Calentando motores
Semifinales de Encuentros 2014 (I):
actuaciones de Xabi Ansó, Virenque e Ingravito
Patrocinada por el Gobierno de Navarra y
organizada por la Subdirección General de
Juventud del Instituto Navarro de Deporte y Juventud, la 30ª edición del concurso
musical denominado actualmente Encuentros
de Arte Joven pasó en un visto y no visto para el gran
público, concluyendo con la celebración de dos semifinales;
las citas tuvieron lugar en dos noches en la novísima sala
El Templo, decidiendo el jurado tras la segunda jornada, sin final convocada
aparte ni gala de cierre alguna, el nombre del artista llamado a ocupar el más
alto cajón del podio; y el honor fue para The Icer Company, terceros en actuar la
segunda de las sesiones. Así pues, próximamente hablaremos de ellos y su música;
de los encantos sonoros que, con todo merecimiento (sin hacer de menos a nadie),
les llevaron a ser el grupo ganador.
Ante un número muy discreto de público –en
general- (he aquí, con altibajos, la tónica general en lo relativo a asistencia
los dos días), frente a unos asistentes que en la mayor parte de los casos fueron
a seguir las evoluciones de los artistas de su entorno, en lo concerniente al
jueves la primera propuesta a examen fue la del veterano Xabi Ansó, quien,
acompañado por una banda, presentó un proyecto sorprendentemente escorado hacia
el pop-rock melódico. Nada que ver, desde luego, con el practicado por el
actualmente vocalista y guitarrista en su anterior formación, Barúa: banda en
la que era el bajista y con la que ya saboreó las mieles del triunfo en la
edición de Encuentros de 2006.
Denotando estar dando sus primeros pasos, él y sus músicos derrocharon ganas de
agradar, dando a entender que, para ellos, lo mejor está por llegar. A
continuación llegó la hora de la verdad para Virenque, quienes se llevaron el
gato al agua en lo referido a hacerse a la postre con el beneplácito de los
presentes; con todos los boletos, si lo disputado dicha noche hubiese sido una
semifinal con derecho a pasar a una final. Entrenando desde finales de 2011, el
cuarteto con nombre de legendario ciclista derrochó agresividad con punch propio en la plasmación en directo
de sus canciones, cantadas en inglés y construidas sobre un concepto de rock
alternativo de elevados quilates: muy rico en melodías y en tintes crossover, tal y como lo plasmaron con sugerentes
cruces rítmicos y de ambientaciones. Más que yendo a tiro fijo –desde el prisma
estilístico-, haciendo gala de tener hambre. Ganas de experimentar. Y eso
siempre es bueno. Así pues, intensos. Sin fisuras el plantel. Yendo al lío, al
grano desde el primer minuto y haciendo granero, siendo su pase por su
planteamiento, desarrollo y desenlace el
más profesional de la velada, perfectamente tramado, trazado y sacado adelante.
Finalmente, tras tocar techo con Virenque
(podríamos decir que para ellos fueron los galardones de etapa correspondientes
al paso por las Metas Volantes), el
desarrollo de la velada se torció, sin que ellos tuviesen culpa alguna, con Ingravito,
banda a la que la noche se le puso en todos los sentidos cuesta arriba desde
que cruzaran la línea de salida: cosa de que, por lo que fuese, el público se fuese
marchando hasta quedar reducido a escasas decenas de personas y de que el
sonido, como consecuencia del estilo del grupo, la acústica del local y de dicha
fuga de espectadores, no se aliase con ellos -precisamente-, sonando el metal
fronterizo y trhashgénico (si se nos
permite) por ellos facturado realmente deslucido… Así pues, he aquí lo que dio
de sí la jornada del jueves: de calentamiento de cara a la del viernes, día que
concentró a las bandas con mayores posibilidades de alzarse con el triunfo,
como así fue…
¡Bien por The Icer Company!
Semifinales de Encuentros 2014 (y II):
actuaciones de Kenya N
Kat, Impacto, The Icer Company y
Tipi Tako
Tras lo
visto la primera noche de manos de las actuaciones de Xabi Ansó, Virenque e
Ingravito, parecía claro que en la sigueinte, con permiso de los segundos,
aguardaría el ganador. El artista llamado a proclamarse vencedor de los Encuentros de Arte Joven 2014. Y tal y como lo barruntamos así fue, haciéndose
finalmente con el premio The Icer Company.
La noche comenzó bien, muy bien de manos de Kenya N Kat, protagonistas de una
actuación impecable. Incuestionable, hasta el punto de que, sin desmerecer a
quienes se erigieron con el triunfo, todavía no nos explicamos por qué no
ganaron. Y ello a pesar de ciertos comentarios detectados en la sala, relacionados
con lo acertado o no de su presencia en el concurso o con la igualdad o no de
condiciones respecto a las de sus compañeros de cartel: que dispusieran de
técnico de sonido propio, por ejemplo. Nosotros, haciendo de abogados del diablo,
he aquí qué pensamos al respecto, que si estaban allí, tocando en semifinales, sería
porque su presencia habría resultado compatible con las bases del certamen:
fuese cual fuese el status/curriculum de los músicos (principalmente el del guitarrista
de la banda) y su procedencia. Y allá cada cuál con su conciencia. Respaldadas –así
las cosas- por una banda sobresaliente, Kenya N Kat ofrecieron un show
totalmente profesional, apoyado sobre el electro pop, la música disco más
genuina y ciertos guiños el rock de los 80; y su actuación, realmente efectiva,
catapultó su propuesta a las quinielas ipso
facto. Así pues, nada que objetar desde el prisma artístico: gustos aparte,
de lo mejor que hemos visto en la historia del certamen. Acto seguido, tras un
espectacular reajuste de escenario (algo que entre grupo y grupo no vimos la
jornada del jueves), llegó el tiempo del rock & roll. Del rock urbano más
genuino de manos de los jovencísimos Impacto, formación que tal vez debería
replantearse el incluir tantas versiones en sus directos y apostar más por la
creatividad; y más cuando salta a la vista que donde mejor se desenvuelven es
defendiendo sus temas propios: principalmente el cantante. Además, tal y como
hemos apuntado en alguna ocasión; si una banda dispone de temas suyos, ¿por qué,
en los concursos, tocar
versiones? ¿Para que comparemos sus canciones con las de sus maestros?
¿Para que establezcamos la comparación entre cómo las tocan y cantan unos y
cómo lo hacen los otros?
Alumnos aventajados de Los Suaves
o de las bandas de más renombre montadas por El Drogas, Impacto resolvieron bien la papeleta, destacando en sus
filas el guitarrista Iván: músico en cuya incipiente técnica, maneras y actitud
vimos una y otra vez a Boni, el legendario ex-compañero de escenario de Enrique
Villareal. El siguiente cambio de decorado musical llevó a las tablas a los
finalmente ganadores, The Icer Company, quienes convencieron totalmente al
jurado con su propuesta: erigida la misma sobre una concepción muy personal del
euskal rock que se tradujo en lo siguiente, una vibrante inmersión en
cautivadoras canciones de diferentes profundidades y calados. En la plasmación
de un intenso remanso sonoro que, de tonalidades a caballo siempre entre el
rock de autor, el pop y el folk, dejó claro en qué punto se encuentra
actualmente el grupo: a la espera de dar con la llave. Con el hit que prenda la
mecha y arrastre tras de sí a ellos y a su público potencial, abriéndoles las
puertas del éxito.
Finalmente la velada terminó con
la festiva y colorista explosión musical de Tipi Tako, rumbosa multiformación
que, con otros compañeros de certamen, tal vez hubiese tenido posibilidades de
ganar; y eso dejaron entrever sus composiciones, claramente lindantes en espíritu con las de grandes como Kiko
Veneno o Los Delinquentes. Así pues, tal vez, otra vez será. En una posterior
edición…
Y sirva esto también para Kenya N Kat e Impacto en caso de que
repitan. Nuestra felicitación a The Icer Company, y a ver en próximos años qué
nos depara el certamen.
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