MARTXA, MARTXA CON NUESTRA FANFARRE!! (QUE USTEDES LO PASEN BIEN) )

19/10/15

criticARTE OCTUBRE: PIPES AND PINTS, BURNING, STACIE COLLINS, VIRGIL & THE ACCELERATORS, DAN BAIRD & HOMENADE, JUNKYARD...


Sin arrugarse

Concierto de Pipes and Pints


Fecha: jueves, 22 de octubre.
Lugar: Café Zentral Teatro, Iruñea.
Intérpretes: Pipes and Pints, formación integrada por Vojta Kalina, a la gaita y a las voces; Syco Mike, a la voz; Lukáš Vincour, a la batería; Tomáš Novotný, a la guitarra eléctrica, y Ondřej Balvín, al bajo.
Incidencias: concierto enmarcado en la gira Sangre Familia European Tour. Asistencia discreta, público efusivo. 1 Hora de duración, bises aparte.


El primer concierto de la presente gira estatal de los checos Pipes and Pists dio la de cal en lo referido a su actuación, colosal, pero también la de arena; y es que sus compañeros de carretera y cartel, los franceses Banane Metalik, no llegaron a la cita, por lo que los susodichos se vieron abocados a actuar en solitario.  
Programadas las actuaciones para las 20.00, la de los de Praga, única banda en liza,  arrancó sobre las 21.15, brillando con luz propia, desde el mismísimo pistoletazo de salida, la presencia en el grupo de un gaitero que no dejó indiferente a nadie: cosa del dinamismo y de la brutal presencia escénica que aportó, siendo, fuera de cualquier duda, el hecho diferencial del hecho musical del quinteto: por las lindes del punk rock más correoso y abrasivo dicho corpus, dejando clara la aportación de dicho instrumento algo que algunos ya sabíamos: que la gaita también puede ponerse, por qué no, al servicio del punk, y salir airosa del intento. Algo que muchos ya teníamos claro desde 1987, año en que viera la luz el disco No somos nada de La Polla Records. Y así discurrió el grueso de la velada, con el citado aportando grosor grafiteando sobre los muros levantados por las guitarras a la perfección; resultando este circunstancial, a la perfección, válido para ambos músicos.
Así pues, siendo esto así, a nadie extrañó el resultado del concierto, traduciéndose en lo  esperado por los presentes: en una concepción del punk rock, teñida de tintes folk, demoledora. Con nervio, como siempre fue y tiene que seguir siendo estando dicho género de por medio. Y todo ello con el grupo en su sitio todo el tiempo, sin arrugarse pese a las adversas circunstancias. Descargando sin contemplaciones ni concesiones. A fin de cuentas ellos sí llegaron a Zentral y allí estaban, sobre el escenario, y quienes estaban debajo, pese a las ausencias a ambas alturas del mismo, no tenían culpa alguna. Ninguna. Demostrando el grupo ser grandes y haber venido a ello, a repartir a lo grande, haciendo malo –llegados a este punto- aquello de que el que reparte se lleva la mejor parte, dándolo todo como lo dieron; vaciándose a la hora de exponer su manera de entender el punk rock: muy de la vieja escuela en sus manos, demostrando haber sido buenísimos alumnos de maestros como Social Distorsion.
La gira que llegó coja, he aquí cómo pudimos haber titulado estas líneas, algo que no hicimos por las siguientes razones: por respeto a Banane Metalik (seguramente, tras los asistentes, fuesen los principales afectados) y por reconocimiento al concierto de Pipes and Pints, merecedor de una crítica con un titular más acorde a su concierto, lo realmente importante. Que fuese más allá de lo anecdótico. Sí, gustaron.


Vivos, salvajes

Concierto de Burning


Fecha: viernes, 16 de octubre.
Lugar: Zentral Kafe Teatro, Iruñea.
Intérpretes: Burning, formación actualmente integrada en directo por Johnny, al piano y a la voz, Carlos, al bajo, Eduardo y Nico, a las guitarras, Maikol, al saxo y Kacho, a la batería, acompañados por Niko, a las percusiones, Israel, Luis y David, a los vientos, y Maika y Sonia, a los coros.
Incidencias: primer concierto enmarcado en la gira Vivo y salvaje, de conmemoración del 40º aniversario de la fundación del grupo.  2 horas de duración, bises incluidos. Cerca de media sala, público preferentemente maduro que disfrutó de la velada.

Pieza angular de Burning y único miembro original desde el fallecimiento de Pepe Risi, 1997; referencial puntal desde 1975, año de la fundación de los denominados Rolling de la Elipa, Johnny Cifuentes regresó a Nafarroa una vez más, en esta ocasión con motivo del inicio de una nueva gira de la banda. De un tour muy especial; y, a la altura de las circunstancias (no todos los años se celebra el 40º cumpleaños de la formación de un grupo), luciendo en perfecta forma física y artística, lo hizo comandando un plantel  integrado por doce músicos: ¿el resultado? Espectacular, se mire como se mire.
Actitud canalla por bandera cual sempiterna marca de la casa, el rock de Burning se materializó de primeras con el tema Madrid, repasando el set list –en líneas generales- el concierto que ofrecieron en mayo en el Barclaycard Center de la capital del estado, con motivo de tal aniversario. Destacando respecto a anteriores visitas del grupo a Iruñea el formato con el que se presentó, espectacularmente acompañado por un percusionista, dos coristas  y una sección de vientos que tiñó de afortunado toque soul la música de Johnny y sus apóstoles, de característico regusto stonianio; vaqueros negros, chaleco de cuero negro, camiseta y gafas de rock de idéntico color, a caballo el citado todo el tiempo entre el micro principal, sus teclados (sitos en medio del escenario)… y la atención a los suyos, a ambas alturas del mismo, al tiempo que, de manos del hacer de semejante banda, disfrutaba del sonido de sus canciones como nunca llegó a soñar. Prosiguiendo con el repertorio, diremos que albergó composiciones de todas las épocas del grupo: temas cuarentones, sonando incluso I´m burning, su primer single, o Rock mamá, conjugados con otros prácticamente recién paridos, como los que vieron la luz en trabajos como Pura sangre, publicado en 2014. ¿El denominador común de todos ellos? El alma que denotaron… y el vigor con el que sonaron, haciendo bueno, en parte, aquello de que “los viejos rockeros nunca mueren”. ¿En parte, hemos apuntado? Sí, toda vez que a Burning no podemos considerarlos viejos, cuarentones todavía como son. Toda vez que todavía les queda gasolina por quemar: y así lo entendieron los presentes, un público que, haciendo buena la letra de Muévete en la oscuridad, cambió la televisión por una noche de pasión… musical en este caso, quedando plenamente satisfecho: tal y como lo atestiguó su implicación en hits como los siempre esperados e imprescindibles Qué hace una chica como tú en un  sitio como este, Esto es un atraco, Mueve tus caderas (con descorche de botella de champán incluido, como en toda celebración que se precie), No es extraño que tú estés loca por mí o Una noche sin ti, antes de terminar de manera apoteósica con Johnny B. Goode.
Supervivientes con preclaro marchamo de autenticidad, Burning lució en Zentral como lo que llevan décadas demostrando ser, una banda atemporal por cuyas maneras y cancionero no pasa el tiempo; viéndolo ellos pasar desde su atalaya –más bien-: ¡y que cumplan muchos más!

Puro rock and roll ‘energy’

Conciertos de Virgil & the Accelerators, Dan Baird & Homemade Sin y Junkyard

Fecha: domingo, 11de octubre.
Lugar: Zentral Kafe Teatro, Iruñea.
Incidencias: festival organizado por Rockefor; más de 4 horas netas de música en directo. Asistencia aceptable, centenares de personas. Público que se mostró receptivo y participativo.

La noche del pasado domingo, víspera de festivo, quedó teñida de puro rock and roll ‘energy’ de manos del Festival Rockefor, deparando la cita organizada por el legendario programa de radio las caudalosas actuaciones de Virgil & The Accelerators, una de las bandas más en forma del momento, a tenor de lo visto; Dan Baird & Homemade Sin, proyecto en el que está embarcado actualmente Baird, de The Georgia Satellites, y Junkyardla veterana formación de hard rock americano con vetas punk de Brian Baker, quien pasase por las filas de los referenciales Bad Religion y Minor Threat.

Comandados por el jovencísimo y talentoso guitarrista y vocalista Virgil McMahon, Virgil & The Accelerators arrasaron cual huracán, poniendo de sopetón las cartas sobre el tapete. Los naipes con forma de canciones sobre el escenario –en este caso-, atronando la sala con una concepción del rock and roll… realmente robusta, descarada y corpulenta, con raíces significativamente hundidas en los 70. Denotando los temas detonados indudable esencia y presencia de vetas de blues en su ADN. Y sí, con ellos convencieron a los presentes, un público muy ‘azkenero’, si se nos permite el calificativo: con unas composiciones que sonaron enlazadas la mayor parte de las ocasiones, como si los músicos quisieran aprovechar hasta el último rescoldo de su tiempo y lo más importante, la oportunidad brindada para expandir su música. Para  ampliar su radio de acción con su mastodóntico hecho musical, pura personificación del rock, tal y como hemos dado a entender.
Acto seguido, tras semejante primer plato (vamos, como si en un banquete, de primero, sirviesen el chuletón), llegó el momento del cuarteto comandado por el histórico Dan Baird, sólida formación –igualmente- pese a que, en un primer momento, tuviesen que pagar ciertos platos rotos: consecuencia directa de verse abocados a actuar en segunda posición. Pero, tirando de tablas y repertorio, aliñadas sus canciones por sacramentos  como el carácter eminentemente guitarrero de las mismas (rugientes, rusientes, así se mostraron todo el tiempo las guitarras), a ritmo trepidente solventaron progresivamente la situación, hasta desembocar en un incandescente final.
La noche terminó con la esperada actuación de Junkyard, quinteto en activo desde 1987 que satisfizo y asustó (entre comillas si se quiere la segunda acción verbal: no demos lugar a malentendidos) a partes iguales al público: complaciendo totalmente a sus incondicionales, arremolinados delante del escenario, y echando ligeramente para atrás al sector más bluesero del respetable: cosa de la intensidad de sus canciones, subidas de revoluciones y salpicadas de acerados y acelerados toques punkrockers en ocasiones. Fruto de cómo marcaron territorio con las mismas, de porte más abrasivo que las de las dos bandas anteriores: escritas con similares argumentos pero de otra manera respecto a las de aquellas; por parámetros más enérgicos… Mas contribuyendo igualmente a mantener la altura del listón; de un listón alto, muy alto durante toda la velada a todos los niveles, forjando con su actuación Junkyard dicha noche, víspera de día de fiesta, el mejor colofón para lo que vino a ser la velada: toda una fiesta del rock and roll.


Suyo es el reino del blues & rock

Concierto de Stacie Collins


Fecha: domingo, 27 de septiembre.
Lugar: Zentral Kafe Teatro, Iruñea.
Intérpretes: Steacie Collins, a la voz, a la armónica y a la pandereta, acompañada por un trío integrado por guitarrista, bajista y baterista.
Incidencias: presentación de Roll The Dice, 5º CD de la artista, enmarcado en la gira europea High Roller Tour. Hora y media de duración, bises aparte. ½ aforo largo.

Steacie Collins fascinó en Zentral por la fuerza, la elegancia y la determinación con que defendió sus canciones, demostrando ser una consumada artista de directo en la puesta de largo  de su último CD. Poniendo de manifiesto, puro corazón de blues & roll, que es suyo el reino de dicho género; sí, y en el concepto más sentido, dinámico y apasionado de la expresión.
Tocada con un característico sombrero tejano, Steacie puso desde el principio el alma en el asador, defendiendo de forma tan arrebatadora como impulsiva unos temas ricos en hechuras y latido. En puro regusto a Ruta 66, asfalto en ebullición y rueda quemada, rodados y más que rodados los mismos y los músicos escenario a escenario carretera a carretera: unas canciones que, tocadas por varitas mágicas verdaderamente exquisitas (relacionadas con el rhythm and blues, el boogie boogie, el charlestón, el country o los aires fronterizos), fluyeron redondas, sin denotar complicaciones ni aristas; desnudas, luciendo cual personificación en plenitud del espíritu del blues rock. Desprovistas de adláteres artificios y humo. Eso sí, sin que represente contradicción alguna lo que vamos a decir, perfectamente adornadas y vestidas las composiciones tanto por la armónica y su voz como por la clase y la complicidad con que las hizo suyas la backing band, integrada por guitarrista, bajista y baterista: trío de auténtico lujo cuyos integrantes también encontraron sus momentos de gloria al micrófono, llevando en un tema cada uno la voz principal. ¿El resultado, siendo esto así? Un concierto que, trepidante, encaró la recta final con inusitado frenesí y desenfreno, desembocando la misma inevitablemente en unos bises… Pedidos por abrumadora mayoría.
Dos años después de su anterior visita (la cita fue en la casa de Cultura de Burlata en 2013) Steacy Collins cabalgó de nuevo sobre sus canciones en Iruñea, protagonizando un concierto que, en otro orden de cosas, fue todo un revulsivo para rematar San Fermín Txikito: cosa del revitalizante complejo vitamínico que representó, fundamentado sobre algo tan poco tangible como irrefutable, la siempre vitamínica música en directo. Una pócima de fácil absorción y efectos inmediatos, más que apropiada para afrontar días grandes como este, domingo de San Fermín… o de resaca para algunos, lunes y la pelea diaria en lontananza. Un concierto, como sucediera en la anterior ocasión, para recordar.


2 comentarios:

  1. Oh, vaya!!! cuando por fin te enteras de que Stacie Collins es efectivamente Collins y no Davies como decías en el Noticias, ahora resulta que tampoco es Stacie, sino Steacie, y no solo eso, sino que mas tarde la vuelves a rebautizar como Steacy..... En fin, veo que la noche te confunde.... Por cierto, me gustaría que nos explicases donde ves tu el charlestón en la música de STACIE COLLINS, que así es como se llama. Gracias.

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  2. Jajajajaja.... que grande!!! Beorlegui, el mayor transformista de la crítica absurda.

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