Vida, mucha vida
Fiesta organizada por Vesarte Pamplona
Actuaciones de Moruba, Touché, Syberian, La Sonrisa Metálica, Las Valium & Khous, DKuajo, Dream Walker, El Señor Ramón, Anorexia y Sin Dirección.
Fecha: sábado, 12 de marzo.
Lugar: bar Basandere, Donibane.
Incidencias: 3ª Fiesta Vesarte Pamplona; actuaciones de 15 minutos más o menos de duración, con proyecciones de vídeos entre medio. Asistencia bastante buena.
Transformado durante unas horas en algo más que un bar al uso, el Basandere volvió a acoger el presente evento, fiesta reivindicativa del arte y de la cultura popular más allá de la cada vez más habitual especulación crematística a su alrededor; una celebración que en ésta, su tercera edición, fue sacada adelante nuevamente aplicando el “háztelo tú mismo” como eficaz contraveneno frente al trágala de la especulación monetaria general, cuando están arte y cultura de por medio: como eficaz antídoto… y alternativa contra el mercadeo por definición, poniendo de manifiesto dos cosas: que a pesar del marco capitalista en que vivimos, mientras hay vida hay esperanza –tal y como lo dejaron entrever todos los implicados, tanto músicos como el público-, y que, por ello, otro mundo sigue siendo posible. Así pues, a estas conclusiones llegamos tras acudir al Basandere, local en el que si algo se respiró a pie de obra fueron ganas, camaradería, espíritu altruista y vida, mucha vida.
En medio de la sensación de caos organizado connatural a una cita como ésta (como tiende a decirse ahora, el orden perfecto creemos que es “incompatible con la vida”), la velada, perfecta disposición, voluntad y mejores intenciones por parte de todos, arrancó con Moruba, quienes, antes de ceder el testigo a Touché, ofrecieron tres versiones de otras tantas bandas también llamadas a actuar: de Innerve (quienes a última hora no pudieron comparecer por encontrarse su baterista tocando con Txarrena), Sin Dirección y Anorexia. Y ¿por qué tres versiones? Porque este año, en lo que a búsqueda de un plus de originalidad hizo referencia, rizando el rizo de lo hasta ahora visto se decidió que cada grupo tocara tres temas de otros de los implicados, labor que las distintas bandas en comparecer, en el orden indicado en la cabecera de estas líneas, sacaron adelante de forma desigual. Pero bueno, siendo prioritarios en el presente jumelage otros aspectos y habiendo sido las condiciones técnicas las que fueron, no le daremos mayor importancia al tema: razón por la que, en otro orden de cosas, por respeto a quienes menos lucieron, no diremos quiénes lo hicieron más. No tratándose además la presente cita de un festival al uso, de un concurso ni de una muestra, tan siquiera. ¿Aspectos más curiosos de la noche? La comparecencia por tercera vez de DKuajo y Las Valium, la presencia de un grupo comodín, integrado en diferentes momentos por músicos de Khous, Las Valium y por Sebas, de Sin Dirección (para suplir las ausencias de última hora de Innerve y Tracción) o el hecho de que Syberiam, quienes tomaran parte en la anterior edición como La Caja China, aprovecharan la ocasión para despedirse temporalmente.
Vesarte Pamplona regaló a la ciudad una nueva velada con su personal impronta de agitación como santo y seña, cita que, rupturista y atrevida como todas sus acciones, dio a entender que es posible otra forma de entender la vida, en general. Basada en una original performance musical –si se quiere-, una noche especialmente indicada para aquellos a los que les gusta dejarse sorprender… y más en unos tiempos como éstos, tan estandarizados; una velada, en resumidas cuentas, para amantes de emociones… sin más calificativos: y no diremos fuertes toda vez que, si son emociones, muchos entendemos que ya lo son. Vesarte, fuera de toda duda, otra forma de ver o concebir el arte. Y más que necesaria. ¡Hasta la próxima edición!
Juglares del heavy metal
Concierto de Tierra Santa
Fecha: sábado, 26 de febrero
Lugar: Sala Tótem , Atarrabia.
Intérpretes: Tierra Santa, formación integrada en directo por Ángel a la guitarra y a la voz, Arturo a la guitarra y a los coros, Roberto al bajo, David, a la batería, y Juanan, a los teclados.
Incidencias: presentación de Caminos De Fuego, nuevo CD de la banda. 2 Horas de duración, dos bises incluidos.½ entrada aproximadamente, público mayoritariamente cuarentón que disfrutó de la velada.
Como si de modernos juglares se tratara, los indomables Tierra Santa blandieron sus guitarras y cantaron sus épicas historias en Tótem, saldándose su visita a tan referencial plaza de manera doblemente exitosa: desde el prisma artístico y, a la vista de la que está cayendo, en lo que a asistencia de público respecta, haciéndonos eco del significativo número de incondicionales que acudió.
Bajo una intro pregrabada de indisimulado regusto clásico, entre profusión de haces rojos y sentidas muestras de admiración por parte de sus fieles (plasmadas mediante efusivos gritos y acompasados cuernos al aire), los presentes caballeros andantes del metal prendieron fuego a la noche con el tema que da título a su nuevo CD, sonando en estos primeros envites, además, otros tan legendarios como los que dieron título a discos como Apocalipsis, Indomable o Sangre De Reyes: unas composiciones que, perfectamente planteadas (de lo más ricas en substancia guitarrera, sobre el eficaz colchón tejido por los teclados y la incontestable base rítmica), desarrolladas y rematadas por la característica voz de Ángel, lucieron derrochando aires de leyenda: cosa de sus letras, haciéndolo como si de los nuevos cantares de gesta, de las epopeyas de la presente centuria se tratasen; unos temas que, al igual que otros que también encontraron su espacio, ya, de estreno, ya no, como La leyenda Del holandés Errante (la historia de un hombre al que, tras hacer un pacto con el diablo, Dios castigó a surcar los mares por toda la eternidad), Libre o Juana De Arco, demostraron cabalgar en todo momento tras la bandera de la concepción más tradicional del heavy metal, mostrando, además, una concepción del mismo si bien, realmente barroca, muy equilibrada: sin ir a buscar la excesiva ornamentación instrumental ni yendo única y exclusivamente a la esencia del concepto musical. Mostrándose a este respecto las canciones realmente efectivas –desde el prisma musical- y, telón de fondo, espectaculares juegos de luces y efectos de reverberación aplicados a las voces mediante, ciertamente efectistas por su puesta en escena. Finalmente, la noche amenazó con concluir con viejos y nuevos aldabonazos como Mejor Morir De Pie o Arde Babilonia, pero, evidentemente, pendientes de ser percutidas, aún quedaban balas en la recámara como Tierras De Leyenda o La Canción Del Pirata, concebida sobre el inmortal poema de Espronceda y con la que concluyó la velada, de la forma más exitosa posible.
Por los fogosos caminos del heavy metal más genuino, sin salirse ni un ápice del guión, Tierra Santa desplegó sus armas y enseñó su poderío en Iruñerria, demostrando por medio de su descarga que su propuesta musical está plenamente consolidada. Que, al igual que el Cid en el siglo XI (protagonista, por cierto, de Legendario, uno de los últimos temas en sonar), por la España del siglo XXI el renombrado estilo también cabalga. Y, de manos de bandas como ésta, desde finales de la década de los 90 (años que dieron fe de la resurrección del que fuese triunfal género en los 80) con paso firme y marcial. Y así lo rubricaron los presentes, acudiendo en buen número, coreando el nombre del grupo en ocasiones, jaleándolo y aplaudiendo la labor de unos juglares/guerreros del metal que el pasado sábado, en ésta, la batalla librada en Tótem, lo dieron todo. Nada que objetar.
Fiesta organizada por Vesarte Pamplona
Fecha: sábado, 12 de marzo.
Lugar: bar Basandere, Donibane.
Incidencias: 3ª Fiesta Vesarte Pamplona; actuaciones de 15 minutos más o menos de duración, con proyecciones de vídeos entre medio. Asistencia bastante buena.
Transformado durante unas horas en algo más que un bar al uso, el Basandere volvió a acoger el presente evento, fiesta reivindicativa del arte y de la cultura popular más allá de la cada vez más habitual especulación crematística a su alrededor; una celebración que en ésta, su tercera edición, fue sacada adelante nuevamente aplicando el “háztelo tú mismo” como eficaz contraveneno frente al trágala de la especulación monetaria general, cuando están arte y cultura de por medio: como eficaz antídoto… y alternativa contra el mercadeo por definición, poniendo de manifiesto dos cosas: que a pesar del marco capitalista en que vivimos, mientras hay vida hay esperanza –tal y como lo dejaron entrever todos los implicados, tanto músicos como el público-, y que, por ello, otro mundo sigue siendo posible. Así pues, a estas conclusiones llegamos tras acudir al Basandere, local en el que si algo se respiró a pie de obra fueron ganas, camaradería, espíritu altruista y vida, mucha vida.
En medio de la sensación de caos organizado connatural a una cita como ésta (como tiende a decirse ahora, el orden perfecto creemos que es “incompatible con la vida”), la velada, perfecta disposición, voluntad y mejores intenciones por parte de todos, arrancó con Moruba, quienes, antes de ceder el testigo a Touché, ofrecieron tres versiones de otras tantas bandas también llamadas a actuar: de Innerve (quienes a última hora no pudieron comparecer por encontrarse su baterista tocando con Txarrena), Sin Dirección y Anorexia. Y ¿por qué tres versiones? Porque este año, en lo que a búsqueda de un plus de originalidad hizo referencia, rizando el rizo de lo hasta ahora visto se decidió que cada grupo tocara tres temas de otros de los implicados, labor que las distintas bandas en comparecer, en el orden indicado en la cabecera de estas líneas, sacaron adelante de forma desigual. Pero bueno, siendo prioritarios en el presente jumelage otros aspectos y habiendo sido las condiciones técnicas las que fueron, no le daremos mayor importancia al tema: razón por la que, en otro orden de cosas, por respeto a quienes menos lucieron, no diremos quiénes lo hicieron más. No tratándose además la presente cita de un festival al uso, de un concurso ni de una muestra, tan siquiera. ¿Aspectos más curiosos de la noche? La comparecencia por tercera vez de DKuajo y Las Valium, la presencia de un grupo comodín, integrado en diferentes momentos por músicos de Khous, Las Valium y por Sebas, de Sin Dirección (para suplir las ausencias de última hora de Innerve y Tracción) o el hecho de que Syberiam, quienes tomaran parte en la anterior edición como La Caja China, aprovecharan la ocasión para despedirse temporalmente.
Vesarte Pamplona regaló a la ciudad una nueva velada con su personal impronta de agitación como santo y seña, cita que, rupturista y atrevida como todas sus acciones, dio a entender que es posible otra forma de entender la vida, en general. Basada en una original performance musical –si se quiere-, una noche especialmente indicada para aquellos a los que les gusta dejarse sorprender… y más en unos tiempos como éstos, tan estandarizados; una velada, en resumidas cuentas, para amantes de emociones… sin más calificativos: y no diremos fuertes toda vez que, si son emociones, muchos entendemos que ya lo son. Vesarte, fuera de toda duda, otra forma de ver o concebir el arte. Y más que necesaria. ¡Hasta la próxima edición!
Actitud, ruido y rock & roll
Concierto de Rat-Zinger
Fecha: viernes, 25 de febrero.
Lugar: Terminal, Iruñea.
Intérpretes: Rat-Zinger, formación integrada por Podri, a la voz, Pinky, al bajo, Javi, a la guitarra, y Xanpe, a la batería.
Incidencias: presentación de Cartas Al Vaticano, primer CD de Rat-Zinger. 1 Hora de duración, bises aparte. Asistencia discreta.
Sangre caliente, sudor y decibelios; actitud, ruido y rock´n roll; bueno, muchísima actitud, muchísimo ruido –en el sentido positivo de la palabra, el de volumen- y no menos cantidad de rock´n roll energy, de un huracán de música salvajemente influenciada por el mejor rock escandinavo de los 90, la tradición punk del país y por el facturado desde la noche de los tiempos por bandas seminales como Motörhead. O, si se prefiere, punk rock diabólicamente concebido e igualmente interpretado en directo, he aquí qué deparó la presentación de los bilbaínos Rat-Zinger en nuestro santuario del rock por excelencia. Bueno, y en otro orden de cosas, la constatación de que la religión católica no sólo es fuente de inspiración para los músicos practicantes del denominado rock cristiano, sino que también continúa siéndolo para los situados en sus antípodas, algo ya sabido desde la década de los 80 gracias a los igualmente bilbaínos M.C.D.
Integrado el presente cuarteto por ex músicos de Anarko, Nok, Zer Bizio?, Sucio Sistema y Pi.l.t., comandado por un vocalista que, totalmente a la altura de las brutales circunstancias musicales exhibidas, rubricó con creces las mismas demostrando sobradamente por qué lucía una camiseta del legendario trío de Lemmy Kilmister, Rat-Zinger ofreció una actuación que se tradujo en todo un impactante ejercicio de rock´n roll de sonido guarro y agresivo, como siempre lo fue el del viejo género. Reforzada por las tres versiones que remataron la faena, un tornado de música, por su fiereza, llamada a intimidar hasta a las fieras, más que a calmarlas. Bueno, y en medio de la marejada de vatios y decibelios generada, incluso a humanos como los destinatarios de las peculiares cartas del grupo ¿remitidas? No, detonadas, con forma de canciones. ¿Que cuales fueron las versiones ofrecidas? Realmente acertadas todas ellas, Mi Navaja, de los gasteiztarras Quemando Ruedas, Ace Of Spades, de Motörhead, y Antisocial, de Anthrax, ésta última, en la lengua de Cervantes.
De imponente presencia escénica y musical, Rat-Zinger concedió audiencia el último viernes de mes a la, valga la redundancia, audiencia punk rocker de Iruñea, poniendo de manera brutal sobre la mesa sus particulares Cartas Al Vaticano y, haciendo bueno aquello de a la vejez, viruelas (y decibelios y tachuelas), suscitándonos las siguientes reflexiones: llenándonos, en primer lugar, de satisfacción el hecho de comprobar que, pese a las transformaciones de toda índole sufridas por Bilbao, todavía hay quien resiste. Que, al igual que Motorsex (los herederos de los viejos M.C.D.), todavía hay quien insiste y embiste a ritmo de rock and roll macarra de verdad, sin paños calientes ni subterfugios: sucesores –en el sentido de herederos- de Lemmy y su banda ambos grupos, al igual que el otrora cardenal Ratzinger, de Pedro. Y es que en estos tiempos de tanta autocomplacencia y punkies de plástico (algo contra lo que ya cantaran las Vulpes, otras bilbaínas de pro, en los 80), en este tercer milenio en el que tantos sucedáneos camuflados se nos venden en nombre del rock ‘de verdad’ (también en esta ciudad, he aquí la segunda reflexión), no está de más que de vez en cuando venga alguien de fuera a poner orden, demostrando que, hablando de rock facturado sin complejos y totalmente echado hacia delante, ningún grupo local suena ahora mismo así.
Pues eso, esto es todo; largo –y próspero- pontificado a Rat-Zinger y, principalmente, larga vida al rock and roll. Al de verdad.
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