Elenco es un grupo de rap-metal procedente de Logroño, La Rioja, ciudad que les
vio surgir en 2008. Ganadores en 2009 de un concurso organizado por la Sala
A&K, graban su primer disco, publicado bajo el nombre de Ajuste de cuentas. En dicho 2009,
igualmente, consiguen un segundo premio en el concurso de temas musicales de La
Gota de Leche (unidad de juventud del Ayuntamiento de Logroño), ganando tan
solo unos días después el primer premio en el de bandas musicales de Logroño
"Concert Ebro 2009", así como el premio del público.
2010
se presenta para Elenco como un año en el que Ajuste de cuentas es presentado por todo el Estado, hasta sumar
treinta y dos conciertos en total. Finalmente, en verano de 2011 graban su segundo
disco, Un grito de esperanza: trabajo
que presentarán en BLACK ROSE.
Elenco es el resultado de las inquietudes de cinco jóvenes que vienen de estilos
musicales distintos, pudiéndose escuchar estilos como el rap, el rock, el metal
o el hardcore en sus actuaciones; los directos
son su verdadero plato fuerte
Esquirlas de rap y metal
Concierto de Elenco
Fecha: jueves, 9 de febrero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Elenco, banda formada por Estrés, a la voz, José, a las guitarras, Dani, al bajo y a las segundas voces, Dj Rapha, a los sintetizadores, a los samplers, a los scratches y a las voces, y Valpu, a la batería.
Incidencias: presentación de Un grito de esperanza, segundo CD de Elenco. 1 Hora y 10 minutos de duración, bis aparte. Asistencia aceptable, público entregado.
Sorprendieron y mucho, gratamente, los logroñeses Elenco en su visita a Burlata, y lo hicieron en una nueva noche en la que la climatología, a priori, dio la sensación de posicionarse contra la música en directo; pero, afortunadamente, pese a que al grueso del respetable le costó llegar, finalmente se juntó una bonita cantidad de personas. Un público que, impactado por la autenticidad y brutalidad del concierto presenciado (decir que la banda lo dio todo sería poco, en este caso), terminó rendido sin ambages; entregado al buenísimo hacer de Elenco.
La agresiva descarga de potencia y energía, he aquí qué vino a ser su actuación (sin que lo afirmado pueda pasar por pleonasmo), se centró en la puesta de largo de los temas de Un grito de esperanza, composiciones que, explosivas; detonadas cual granadas, retumbaron y cómo en manos del quinteto, disparando a discreción pura metralla sonora. Salpicando el local con sus incandescentes esquirlas sonoras de rap & metal, perfectamente dirigidas por las voces de los jovencísimos Estrés y Dani, enormes, los dos. Puros pura sangre a los micrófonos, pura actitud sobre el escenario. Bueno, y en el caso del primero, también fuera del mismo, bajando como bajó a pie de bar a cantar; en cualquier caso, perfectas puntas de lanza ambos de un elenco que lo dio todo, ante la estupefacción general –en un primer momento- y, posteriormente, frente a la entrega de los presentes, pequeña representación riojana incluida. Y enormes, inconmensurables igualmente DJ (cantándose algún tema desde la primera línea de fuego), guitarrista y baterista, quienes hicieron gala de un inusual salvajismo sonoro en aras de tratar de ¿domesticar? De someter –más bien- sus respectivos instrumentos, demostrando el quinteto en general una perfecta compenetración: algo, en otro orden de cosas, imprescindible estando como estaba de por medio el hip hop. Sí, pese a hacerlo bajo tan imponente y metálico caparazón.
Se dejó sentir con fuerza en Black Rose el huracanado, metalizado y rapeado grito de esperanza proclamado por Elenco, banda que, procedente de Logroño, tierra rica en vinos, rock con buqué (EnBlanco) y heavy metal (Tierra Santa, Ethos), protagonizó un auténtico tsunami de notas musicales, ritmos airados y decibelios, no dejando indiferente a nadie con sus canciones; con sus disparos dialécticos contra todo tipo de controles: el mental, auspiciado por políticos y religiones; el control social y policial o contra el ejercido por los actuales cánones de belleza. Más bien, conquistando con su directo a un público que, desconocedor en un principio de su hacer, convencido y noqueado al final, terminó pidiendo más con verdadera insistencia, siendo premiado dicho requerimiento con la repetición de un tema ya tocado. Siendo agasajados así por unos músicos que, cosa de su desgaste físico tras una intensísima hora de actuación (qué difícil tratar de canalizar con palabras el torrente de energía presenciado), sudorosos, terminaron agotados: como el vocalista, quien, además de moverse todo el tiempo como un espasmódico resorte, tuvo a bien incluso cantar el último tema haciendo el pino y bailando breakdance, permitiéndonos dicha estampa comprobar que no llevaba muelles en las suelas: bueno, demostrando a tenor de lo visto llevarlos la banda en su conjunto, qué descaro y qué impulso, en el corazón. Volverán por estos lares, avisados estáis. Así sí.
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