MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

16/2/11

RESEÑA TERCER CD Y CRÍTICAS DE CONCIERTOS DE KHAMUL

KHAMÛL, INVOLUCIÓN (PRODUCCIONES MALDITAS, 2007)

Khamûl ve estos días la publicación de Involución, su tercer CD; un trabajo poderoso, enérgico y vitamínico; echado hacia delante, decidido. Enriquecido... y matizado también; ¿Desbocado? Para nada: cosa de la madurez alcanzada con los años, habida cuenta de que Khamûl no son unos recién llegados. Y novedoso –si se quiere-, toda vez que dichas composiciones han sido construidas sobre una contundente base musical que, además de guitarras, bajo y batería, incluye samplers y scratches.

Involución, directo al estómago como un directo a la mandíbula, he aquí un CD que más que una vuelta de tuerca viene a ser una llave de kárate para la escena; un trabajo que necesariamente tiene que poner en su sitio a Khamûl: toda una apisionadora con años a sus espaldas machacando tímpanos, un terremoto metálico de muchísimos grados de magnitud.





Tornado en la habitación

Concierto de Khamul

Fecha: Sábado, 17 de Enero de 2004

Lugar: Bar Tábata, Villava.

Intérpretes: Khamul, formación integrada por Mikel Jamar (garganta y voz), Raúl Clemente (guitarra y susurros), Richard Muñoz (guitarra y voces), Jaime Zubiaur (bajo y voces), Arkaitz Laguardia (Scratches y samplers) y Javier Bejarano (batería).

Incidencias: Lleno para la presentación de En la habitación, segundo CD de los burladeses Khamul. Concierto que supuso la última actuación de Bejarano a los

parches; éste será sustituído por Santi Panadero, quien subió a interpretar una canción.

En funcionamiento desde 1998, ya en la primavera de 2000 Khamul dio un primer golpe de mano sorprendiendo a propios y extraños con la grabación de una maqueta de seis temas que cautivaron a un buen puñado de aficionados; posteriormente, en 2002 volvieron a poner las cartas sobre la mesa autoeditándose La Flor, su primer trabajo largo. Nuevamente, hace escasamente un mes, lo han vuelto a hacer con la edición por parte del sello Akeloo de En la habitación, su segundo álbum, un CD de sonido más pesado y pausado e integrado por doce impactantes composiciones, las cuales muestran a las claras que los años transcurridos no han discurrido en vano y que, como demostraron en el Tábata, no estamos ante ninguna serpiente de verano sino ante unos animales de escenario en toda regla, comenzando por Mikel, el frontman; el concierto en sí, como ya hemos apuntado, significó la presentación del nuevo CD y, además, la del D.J. Arkaitz - el último en incorporarse a la banda -, así como la despedida de Javier Bejarano de la batería y la incorporación a la misma de Santi Panadero, y nos mostró a un grupo con ganas y llamado a hacer grandes cosas, a una formación que demostró ser un auténtico tornado, todo un ciclón sobre el escenario; así las cosas y de forma más o menos encadenada fueron sucediéndose la práctica totalidad de las nuevas composiciones, unos temas de gran desarrollo instrumental, acelerados en ocasiones y más pausados en otras pero que en todo momento suenan compactos, pesados y acerados, unas canciones directas y de directo que como los cañonazos que son entran como tales: solos y a la primera, denotando una sonoridad y un estilo propio y definido, cercano al metal - core; finalmente, después de cerca de hora y cuarto de actuación, la velada concluyó con la interpretación de una salvaje e impresionante versión del legendario Roots de Sepultura; en resumidas cuentas: Bestiales, los de Burlada; he aquí la erupción, el revulsivo que de un tiempo a esta parte estaba y sigue demandando a gritos el panorama musical: puede que no hayan inventado nada pero la cosa consiste en conectar, en transmitir, y, sin exagerar lo más mínimo, podemos afirmar que en estos momentos la banda transmite unas vibraciones que no percibíamos por aquí desde 1995 con la irrupción de Koma. Khamul y En la habitación: bombardeándonos desde la misma. Ilusionando y convusionando a partes iguales. ¿Para cuándo en un escenario grande?


Claroscuros

Conciertos de Khâmul y Avalanch

Fecha: Sábado, 17 de Diciembre de 2005.

Lugar: salaTótem, Atarrabia.

Intérpretes: Khâmul, formación integrada por Mikel, a la voz, Richard y Raúl, a las guitarras, Jaime, al bajo, Arkaitz, a los scratches, y Santi, a la batería. Avalanch, grupo compuesto por Ramón, a la voz, Alberto y Dani, a las guitarras y a los coros, Fran, al bajo, Roberto, a los teclados, y Marco, a la batería.

Incidencias: floja entrada; público de estética heavy que se mostró participativo, en ocasiones. Avalanch actuó durante casi dos horas, bises incluidos.

Con marcados claroscuros y cierta división de opiniones entre los presentes: así transcurrió esta velada, la cuál deparó luces y sombras, trayendo consigo la de cal y la de arena, en cierto modo. Y es que, en el mundillo de la música, también el modesto da a veces la campanada o, directamente, le come el mijo al grande. La noche, con dos partes claramente diferenciadas en lo que a estilística se refiere, comenzó de la mano de los burladeses Khâmul, de quienes no diremos que dieron la sorpresa porque así acostumbran a sonar en sus conciertos: así de rotundos, queremos decir. Los de Burlata, inconmensurables y extraordinariamente dinámicos sobre las tablas, iniciaron el bombardeo que vino a ser su pase sobre las 23.15, sacudiéndonos los tímpanos durante los cuarenta minutos de que dispusieron con temas de sus dos CD´s más algunos nuevos, demostrando a las claras que no hay quien los pare. Que ahí siguen, componiendo y ofreciendo conciertos como el presente, de poder a poder: dando vida a unas descargas aceradas y aceleradas por igual y creando unas composiciones de lo más brutas, con cuerpo y con bien de fibra: marcadamente rítmicas, musculosas y atléticas, musicalmente hablando, con la kaña de Burlata en primer plano y de trasfondo, como sombra alargada. Khâmul, los Koma del nuevo milenio, nos atreveríamos a decir: he aquí una apisionadora perfectamente engrasada que debería encabezar carteles ya, más allá de continuar abriéndolos; y es que clama al cielo que semejante banda tenga que andar aún miseriando medios y conciertos. Y tras los presuntos teloneros... los supuestos cabezas de cartel, Avalanch, grupo de nombre y cierto status del que no podemos decir sino que esperábamos más, mucho más...


Preparados para lo que sea

Concierto de Khâmul

Fecha: viernes, 25 de enero de 2008.

Lugar: sala Tótem, Atarrabia.

Intérpretes: Khâmul, formación integrada por Mikel, a la voz, Richard y Clemente, a las guitarras y a las voces, Jaime, al bajo, Arkaitz, a los scratches, y Santi, a la batería.

Incidencias: presentación de Involución, tercer CD de Khâmul; entrada aceptable. Como teloneros actuaron Lingua Mortis, Stop y Radical Fruit.

Noche de metal y decibelios la protagonizada por Khâmul, Lingua Mortis y Stop, formaciones que junto a Radical Fruit comparecieron en Tótem a petición de los primeros, metidos a organizadores por un día en su intento por hacerse con unos fondos para sufragar parte de su próxima gira con Koma: una banda con la que, más allá de buenas relaciones diplomáticas, han mantenido siempre importantes lazos de unión. Sí, hasta el punto de que Brigi, en momentos puntuales, ha llegado a ser incluso su baterista. En medio de un ambiente un tanto desangelado, la noche arrancó con el heavy metal de tintes de leyenda de Lingua Mortis… Y finalmente, con una asistencia que ya iba dando a entender que Khâmul se va haciendo con su pequeña legión de seguidores, los citados a escena prestos y más que predispuestos a hacer lo que mejor saben hacer sobre la misma: el animal –musicalmente hablando-, algo que hicieron de manos del repaso de los temas del CD que presentaban y de otros de anteriores trabajos, como el ya mítico Spidermen o En la habitación, del CD así titulado ambos, ofrecidos en la recta final; ¿temas nuevos a destacar? Vitalidad, primero en sonar, Tonto del culo, último en hacerlo y para el que contaron con la colaboración de la zíngara Mª Fe, y Luces y Al otro lado, imprescindibles, sencillamente, tanto como la apabullante versión del Roots de Sepultura con la que se despidieron: cover que entendemos que debería propulsarles hacia arriba al igual que en su día tiró el Territory, también de los brasileños citados, de los entonces prometedores Koma. Finalmente la noche de rock metal vivida encontró un sorprendente y brillante broche en Radical Fruit, combo surgido al calor de la siempre inquieta peña Euskal Herria y que, con distintos cantantes alternándose el micro, por medio de los temas ofrecidos se mostró más que como un grupo de versiones al uso como una plataforma musical al servicio de la fiesta y la diversión.

Hijos putativos de Koma por excelencia y más que rodados en todo tipo de conciertos, con un Mikel Jamar que, inconmensurable, ejerció en todo momento de incuestionable jefe de la manada, Khâmul ofreció un pase demoledor en el preámbulo de su gran oportunidad, demostrando tal y como cantaba en un viejo tema Barricada estar preparados para lo que sea, para lo que venga: para defender sus canciones allí donde sean requeridos para ello, solos o en compañía. Así las cosas, un único deseo por nuestra parte antes de terminar: que así sea.


Brutal

Conciertos de Khamul y Soulfly

Fecha: viernes, 28 de mayo de 2010.

Lugar: sala Tótem, Atarrabia.

Integrantes: Soulfly, formación integrada por Max Cavalera, a las guitarras y a la voz, Marc Rizzo, a la guitarras, Bobby Burns, al bajo, y Joe Nuñez, a la batería. Como teloneros, abrieron noche Khamul.

Incidencias: concierto de presentación de Omen, 8º CD de Soulfly. Hora y 10 minutos de duración, bises incluidos. ½ entrada larga, público que se mostró participativo.

Visceral, bestial. Brutal, he aquí, como si del sumatorio de las primeras palabras apuntadas se tratase, cómo se mostró el seminal Max Cavalera (Belo Horizonte, Brasil, 1969), al frente de Soulfly: formación que lidera desde 1997, una vez que abandonara Sepultura. La ceremonia metálica de alto voltaje que fue la velada arrancó con el asimismo visceral y bestial buen hacer de Khamul, teloneros de lujo que aprovecharon los 45 minutos de que dispusieron para desplegar su habitual contundencia; con catorce años de historia a sus espaldas y tres discos en su haber, los de Burlata salieron, en primer lugar, a disfrutar; a pasarlo bien en su día grande –fuera de cualquier duda-, pues no todas noches se comparte escenario con alguien como Cavalera: para ellos verdaderamente referencial. Así las cosas, dándolo todo física, espiritual y artísticamente, totalmente echados hacia delante; conscientes de que nada tenían que perder y sí seguidores que ganar, los comandados por Mikel… se salieron –directamente-, demostrando una vez más con sus canciones estar preparados para afrontar mayores cotas; con unos temas que, ya conocidos, ya inéditos, destilaron más, bastante más que buenas vibraciones, poniendo a ¿bailar? A prueba más bien, a temblar –incluso- los cimientos de la sala. Y a continuación, ante una asistencia a la que no sabemos si calificar de aceptable, de floja o de discreta (al igual que sucedería en otros casos, no tiene que sonar a nuevo decir que Cavalera, fuera de Sepultura, no arrastra lo que arrastraría en la banda madre), a las 23.15, Soulfly a escena...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

USTED ES EL VISITANTE Nº