Laboa), Jostailu hautsiak (con la que cerraron en falso) o Bertigo y Kristal kolpatuak: ofrecidos en los bises, llevando la incandescencia al filo a todos los niveles. La temperatura al máximo nivel. Muy bien.

CRÍTICAS DE ENERO: BOCANADA, TRUMBO, NEKEZ, GORA LA MANDRÁGORA, ERAITE, SU TA GAR, UN TAL JETHRO Y MAIKA MAKOVSKI, PARA EMPEZAR!!


Gigantes con pies de rock

Concierto de Bocanada

Fecha: sábado, 14 de enero.
Lugar: El Bafle, Donibane.
Intérpretes: Bocanada, formación integrada por Martín Romero, a la voz, Juanito y Abel, a las guitarras, Txarly, al bajo, y Pepo, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de Agua y barro, segundo CD de la banda. 1 hora y media de duración. Buenísima entrada, público que se mostró entregado.

Bocanada la armó, y cómo, el pasado sábado, consiguiendo tras lograr que un importante número de personas pasase por taquilla algo más difícil en ocasiones: que una respetable parte de esas personas, con auténtica convicción, cantara sus canciones, situación que incluso sin ser buscada por los músicos se vivió en varias fases del concierto. En distintos momentos de una actuación que, habida cuenta de sobre quiénes estamos hablando, de la banda liderada por el hermano de Kutxi Romero, cuestionando el viejo proverbio que dice que “un rayo no cae en el mismo lugar dos veces”, nos llevó a preguntarnos lo siguiente: ¿y por qué no? Cosa de una actuación protagonizada por una banda que perfectamente engrasada, demostró ser grande dicha noche. Seguridad, determinación y total claridad de ideas, estar absolutamente preparada para lo que sea.
Con Martín, el cantante que tantas formaciones pagarían por tener, dejándose parte de las entrañas en el intento, y el grupo en general derrochando caballos de potencia; comiéndose la noche a bocados de manera totalmente desbocada, el esperado boca a boca de rock & roll quedó activado con la interpretación de hasta tres temas de estreno, alternándose a partir de entonces canciones de Agua y barro y de Caballos de rienda larga, su celebrado primer disco. Dando lugar semejante proceder a una aleación de canciones viejas y nuevas… Dura como el yeso. Briosamente construidas y defendidas todas ellas, dando pie a un repertorio hecho, más que con pedazos de lo que quieren ser (tal y como cantaron en uno de los temas), con parte de lo que ya son. De la rabiosa actualidad que a fecha de hoy es Bocanada, temas nuevos mediante como Que me arranquen el pellejo, Gallo de pelea, La guadaña o Solo pero vivo, pilares de un álbum que ha logrado algo realmente meritorio: mantener el nivel exhibido por el anterior, empresa bastante difícil cuando dicho álbum llama, y mucho, la atención.
Superando con avaricia el listón de las inevitables comparaciones, Bocanada presentó su segunda batería de canciones en Iruñea, y, disparando el mercurio ambiental y emocional, lo hizo después de haber vivido desde junio de 2011 un año intenso: desde el mes en que viera la luz Agua y barro y fuese presentado en Berriozar, cita a la que no pudimos asistir: tras haber pasado meses y meses, carretera y manta, sembrando y cosechando. Ya sembrando canciones por ahí (temas de estreno como La madriguera o En cueros –por ejemplo-) ya recolectando el fruto de anteriores siembras, como las protagonizadas años atrás con imprescindibles a estas alturas como Río, Como los ratones, Palabras de sangre y pintura o A navaja, también descerrajadas dicho sábado. Cosechando, ¿cómo? Apalabrando nuevos conciertos, nuevas siembras: bendito y deseado bucle, en aras de protagonizar posteriormente nuevas cosechas. Brindando la banda nuevas entregas de rock de rienda larga y marchamo propio dentro de la denominación de origen Berriozar. Bocanada, cinco hombres y un camino: como los dedos de una mano, prietos los dientes, intuyendo su destino; aunando en su ser las ganas y la fuerza de las bandas emergentes, el aprendizaje asimilado y la ilusión ante lo que queda por hacer. Y así lo entendió el gentío, un público que validó cuanto estamos afirmando tal y como ya  hemos apuntado: pagando una entrada –a priori- y cantándose las canciones a posteriori, definitivas pruebas del algodón de lo que hemos contado. Bocanada, pura substancia rockera. Gigantes con pies de rock, marcando de forma firme el paso. Abran paso.



Potencia, autoridad, poderío

Concierto de Trumbo

Fecha: viernes, 13 de enero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Trumbo, trío formado por Kanda, a la guitarra y a la voz, Gorka, al bajo, y Eneko, a la batería.
Incidencias: concierto de presentación de Trumbo, primer CD de la formación. Hora y 10 minutos de duración, un bis incluido. ¾ de entrada, público participativo.

Procedentes algunos de sus músicos de bandas como Kashbad o Vicepresidentes, bajo el nombre de Trumbo en homenaje al escritor y director estadounidense Dalton Trumbo, (responsable de películas como Johnny cogió su fusil), la presente formación surge en Gasteiz en 2011, habiendo visto publicado su álbum debut en  marzo de dicho año: un intenso CD que presentaron la pasada semana en Black Rose.
El concierto se materializó mediante la creación de crudas, pantanosas y brutales atmósferas con forma de canciones por parte del trío, formación que, al rojo, se entregó siempre al máximo. Llevando al rojo no sólo resistencias eléctricas o similares, sino emocionales –igualmente-, a juzgar por la pasión imprimida; por cómo pusieron en el asador el corazón, descargando decibelios sin piedad y facturando una música riquísima en volumen… En el doble sentido de dicha voz: en el referido a presencia física (esto es, con cuerpo) y en lo que respecta a potencia sonora. Una música de más que fornido cuerpo a la vista de cómo fue plasmada. Ciertamente gorda, voluminosa. Eso sí, sin michelín ni superflua gota de grasa alguna en sus dibujos, materializados bajo la forma de unos temas que desde el primero en sonar, Zizareak, hasta el último en hacerlo, Iritzia (de lo mejor de la velada, perfecta rúbrica de la misma brindado como bis) lucieron totalmente fibrosos. Con intensidad de serie –poco menos-, buscando el símil, por ejemplo, con la definición de los aires acondicionados de los vehículos de nuestro tiempo. ¿El resultado, así las cosas? Un concierto que sustentado sobre las notas del bajo (martilleando las sienes del respetable sin piedad), la poderosa pegada del baterista  y la labor de Kanda, trasladó a cuentos se dieron cita en el Black a otra dimensión: un hecho musical especialmente alimentado por un guitarrista que vaya cómo hizo rugir a las seis cuerdas, verdaderamente rusientes las mismas, facturando unas atmósferas que se superpusieron e intercalaron entre sí vorazmente, dando la sensación de que en vez de únicamente seis hubiese ni se sabe cuántas cuerdas implicadas, a la hora de tejer tamañas telarañas sonoras: tan tupidas como sugerentes. De entretejer unos paisajes que, a la vista de la hambruna exhibida; de la apología en lo que a vigorosidad esgrimida hizo referencia, nos dejó la sensación de que poco más se puede pedir a tres músicos sobre un escenario. Poco más a la hora de facturar unos nubarrones de marcada crudeza y regusto stoner que, enfurecidos, desembocaron en un chaparrón que caló, y cómo, en los presentes, dejándolos noqueados. Y todo ello a pesar de que ocasionalmente, a través de tan enrabietada y rabiosa maraña, se colara algún rayo de sol.
Tocando como se debe tocar este tipo de música, Trumbo demostraron ser una banda más que hecha y, al mismo tiempo. estar en su punto. Atravesando un espléndido momento. Y lo pusieron de manifiesto tocando con nervio y con arrojo. Sin miedo ni  continencia alguna de por medio, antojándosenos un estilo como el suyo, por otra parte, inconcebible, de otro modo: con menor implicación por parte de los músicos a la hora de sacarlo adelante o bajo un volumen menor. Al menos, para nosotros: algo que vendría a ser como si un boxeador saltara al ring con guantes de paseo, en vez de de boxeo. ¿Qué ocurriría? Que no transmitiría credibilidad… Aparte de que le partirían la cara a la primera, cosa que, visto lo visto, potencia, autoridad y poderío, no les pasará a los Trumbo. Imponentes, en verdad.


Hágase la luz

Concierto de Nekez


Fecha: martes, 10 de enero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Nekez, banda formada por Eder, a la guitarra, a las voces y a los coros, Ander, al bajo, Jon, a la batería, y Ioseba, a la voz.                        
Incidencias: presentación de Argiak piztu!, primer CD del grupo. Asistencia aceptable, cai lleno. Actuación de 1 hora de duración.

Funcionando como banda desde 2007, Nekez presentaron nuevo CD en la catedral local del rock por excelencia, inaugurando la nueva programación de Black Rose y ofreciendo un apasionado concierto.
Durante sus cerca de sesenta minutos en directo, los de Barañáin, Atarrabia e Iruñea tuvieron tiempo para repasar los temas de su recién publicado CD, quedando encendida  la luz con la interpretación de Harrera, puerta de entrada del disco; haciéndose la claridad y, de paso, quedando encendida la noche de manos de la docena de temas que sonaron: todos los de Argiak piztu! salvo uno, quedando plasmados en directo por riguroso orden de aparición en el compacto… Y completado el repertorio con dos bonus track, si se nos permite la terminología: Mim hau (versión del tema de unos de sus padres musicales, Berri Txarrak) y Mikelats, composición que, extraída de Askatasuna itxaropen saioak, grabación en formato acústico por ellos realizada años atrás, cerró la noche, convenientemente arreglada: esto es, al igual que cuantas sonaron, convenientemente tintada en clave de metal.
Lo mismo que unos temas que en su conjunto, por el santo y seña de que hicieron gala; por su santo, saña de identidad y seña propia, lucieron como carta de presentación en todo momento la siguiente credencial: haber asimilado el cuarteto muy bien las jugadas musicales más importantes de bandas como los ya citados Berri Txarrak (habiendo tomado de ellos la visceralidad y un sugerente regusto emo) o Kauta, mostrándose como depositarios del arte de estos últimos a la hora de atreverse con las melodías. Con unas melodías incluso de color pop. Y, lo más importante, una vez asimilados latidos y formas de grupos como los citados, haber cobrado la banda carta de naturaleza propia con sus temas. De manos de los incluidos en un CD que, erigidos sobre una concepción del nu metal alimentada por la fuerza del metal euskaldun de corte más genuino, conjugando a la perfección kaña metálica, medios tiempos y melodías, demostraron haber llevado a Nekez a los escenarios para quedarse. Para permanecer en los mismos mucho tiempo: algo que, fuera de toda duda, estos músicos harán, vista su juventud, su experiencia y las ganas esgrimidas.
Procedentes de la fértil cantera metálica de Iruñerria, el pasado martes asistimos a la verdadera puesta de largo de una formación que, con su primer CD todavía rusiente (el trabajo vio la luz la víspera del día de autos) dio un poderoso paso al frente, no dejando con su hacer indiferente a nadie. Con la energía, seguridad en sí mismos y el poderío desplegados. Advirtiendo, haciendo ver a posibles despistados que la juventud viene pegando fuerte. Pisando con fuerza el acelerador, dispuesta, como en el presente caso, a adelantar a quien sea… incluso sin pedir paso: algo que, impulso, pulsión y entrega a espuertas, dejó entrever el cuarteto por medio de un directo, aun con leves carencias, realmente trabajado. Mediante un concierto que, alumbrando una nueva etapa para la banda, dicho martes satisfizo a todos cuantos se dieron cita… a ambas alturas del escenario: un martes, el martes en el que, en otro orden de cosas, el legendario Black Rose retomó para programar el que históricamente siempre fue su día: la jornada consagrada a los conciertos, quedando a partir de ahora multiplicada por dos la oferta del local. Pero eso ya es otro cantar. Eso sí, siempre que lo requiera la ocasión, estaremos allí para contarlo.


Órdago a la grande

Concierto de Gora la Mandrágora


Fecha: miércoles, 28 de diciembre.
Lugar: la Musería, Sanduzelai.
Intérpretes: Jokin Pallarés, Natxo Zabala y Patxi Garro, a las guitarras, a las turutas y a a las voces.
Incidencias: presentación del presente espectáculo-tributo. Hora y 15 minutos  de duración., bises aparte. Lleno, público de edades maduras que disfrutó de la actuación.

La Mandrágora fue un bar de Madrid en el que a principios de los ochenta, acompañados por un guitarrista, hicieron de las suyas tres deslenguados cantautores: Alberto Pérez, Javier Krahe y un tal Joaquín Sabina, diabólica trinidad artística que terminaría tomando prestado dicho nombre no sólo para perpetrar sus correrías musicales, sino para bautizar el disco que llegaron a grabar: un trabajo que, banda sonora del postfranquismo y la transición naciente, legendario como no podía ser de otro modo a tenor de las ¿canciones? No, del material inflamable incluido –directamente-, fue recreado en La Musería el día de los Santos Inocentes. Y no, no fue la inocentada.
Ante un público que, más de treinta años después, demostró no sólo saberse las canciones, sino sonrisas nostálgicas en ristre, recordarlas a la perfección, la velada arrancó de manos de Natxo, guitarrista de Koma, quien, emulando a Javier Krahe, destapó el tarro de sus esencias poniendo voz a Marieta: celosamente cerrado dicho cofre hasta el pasado miércoles (en lo que a cantar respecta), dejando de paso un gran fogonazo para la posteridad: impagable su imagen tocando la guitarra acústica, cantando por dichas lindes y haciendo sonar la turuta. Bueno, como la imagen del enemigo íntimo Pallarés, nuestro Sabina local, poniendo su aguardentoso timbre a hits como Pongamos que hablo de Madrid; ¿lo mejor de la velada? La maestría y el desenfado esgrimido por el trío, y, entre vacilones guiños a clásicos populares, interpretaciones como las de Villatripas, con las turutas resonando con fuerza, emulando a las bíblicas trompetas de Jericó; La ovejita lucera, La tormenta (con Natxo haciendo sonar el banjo) o Los círculos viciosos, brindada a relevos por los tres en clave de rumba, son cubano y complicidad total.
Cual Melchor, Gaspar y Baltasar que hubiesen adelantado unos días su presencia (una pena que los músicos no comparecieran con las barbas lucidas en las fotos promocionales), Jokin (Sabín Joaquina, en palabras de Zabala), Natxo y Patxi desgranaron las imperecederas canciones de Joaquín, Javier y Alberto: unas composiciones que, grabadas por muchos en su día a salto de mata de emisoras como Radio Paraíso (el arriba firmante incluido), fueron fundamentales en nuestra educación. En nuestra primera educación musical. Y literaria, clarividencia, risas y perspicacia a raudales en las mismas, envueltas en un imprescindible halo de desvergüenza, turutas e ironía. Y, transportándonos a nuestro pasado más o menos inmediato, pasándolo bien; realmente bien tanto ejecutantes como el público receptor, vaya cómo resonaron. Cómo lucieron en una noche en la que, en otro orden de cosas, descubrimos que la fiebre por las bandas tributo, tanto por montarlas como en lo referido a su receptibilidad por parte de los aficionados, va cada día a más, no limitándose este tipo de grupos a homenajear de forma general a determinados artistas sino, cerrándose el círculo tejido alrededor de sus obras de forma cada vez más conceptual, llegando ya incluso a centrarse en determinados álbumes, como en el presente caso. Algo de lo que, por otra parte, con Un tal Jethro de por medio (y su referencial disco Aqualung), seremos testigos nuevamente este miércoles en Onki Xin. Pero  eso será otra cantar. El año pasado, en La Musería, pamploneses, pamplonesas, ¡Gora la Mandrágora! Hubo mus.


Eusko label y garantía total

Concierto de Su Ta Gar


Fecha: viernes, 30 de diciembre.
Lugar: sala Tótem, Atarrabia..
Intérpretes: Su Ta Gar, banda formada por Aitor, a las guitarras y a la voz, Xabi, a las guitarras, Igor, al bajo y a los coros, y Galder, a la batería. Como teloneros, abrieron noche Eraite.
Incidencias: presentación de Ametsak pilatzen, nuevo CD del grupo. Casi dos horas de duración, dos bises incluidos. Buenísima entrada, casi lleno. Público de distintas edades que se mostró volcado.

Operarios del metal en total estado de gracia, los legendarios Su Ta Gar casi llenaron Tótem, celebrando la puesta de largo de su último CD con un incontestable concierto; en la línea de los ofrecidos en sus últimas visitas a Iruñerria, con una actuación que, demoledora, derrochó eusko label, denominación de origen y total garantía de calidad.
La velada arrancó con la descarga de Eraite, quienes, pasión, potencia y vehemencia, llenaron de aguerrido euskal metal la sala, demostrando que hay cantera: mostrándose sus guitarras, cual hachas de aizkolaris, realmente afiladas a la hora de cortar los patrones de sus canciones, haciendo ver a los centenares de personas que siguieron (y aplaudieron) su pase que la Masía musical foral está viva. Muy viva. Que la juventud viene pegando fuerte. Y a continuación, ante una sala que con motivo de la visita de una de nuestras más señeras formaciones, casi se quedó pequeña, lo que la parroquia metalera esperaba con impaciencia: el concierto de Su ta Gar.
Con los presentes jaleando desde el principio a los comandados por los históricos Aitor Gorosabel y Xabi Bastida, y éstos, haciendo sonar y blandiendo con orgullo hercúleo sus hachas, dejándose querer, el heavy metal de mayor calado y más genuino octanaje hecho en Euskal Herria comenzó a tomar forma bajo las notas de Agur Jauna, cobrando vida poco a poco el repertorio con títulos con tanta solera como Etsi gabe o David eta Goliath, cantados por los presentes: por un público que agradeció de este modo el setlist presentado por los de Eibar, realmente equilibrado en lo que a presencia de temas clásicos y nuevos se refiere. Sin ir la banda a apabullar al gentío con nuevas composiciones desde el principio, sino por si acaso, en aras del disfrute colectivo, desgranándolas poco a poco. Eso sí, damos fe de que los nuevos temas gustaron, composiciones cuyas interpretaciones, en casos como los de Poza eta tristura o Zain, zure zain, no se hicieron mucho de rogar: y todo ello bajo unos juegos de luces que, de lo más lucidos, terminaron de sacar brillo al resplandor musical; al metal brillantemente facturado por los guitarristas, cabalgando en todo momento con majestuosidad sobre la poderosa base tejida por bajista y baterista. Y así se materializó la noche, a caballo entre temas más que conocidos (tan  imprescindibles ya como Nazka, Gau iluna amaitu da, Mary, Itxaropena, Jo ta ke o Rotaflexa garraxika, última en sonar… en falso) y de estreno: con composiciones llamadas a ser grandes y a engrandecer el nombre de Su Ta Gar como Kantarik Polixena, Piztia o Beti tente eta tinko, la que, cerrando definitivamente la noche, abrió la ¡segunda! tanda de bises.
Con o sin pago de entrada de por medio, actuando ante salas a rebosar, en plazas públicas o en festivales como Hatortxurock, Su Ta Gar volvió a demostrar ser una de las formaciones más queridas por Nafarroa, y lo hizo protagonizando un exultante concierto. De altísimo nivel. ¿Que tal vez faltaran clásicos? Pues sí, pero buena señal: toda vez que la  discografía del grupo sigue creciendo… De que la cosecha sigue siendo buena. Buenísima, hasta el punto de que nos falten líneas para exponerlo. Para continuar haciéndolo. ¿Cómo resumirlo en una última palabra? Una vez más, enormes los de Eibar.

Pasión por Jethro Tull

Concierto de Un tal Jethro


Fecha: miércoles, 4 de enero.
Lugar: Onki Xin, Donibane.
Intérpretes: Un tal Jethro, formación integrada por Joseignanderson, a la voz, Karlos, a la guitarra eléctrica, Fabián, al bajo, Josu, a las flautas, a la gaita, a la albota y a la guitarra acústica, Skualo, a los teclados, y José, a la batería.
Incidencias: concierto conmemorativo del 40º aniversario de la publicación del LP  Aqualung, de Jethro Tull. Hora y ½  de duración. Lleno, público de media de edad alta que se mostró muy participativo.

Los seguidores de Jethro Tull, los tullianos –tal y como se denominan a sí mismos-, tenían su gran cita en Onki Xin para empezar el año, convertido para ellos dicho lugar en centro de peregrinación –poco menos- dicho miércoles: para unos melómanos que, fieles devotos de su banda favorita, tarareando con fervor incluso religioso -en ocasiones- las melodías de sus temas, siguieron apasionadamente la actuación.
Ante un local lleno como pocas veces lo hemos visto, sintiendo los presentes, y cómo, el calor del rock en un bar, el celebrado viaje en el tiempo arrancó con un medley que integró For a thousand mothers y Sweet dreams, ofrecido este último una vez que el cantante, “dulces sueños a todos”, saludara a la concurrencia: un vocalista que, poseído por el veneno del rock, timbre, imagen y total entrega, escenificó siempre de manera sobresaliente su actuación, poniendo la mejor guinda al trabajo de sus compañeros. A la magistral compenetración demostrada por guitarrista y flautista, con el teclista Skualo, quien debutó con la banda dicho día, apegando con su hacer las notas de los anteriores a la perfección. Envolviendo el resultante hecho musical con verdadero papel de regalo: una música exultantemente trazada sobre la base rítmica tejida por los incombustibles Fabián Tapia y José Landa, quien adornó los temas y se adornó a las baquetas derrochando por igual veteranía, gusto y pasión: composiciones como Teacher, A new day yesterday o Bouree (grandes, integrando un nuevo medley perfectamente rematado por el flautista), Too old to rock´n roll, too young to die (con el multifuncional Josu Salbide tocando en esta ocasión la gaita) o Dharma for one, con el citado, veterano músico de Oskorri –en otro orden de cosas-, haciendo sonar la alboka. Finalmente, tras amagar con concluir, encontró su hueco la esperada representación del LP Aqualung, integrada por trazos de hits como Cross eved Mary o Locomotive breath, entre otros.                                                                                                        Ya viviendo en el pasado (tal y como cantaron en Living in the past), ya reviviéndolo con total fuerza y maestría, dinosaurios –parte de los músicos implicados - de la escena local donde los haya, Un tal Jethro rindió honores musicales a Jethro Tull una vez más, y ¿cómo? Resucitando su inmortal repertorio. Dando vida, grandes dosis de intención e intensidad mediante, a unos parajes sonoros de característica belleza musicada… Tal y como ya hicieran en julio de 2011 no sólo con la total aquiescencia de Ian Anderson, el legendario flautista y líder de los homenajeados, sino con su total complicidad. Con la total implicación de una leyenda del rock que, brindando dos de sus temas con los mejores voceros y discípulos que, a buen seguro, haya podido encontrar, tal vez hizo buena la siguiente conclusión: que, actualmente, contar con una banda tributo es sinónimo de hacerlo con una extensión… imprescindible, poco menos. Tan importante –entre comillas o no- para las bandas como la presencia de sus discos en el top manta: por duro de creer que pueda parecer, la verdadera prueba del algodón del éxito de sus trabajos, toda vez que si no están… Mala señal. Que igual no es malo contar con grupos que posibiliten disfrutar de grandes temas de otros cuando sus autores, por el imperativo de que se trate, no necesariamente vital, ya no los defienden en directo. El primer miércoles de enero, despidiendo la Navidad y saludando por todo lo alto a 2012, grandes a ese respecto Un tal Jethro.

Espléndido día de Reyes

Concierto de Maika Makovski


Fecha: viernes, 6 de enero.
Lugar: El Bafle, Donibane.
Intérpretes: Maika Makovski, a la voz, al piano y a las guitarras, acompañada por Oskar Benas, a las guitarras, Juan Carlos Luque, al bajo y a las percusiones, y David Martínez, a la batería y a las percusiones de mano. Como telonero, abrió la velada Dani Poveda.
Incidencias: presentación de Desaparecer, nuevo CD de la artista. 1 Hora de duración, bises aparte. Muy buena asistencia, público de ambos sexos y diferentes edades que disfrutó de la actuación.

Compositora, cantante, actriz y, en resumen, artista con todas las de la ley (sin ir más lejos, al día siguiente estaba llamada a repetir función, en diferente formato, en el Gayarre), la presencia en El Bafle de Maika Makovski vino a ser el mejor regalo de Reyes que, con motivo de la fiesta de la Epifanía, el ya imprescindible local pudo hacer a la ciudad, no dejando indiferente a nadie su actuación. Un concierto de esos que dan pedigrí a un local. Un show electrizante por medio del que la mallorquina, injustamente desconocida para el gran público, se reveló como realmente imprescindible, demostrando algo realmente difícil en nuestros días: ser portadora de un virus rockero  único, distinto. Realmente diferente.

La velada arrancó con la comparecencia por sorpresa de Dani Poveda, gentleman de la canción que, guitarra en ristre, llenó de cálidos aires de folk rock la sala a la espera de la comparecencia de Makovski, algo que en un día como el pasado 6 de enero se produjo pasadas las 23.15 horas: en una noche, en otro orden de cosas, marcada por múltiples regalos con forma de conciertos dejados a lo largo de Iruñerria por SSMM de Oriente.
Inspiradas las canciones de su nuevo CD por la obra de Allan Poe, sucediéndose cual secuencias de tiros, prácticamente enlazadas, los temas de Maika lucieron perfectamente plasmados en directo, descerrajando pasajes sonoros de gran calado y cautivando al respetable desde que el principio. Denotando la actuación ser más, mucho más que un concierto al uso desde que la banda, vigorosamente empastada, comenzó a tocar, dando lugar a un hecho musical de concepción tan provocadora como iconoclasta y ecléctica. En cualquier caso, de lo más personal y pasional, a una emocional y energética descarga de energía musical que, demoledora, imposible definir la misma con palabras, no permitió que nadie permaneciera impasible ante su fuerza: mucho menos los músicos, quienes llegaron a moverse incluso convulsivamente como consecuencia de los latigazos sonoros por ellos propinados. De las electrificadas descargas que moldearon las canciones, unos temas ricos por demás en impulsivos cambios rítmicos que se mostraron cual cochecitos de una Montaña Rusa, transportando por diferentes estratos a los presentes sin piedad. Melancolía y locura, terciopelo y sugerente salvajismo sonoro mano a mano, llevándolos en cuestión de segundos del cero al infinito por unas atmósferas que crearon un ¿microclima? No, un microcosmos de gran intensidad. De grandiosa intensidad: más que grande la misma, claro está. Unas composiciones que, así pues, articuladas sobre sacudidas rítmicas compulsiva y despiadadamente generadas, se tradujeron en imponentes terremotos sonoros con epicentro en el escenario del local, rezumando (imprescindible colaboración de las luces mediante) glamour, coloración con la marca de la casa y sabor a cosa propia; seductoras feromonas musicadas que con su genuino ADN atrajeron indefectiblemente a todos: a un público que, irremisiblemente poseído de antemano por el veneno de semejante pócima, demostró conocer más que de sobra a quién había ido a ver: si no desde el prisma más eminentemente populista, sí desde el netamente artístico, a una artista grande, en verdad. Gracias a SSMM por tanta generosidad.

(NOTA DEL AUTOR: Primer párrafo de la crítica publicado defectuosamente en prensa, no sé por qué motivo. Yo no lo envié como se puede leer klikando aquí)


YOSEMITE SAM BAND LLENARON DE BUENÍSIMAS VIBRACIONES (Y DE GENTE) BLACK ROSE


YSB nace en 2005 del seno de Los Enajenators, banda de rock de Pamplona de mitades de los noventa. Influenciados por grupos como The Cult, Black Sabbath, Motorhead o  Black Crowes, pronto se inclinan por una música más tendente al hardrock, llegando a grabar en 2006 un Ep con cuatro temas; ¿su idioma, por entonces? El inglés. Tras varios cambios en la formación, buscada –y encontrada- cierta estabilidad a partir de 2009, el grupo empieza a componer nuevas canciones, imponiéndose en las mismas la carga emocional sobre la potencia instrumental: gracias, en gran parte, a las letras de Andrés,  escritas ahora en castellano.

Desde sus comienzos Yosemite Sam Band ha realizado un buen número de conciertos, principalmente en Navarra, destacando su presencia como teloneros de Uzzhuaia, en 2006, o  de  Eric Bell en Sanfermines de 2010. Pero también los han ofrecido por el País Vasco, Asturias, Zaragoza o Madrid.



Gracias, por el concierto presenciado!

14/1/12

"Y AL OCTAVO DÍA, CONTEMPLANDO SATISFECHO SU OBRA, DIJO DIOS: ¡¡HÁGASE EL METAL!!"... Y ETHOS TRIUNFARON EN BLACK ROSE



El jueves 19, Black Rose lució sus galas más heavies para recibir a ETHOS, banda riojana en activo desde 1995 que, con un estilo siempre original y fresco, aunando a la perfección ganas de mirar hacia delante y técnica, funde la agresividad del mejor thrash con las melodías más vibrantes del heavy metal, consiguiendo una sonoridad potente y actual; ¿cómo? Dando lustre de ese modo a su esencia, erigida sobre la más genuina esencia del metal de los ochenta.
A la espera de publicar un inminente nuevo CD (cuentan con uno publicado años atrás), de ETHOS podemos afirmar que han defendido su propuesta por casi toda la península, abriendo conciertos para formaciones como Barón Rojo, Ñu, Mägo de Oz, Saratoga, Koma o sus paisanos Tierra Santa. Ethos, ‘punto de partida’ en la Grecia clásica y voz que, en palabras de la banda, significa lo siguiente: que para cada estado de ánimo hay un tipo determinado de música, mientras que cada tipo de música crea un determinado estado de animo.

ÉXITO DE HATORTXUROCK 13: LA CRÍTICA, POR POR ABAJO DEL TODO!!

Un año más, enero verá la celebración de una nueva edición de HATORTXUROCK / HATOR, HATOR NESKA MUTIL ETXERA!, la decimotercera. Al igual que la anterior, la misma tendrá lugar durante dos días, EL VIERNES, 6 DE ENERO, y el SÁBADO 7, regresando la cita a Burlada-Atarrabia; al paraje denominado “Entrecementerios”, donde ya se celebrara dos ediciones atrás.

Las actuaciones, en DOS CARPAS habilitadas para ello, se celebrarán durante el viernes y el sábado, costando las entradas 12 EUROS el viernes y 20, el sábado (si se adquieren de forma anticipada) y 15 y 24 EUROS (dichos días respectivamente) si se compran en taquilla; asimismo, existe la posibilidad de hacerse con un BONO CONJUNTO para los dos días, por 25 EUROS.

En lo que a los conciertos se refiere, diremos que los mismos, bajo las ya apuntadas DOS CARPAS, se desarrollarán sobre DOS ESCENARIOS, siendo una de las carpas, la principal, la que acogerá la gran mayoría de las actuaciones, mientras que la segunda se convertirá en espacio para DJ´s: los ya habituales DJ Jo ta Txo, Dj Nari y DJ Elepunto.






Un año más, ¿qué decir de las bandas participantes? Que, a la vista del nivel alcanzado por el festival, para preparar el presente HATORTXUROCK / HATOR, HATOR NESKA MUTIL ETXERA ha habido que trabajar duro; eso sí, una vez más, pensamos que el esfuerzo ha vuelto a merecer la pena: la presencia de bandas como BIDE ERTZEAN y KEROBIA –el viernes, 6- y SOZIEDAD ALKOHOLIKA, NARCO, REINCIDENTES, LEIHOTIKAN, KENZAZPI, BETAGARRI, ZE ESATEK! y BAD SOUND SYSTEM, el sábado, así lo deja entrever.
Por lo demás, pese al horizonte ciertamente esperanzador abierto para Euskalherria, en materia de política penitenciaria poco nuevo que añadir de momento, por desgracia: tratar de sensibilizar a la población un nuevo año ante el hecho de que a principios de este 2012 continuará habiendo más de 700 presas y presos políticos vascos dispersados por decenas de cárceles de los estados español y francés, cifra que sigue resulta histórica. Así las cosas, aquí está nuevamente HATORTXUROCK / HATOR, HATOR NESKA MUTIL ETXERA, para recordarlos a ellos y para tratar de recordar a todo el mundo que sus familiares y amigos tienen que recorrer más kilómetros que nunca para poder visitar a los suyos, con los peligros y la sangría económica que ello supone; y si a ello le sumamos la habitual denegación de la libertad condicional, las trabas para la puesta en libertad ya de los prisioneros enfermos (vía negación de la aplicación del artículo 92), ya de los que incluso han cumplido íntegramente su condena (por la de la llamada «doctrina Parot») o los intentos de chantaje que, aleatoriamente, padecen los familiares en las visitas, podemos hacernos una idea de la necesidad de organizar un nuevo HATORTXU, un año más.



BIDE ERTZEAN, KEROBIA, SOZIEDAD ALKOHOLIKA, NARCO, REINCIDENTES, LEIHOTIKAN, KENZAZPI, BETAGARRI, ZE ESATEK! y BAD SOUND SYSTEMLA BANDA SONORA DE LA SOLIDARIDAD



KEROBIA: grupo fundado en Iruñea a finales de 2001 que, fruto de los nuevos tiempos, ofrece un pop/rock de corte anglosajón de exquisita sensibilidad; impulsivos y emocionales como pocas otras bandas, en constante evolución artística y estilística, seguro que te sorprenderán si es que no les has visto ya. ¿Sus discos? Kerobia (2004), Rose Escargot (2006) y Materia organikoa eta gainerakoak, trilogía terminada en 2010




BIDE ERTZEAN: surgidos en 1998 como alternativa acústica de corte pop a Deabruak Teilatuetan; flamantes ganadores este 2011 del premio a la mejor canción en euskera por el tema Don Innorrez (distinción otorgada por la Academia de las Artes y las Ciencias de la Música), Bide Ertzean, el cuarteto de lujo integrado por los hermanos Ubeda, Joseba Senperena y Karlos Aranzegi, nunca ha seguido corrientes ni modas. Trabajos como Bide ertzean (1998), Zure minari (1999), Grisa (2000), Maite out (2002), Esanbare (2004), Non dira (2006), Leidor Sessions (2009) o el laureado Don Innorrez, publicado en 2010, han llevado a que la banda sea considerada el grupo de pop vasco con mayúsculas. En el marco de HATORTXUROCK / HATOR, HATOR NESKA MUTIL ETXERA, respaldados y acompañados por amigos como Gorka Urbizu, de Berri Txarrak; Naroa, del grupo Amaiur o Aritz, de Deabruak Teilatuetan, presentarán Don Innorrez, su 8º CD.




SOZIEDAD ALKOHOLIKA: la demoledora banda de Gasteiz regresa a Hatortxurock con un nuevo CD en la mochila, Cadenas de Odio; ¿los hermanos mayores del nuevo álbum? Intoxicazion etílica (1990 y 1995), S.A. (1991), Feliz Falsedad (1992), Y ese que tanto habla, está totalmente hueco, ya sabéis que el cántaro vacío es el que más suena (1993), Diversiones (1996), No intente hacer esto en su casa (1997), Directo (1999), Polvo en los ojos (2000), Tiempos Oscuros, (2003), Corrosiva (CD-DVD publicado en 2006), Mala Sangre (2008) y Sesión # 2 (2009).






KEN ZAZPI: creados en 1996 por Jon Mikel Arronategi (bajista de Exkixu) y Eñaut Elorrieta, cantante de Lugarri, el grupo euskaldun de pop-rock más reconocido regresa tras dos años de ausencia al festival, y lo hace con los ecos de los temas de su CD Ortzemugak Begietan todavía resonando; otros trabajos suyos, Atzo da bihar (2001), Bidean (2003) , Gelditu denbora (2005) , Argiak (2007), y Zazpi urte zuzenean, CD/DVD publicado en 2009.










NARCO: tras regresar a los escenarios en 2008 en el marco de Hatortxurock 9, los sevillanos Narco volvieron a la carga a finales de 2009 con Alita de mosca, demoledor trabajo que les ha mantenido en el punto de mira de todos los aficionados desde entonces. Responsables asimismo de discos como Satán Vive (1997), Talego Pon Pon (1999), Chaparrón de Plomo (2001), Alijo de Penados y Rebeldes (2003) o el recopilatorio Alijos Confiscados 1996-2003.






BETAGARRI: la llama musical de Betagarri, encendida en 1992, sigue presta a prenderlo todo con su fiesta teñida de rock aderezado por los colores del ska. Y es que la misma no sólo se mantiene viva, sino todavía en proceso de expansión… pese a haber triunfado incluso en Japón. Multitud de trabajos discográficos (Betagarri (1997), Arren Erro Zaharra (1999), 80/00 (1999), Freaky Festa (2000), Remix (2000), Arnasa Hartu (2002), Zuzenean (2004), Hamaika Gara (2006) y Bizitzari txistuka, publicado en 2009) avalan el buen hacer de esta multibanda, auténticos veteranos de Hatortxurock: no en vano este año asistirán al mismo por 5ª ocasión.





LEIHOTIKAN: excelente formación de punk-rock melódico californiano, procedente de Iruñea y capaz como pocas de hacer vibrar al público con sus melodías. A la altura de los grandes del punk/HC de la escena internacional, incombustibles y tenaces (ya son cerca de 20 los años que llevan de trayectoria) cuentan con 4 discos: Hemen ez da ezer aldatzen (1998), Lur (2000), Munduaren leihoa (2003) y Ilunago, ederrago, publicado en 2006.




REINCIDENTES: veteranos de la escena donde los haya, el rock combativo de los sevillanos no podía quedar fuera de la presente cita: y menos después de haber editado un gran disco el presente año, Tiempos de Ira, como brillante colofón a su impecable trayectoria: una carrera jalonada por la nada despreciable cifra de 17 discos registrados en total: Reincidentes (1989), Ni un Paso Atrás (1991), ¿Dónde Está Judas? (1992), Sol y Rabia (1993), Nunca es Tarde… si la Dicha es Buena (1994), Materia Reservada (1997), ¡Te lo Dije! (1997), Algazara (1998), ¿Y Ahora qué? (2000), La Otra Orilla (2001), Cosas de Este Mundo (2002), Acústico (2004), El Comercio del Dolor (2005), Dementes (2006), América: canciones de ida y Vuelta (2008), Sencillamente imprescindibles.




ZE ESATEK: grupo guipuzcoano cuya música viene a ser, como el ron del Caribe, un torbellino acompasado, una destilación festiva, rebelde y energética. Su última aparición, en el KILOMETROAK 2011, es un buen botón de muestra de lo dicho. Miles de jóvenes bailando bajo el influjo frenético y almibarado de sus ritmos, sudando al calor de su sección de vientos, cantando sus canciones como si todos fuesen uno. ZE ESATEK!, al final, más que una banda, una idea común a un público cada vez más amplio, deseoso de revuelta y de sensuales cadencias. Cuentan con dos discos en su haber, Ze Esatek! (2009) y Rock & Ron, de novísima edición.




BAD SOUND SYSTEM: bajo esta denominación encontramos a un colectivo de DJ´s y MC´s de Irún; encargados en multitud de ocasiones de cerrar los conciertos de Fermin Muguruza, a ritmos de hip hop, dancehall o ragga, ellos serán los encargados de ponerles el broche de oro a la presente edición de HATORTXUROCK / HATOR, HATOR NESKA MUTIL ETXERA




Horarios y más info klikando aquí




Hator, hator neska mutil etxera!

Hatortxurock 13: actuaciones de KenZazpi, Soziedad Alkoholika, Leihotikan, Reincidentes, Betagarri, Narco, Ze Esatek! y Bad Sound System

Fecha: sábado, 7 de enero.
Lugar: espacio denominado Entre Cementerios, sito entre Burlata y Atarrabia.
Incidencias: actuaciones desarrolladas bajo dos carpas gigantes, actuando 70 minutos cada banda. Puntualidad exquisita. Buenísima asistencia, varios miles de personas.

Como gran acontecimiento de carácter anual, lo que a fin de cuentas es Hatortxurock, fiel a su cita llegó y pasó una nueva edición del festival, desarrollándose en medio de las habituales ganas por parte de todos, buen ambiente y una magnífica organización.
La presente fiesta de la solidaridad calentó motores el viernes 6 con Bide Ertzean y Kerobia, arrancando por todo lo alto el sábado 7: jornada marcada por el desarrollo de otro acto parejo desde los prismas reivindicativo e ideológico, la manifestación de Bilbo con la problemática de los presos políticos vascos de fondo, multitudinaria marcha que apenas restó afluencia al evento.
Sobre dos espectaculares escenarios llamados a acoger de forma alternativa los  conciertos, dentro de una edición marcada por la presencia de clásicos como S.A. o Betagarri, las actuaciones comenzaron con Kenzazpi, veteranos también del festival e igualmente siempre en la línea del frente que, tal y como acostumbran, pusieron a flor de piel los sentidos del gentío con sus hits: y más en un marco como este. A continuación, tras tan exquisito primer plato, validando una dinámica que se repetiría a lo largo de toda la velada, la música en directo se trasladó de carpa, sirviéndose en la más grande el primero de los chuletones en lo que a sonidos crudos y duros se refiere: la actuación de los indomables Soziedad Alkoholika, quienes convirtieron su pase en un hervidero de sintonía y buenísimas vibraciones, logrando incluso que se incrementara en varios grados la temperatura ambiente: la de una actuación que, erigida sobre una inteligente combinación de temas viejos y nuevos (extraídos de su incendiario Cadenas de odio, su más recientemente CD) puso de manifiesto lo siguiente: que a la vista del nivel musical por ellos alcanzado, la mejor forma de acallarles por parte del Estado sería alcanzar una paz justa, verificada y verdadera. De verdad. Un marco de normalización que no se tradujera en paz para hoy y hambre para mañana. Y así, de este modo prosiguió la noche, retomándose las actuaciones con Leihotikan (totalmente fieles a su estilo y a sí mismos –una vez más-, todo un homenaje a su carrera su inclusión en el cartel), Reincidentes (primera de las formaciones de Sevilla llamadas a darlo todo, banda que, pese a contar con un muy buen último disco, ofreció un setlist pensado más bien para asegurar el resultado), los imprescindibles Betagarri, Narco, Bad Sound System y Ze Esatek!: bandas en todos y cada uno de los casos más que dispuestas a comerse a bocados la noche, canción a canción.
Tras el clamoroso silencio que horas antes resonó en las calles de Bilbo, reivindicación y solidaridad volvieron a caminar de la mano por la noche, dejándose escuchar con máximo volumen en el recinto de Hatortxurock; bajo unas carpas que, en otro orden de cosas, lucieron tan despojadas de voz –en lo que a presencia de pancartas se refiere- como la mayoría de las decenas de miles de gargantas que por la tarde se citaron en la capital vizcaína: silentes, pero no sin nada que decir. Calladas mas no acalladas, con las bandas participantes poniendo voz a las mismas. Volumen a la voz del pueblo. Máximo volumen un año más en el marco de un festival, por gracia o por desgracia, referencial; ¿lo mejor del mismo? La constatación de su capacidad de convocatoria. La disposición y predisposición de cuantos lo hacen posible. El espíritu festivo-reivindicativo que lo preside, perfectamente aunado. ¿Lo peor? La evidencia de que haya que seguir organizándolo. A ver si como consecuencia de los nuevos tiempos que necesariamente tienen que llegar deja de ser necesaria su organización. Sería una buenísima señal.

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