Intenso. Inmenso
Concierto de Bap
Kennedy
Fecha: viernes, 24 de Octubre.
Lugar: auditorio Baluarte, Iruñea.
Intérpretes: Bap Kennedy, a la guitarra y a la voz,
acompañado por Brenda, a la guitarra y a los coros, y Gordon McAllister, a las
guitarras.
Incidencias: presentación de Let's Start Again, nuevo CD del artista, enmarcada
en una nueva edición del ciclo Musiketan. Hora y 20 minutos de duración, bises
aparte. Asistencia tirando a discreta.
Artesano de la canción (en palabras de la crítica
especializada) cuyas credenciales más significativas son haber colaborado en
discos de Mark Knopfler, Bap Kennedy, enrolado en las filas de los londinenses Energy Orchard en los años 90, pasó recientemente por la sala de Cámara de Baluarte; ¿el
motivo? La inauguración de la nueva temporada del ciclo Musiketan: vigésimo segunda desde que el conocido festival de músicas en pequeño formato echara a andar en Bilbo y tercera llamada a llegar hasta Iruñea.
Perfectamente dirigido el hecho musical por el colosal Gordon McAllister, el talludito trío sacó delante
de idéntica forma la actuación; a la perfección, con las guitarras, gusto y
tablas a espuertas a tres bandas, repartiéndose constantemente el juego de cara
a la factura de los temas: a dar vida a unas canciones que la cobraron
enarbolando la sencillez y la belleza por bandera, demostrando ser puro pálpito
sin mayores (ni menores) envoltorios, luciendo como lucieron: articuladas sobre
cautivadoras y embriagadoras melodías que, de diferentes y genuinos sabores (country,
blues, folk, swing, rock…) ejercieron de auténticos imanes. ¿El resultado? Unas
composiciones como Jimmy Sánchez o Radio Waves (por citar algunas) con
clara madera de hits, categoría que, evidentemente, habrían logrado sin
problemas en caso de haber terminado formando parte de repertorios como los del
ya citado Knopfler -por ejemplo-,
demostrando irle al ex Dire Straits como anillo al dedo. Unos temas de
agradable degustación y escucha, en suma, que lucieron cual pildoritas de sabor
único, resonando en cada uno de los
casos haciendo gala de sabores únicos. Con latido propio. ¿La pena? Los tiempos
que corren; que vivamos en esta especie de mundo al revés en el que lo
superficial parece condenado al éxito y lo bueno en esencia, predestinado a no
llamar la atención del gran público. A la indiferencia general: solo así
podemos explicarnos que pese al calibre artístico de la presente
propuesta únicamente cerca de un centenar de personas apostaran por pasar por
taquilla. Y en una ciudad como Iruñea, con la sensibilidad que se le presupone a
buena parte de sus habitantes hacia la música de calidad.
La Ruta 66 –bien podríamos decir- pasó momentáneamente el sábado por nuestra
ciudad transitando con agrado cuantos se dieron cita en Baluarte a lomos de las
canciones que sonaron. Haciéndolo a
diferentes ritmos durante cerca de hora y media, tiempo de la duración del
viaje. Intenso e inmenso el mismo, en verdad.
En el nombre de Queen
Concierto de God Save the Queen
Fecha: domingo, 19 de Octubre.
Lugar: auditorio Baluarte, Iruñea.
Intérpretes: God Save the Queen, formación integrada por Pablo Padín, Francisco
Calgaro, Ezequiel Tibaldo y Matías Albornoz
Incidencias: primera de las dos citas programadas en Baluarte.
Lleno. Localidades agotadas. 2 Horas de duración, bises incluidos. Público
entregado de todo tipo y condición.
Se dice que todos tenemos un doble en algún
lugar del mundo, qué verdad. Pues bien, los dobles, los clones perfectos –poco
menos- de Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor pasaron el
domingo y el lunes por Baluarte, completando en su totalidad la sala grande en
la primera jornada. En el nombre de Queen y su imperecedero recuerdo, llenando de
público e inmejorables sensaciones los argentinos God Save the Queen la función
a la que nosotros asistimos.
La esperada selección de éxitos en que se
tradujo su actuación, un auténtico espectáculo de luz, emociones y sonido,
arrancó con We will rock you,
perfecta recreación del legendario hit a la que siguió un nuevo regreso al
pasado más esplendoroso del grupo, siendo Tie
your mother down y Another one bites
the dust los temas rescatados. Y no diremos desempolvados porque, al igual que cuantos sonaron, nunca llegaron
a caer en el olvido. A coger polvo, pese a no haber sonado desde hace ya más de
20 años en directo más que en manos de bandas tributo, formaciones que, en
casos como el presente, sí que tienen su razón de ser.
Clavando más que versionando el legendario
repertorio de Queen, los comandados por Pablo Padín, depositario por excelencia
sobre la faz del orbe de las esencias y maneras de Mercury, abordaron a continuación Killer Queen, haciendo uso por vez
primera el frontman del piano. Y de esta forma, tema a tema; en constante increscendo, God Save the Queen, formación
a la que ya habíamos visto en Iruñea bajo la denominación de Dios Salve a la Reina,
se metió en el bolsillo totalmente a los presentes: a un público difícil de
saciar, a la vista de la voracidad con la que, llegado el momento, pidió nuevas
interpretaciones. Más y más. La plasmación en directo de más temas de esos que,
más que del acerbo popular, forman parte de la historia de la música en
general, brillando con luz propia en los bises joyas sonoras como I want to break free (con Pablo luciendo
pechos postizos y peluca ante la euforia general), Radio Gaga, We will rock you,
We are the Champions, God save the Queen (con el frontman
luciendo capa y corona reales) y Don´t stop me now –como colofón-, después de
que la velada hubiese llegado a su final bajo los sones de pesos igualmente
pesados como… (¿Cuáles citar? ¿Cuáles no?) De la talla de Bohemian rhapsody. Dejémoslo ahí: último antes de los bises y uno
de los más esperados habida cuenta de lo
que representa, la verdadera reválida para quien osa versionarlo. La auténtica
prueba del algodón. Y el cuarteto superó con holgura tal listón.
La visita de God Save the Queen a Baluarte
vino a ser uno de los acontecimientos culturales del otoño; el gran evento que
precisaba Baluarte para inaugurar la nueva temporada de conciertos, tras la
forzosa cancelación de la de Crystal Fighters hace justamente un mes. Y vaya
que si la programación de los argentinos resultó del agrado del público; de
todos los públicos, tanto de quienes llegaron a ver a Queen en vida de Mercury,
el sector más exigente –seguramente-, como de los que no llegaron a ello. Y sin
que lo dicho importara a nadie, a la vista de la plena vigencia de las
inmortales canciones. Y de su magnífica
interpretación a cargo de Padín y los suyos. Claro que sí.
En erupción
Concierto de Ingravitö
Fecha: sábado, 18 de Octubre.
Lugar: Black Rose, Burlata
Intérpretes: Ingravitö, formación integrada
por Txus, a las guitarras y a la voz, Jorge, a las guitarras, Álvaro, al bajo, y Mikel, a
la batería
Incidencias: presentación de Diario de un susurro que grita, 2º CD de la banda. Hora y media de duración total, bises incluidos. Asistencia
buena.
Tras permanecer un tiempo entre disco y disco
en estado más o menos latente, Ingravitö, el volcán que se activara en 2009 entrando
por primera vez en erupción en 2011 con la publicación de un primer trabajo, está
de nuevo en estado de máxima actividad: desde que lanzaran su segundo CD en
primavera del presente 2014, un disco con el que demuestran seguir en proceso
de crecimiento. Bueno, y de manos de la música por ellos ofrecida, “nuevo
metal fronterizo y transgénico (en palabras del propio grupo) lleno de rabia y ansias de
desahogo”, tener necesariamente
que crecer más y más.
La velada arrancó con la puesta de largo del
nuevo videoclip del cuarteto, rodado bajo las notas musicales del tema Una más, comenzando acto seguido el
concierto. La descarga propiamente dicha,
de manos de la materialización del thrash
metal de autor por ellos practicado, estilo que, en manos de los músicos
implicados, lució salpicado por esquirlas sonoras de regusto inequívocamente numetalero; con las melodías propias de dichas vetas matizando y
definiendo el resultado final. Coloreando los metálicos susurros facturados por
una banda que, en líneas generales, lució bien conjuntada.
Ya sobre el escenario, el grupo,
perfectamente provisto de balas en la recámara, lo dio todo, con el cómplice
calor del público como testigo de excepción. ¿Temas a destacar, llegados a este punto? El ya citado Una más y otros como los siguientes, Lluvia ácida, Un gramo, En el susurro o
Ninguna guerra en mi nombre, plasmada
esta última por las lindes del más poderoso rap-metal.
Una vez concluido el concierto, ya en el
tiempo de descuento, la banda, tras la tensión inherente a la cita, buscó
el desfogue definitivo de la mejor
manera posible: ofreciendo unas versiones convenientemente llevadas a su
terreno de Corazón de tango, de
Doctor Deseo, y La banda del carro rojo
de Los Tigres del Norte, terminado en medio de una fiesta total.
Nivel. En la inagotable cantera metálica de
Nafarroa sigue habiendo nivel. Se ve que sí hay nivel, he aquí qué sensación
quedó flotando en el ambiente tras la comparecencia de Ingravitö en Black Rose:
protagonistas tras la triunfal actuación una semana atrás de Hard Acoustic del
segundo concierto de la nueva temporada 2014 -2015. A ver qué nos depara.
Intenso. Inmenso
Concierto de Bap
Kennedy
Fecha: viernes, 24 de Octubre.
Lugar: auditorio Baluarte, Iruñea.
Intérpretes: Bap Kennedy, a la guitarra y a la voz,
acompañado por Brenda, a la guitarra y a los coros, y Gordon McAllister, a las
guitarras.
Incidencias: presentación de Let's Start Again, nuevo CD del artista, enmarcada en una nueva edición del ciclo Musiketan. Hora y 20 minutos de duración, bises aparte. Asistencia tirando a discreta.
Incidencias: presentación de Let's Start Again, nuevo CD del artista, enmarcada en una nueva edición del ciclo Musiketan. Hora y 20 minutos de duración, bises aparte. Asistencia tirando a discreta.
Artesano de la canción (en palabras de la crítica
especializada) cuyas credenciales más significativas son haber colaborado en
discos de Mark Knopfler, Bap Kennedy, enrolado en las filas de los londinenses Energy Orchard en los años 90, pasó recientemente por la sala de Cámara de Baluarte; ¿el
motivo? La inauguración de la nueva temporada del ciclo Musiketan: vigésimo segunda desde que el conocido festival de músicas en pequeño formato echara a andar en Bilbo y tercera llamada a llegar hasta Iruñea.
Perfectamente dirigido el hecho musical por el colosal Gordon McAllister, el talludito trío sacó delante
de idéntica forma la actuación; a la perfección, con las guitarras, gusto y
tablas a espuertas a tres bandas, repartiéndose constantemente el juego de cara
a la factura de los temas: a dar vida a unas canciones que la cobraron
enarbolando la sencillez y la belleza por bandera, demostrando ser puro pálpito
sin mayores (ni menores) envoltorios, luciendo como lucieron: articuladas sobre
cautivadoras y embriagadoras melodías que, de diferentes y genuinos sabores (country,
blues, folk, swing, rock…) ejercieron de auténticos imanes. ¿El resultado? Unas
composiciones como Jimmy Sánchez o Radio Waves (por citar algunas) con
clara madera de hits, categoría que, evidentemente, habrían logrado sin
problemas en caso de haber terminado formando parte de repertorios como los del
ya citado Knopfler -por ejemplo-,
demostrando irle al ex Dire Straits como anillo al dedo. Unos temas de
agradable degustación y escucha, en suma, que lucieron cual pildoritas de sabor
único, resonando en cada uno de los
casos haciendo gala de sabores únicos. Con latido propio. ¿La pena? Los tiempos
que corren; que vivamos en esta especie de mundo al revés en el que lo
superficial parece condenado al éxito y lo bueno en esencia, predestinado a no
llamar la atención del gran público. A la indiferencia general: solo así
podemos explicarnos que pese al calibre artístico de la presente
propuesta únicamente cerca de un centenar de personas apostaran por pasar por
taquilla. Y en una ciudad como Iruñea, con la sensibilidad que se le presupone a
buena parte de sus habitantes hacia la música de calidad.
La Ruta 66 –bien podríamos decir- pasó momentáneamente el sábado por nuestra
ciudad transitando con agrado cuantos se dieron cita en Baluarte a lomos de las
canciones que sonaron. Haciéndolo a
diferentes ritmos durante cerca de hora y media, tiempo de la duración del
viaje. Intenso e inmenso el mismo, en verdad.
En el nombre de Queen
Concierto de God Save the Queen
Fecha: domingo, 19 de Octubre.
Lugar: auditorio Baluarte, Iruñea.
Intérpretes: God Save the Queen, formación integrada por Pablo Padín, Francisco
Calgaro, Ezequiel Tibaldo y Matías Albornoz
Incidencias: primera de las dos citas programadas en Baluarte. Lleno. Localidades agotadas. 2 Horas de duración, bises incluidos. Público entregado de todo tipo y condición.
Incidencias: primera de las dos citas programadas en Baluarte. Lleno. Localidades agotadas. 2 Horas de duración, bises incluidos. Público entregado de todo tipo y condición.
Se dice que todos tenemos un doble en algún
lugar del mundo, qué verdad. Pues bien, los dobles, los clones perfectos –poco
menos- de Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor pasaron el
domingo y el lunes por Baluarte, completando en su totalidad la sala grande en
la primera jornada. En el nombre de Queen y su imperecedero recuerdo, llenando de
público e inmejorables sensaciones los argentinos God Save the Queen la función
a la que nosotros asistimos.
La esperada selección de éxitos en que se
tradujo su actuación, un auténtico espectáculo de luz, emociones y sonido,
arrancó con We will rock you,
perfecta recreación del legendario hit a la que siguió un nuevo regreso al
pasado más esplendoroso del grupo, siendo Tie
your mother down y Another one bites
the dust los temas rescatados. Y no diremos desempolvados porque, al igual que cuantos sonaron, nunca llegaron
a caer en el olvido. A coger polvo, pese a no haber sonado desde hace ya más de
20 años en directo más que en manos de bandas tributo, formaciones que, en
casos como el presente, sí que tienen su razón de ser.
Clavando más que versionando el legendario
repertorio de Queen, los comandados por Pablo Padín, depositario por excelencia
sobre la faz del orbe de las esencias y maneras de Mercury, abordaron a continuación Killer Queen, haciendo uso por vez
primera el frontman del piano. Y de esta forma, tema a tema; en constante increscendo, God Save the Queen, formación
a la que ya habíamos visto en Iruñea bajo la denominación de Dios Salve a la Reina,
se metió en el bolsillo totalmente a los presentes: a un público difícil de
saciar, a la vista de la voracidad con la que, llegado el momento, pidió nuevas
interpretaciones. Más y más. La plasmación en directo de más temas de esos que,
más que del acerbo popular, forman parte de la historia de la música en
general, brillando con luz propia en los bises joyas sonoras como I want to break free (con Pablo luciendo
pechos postizos y peluca ante la euforia general), Radio Gaga, We will rock you,
We are the Champions, God save the Queen (con el frontman
luciendo capa y corona reales) y Don´t stop me now –como colofón-, después de
que la velada hubiese llegado a su final bajo los sones de pesos igualmente
pesados como… (¿Cuáles citar? ¿Cuáles no?) De la talla de Bohemian rhapsody. Dejémoslo ahí: último antes de los bises y uno
de los más esperados habida cuenta de lo
que representa, la verdadera reválida para quien osa versionarlo. La auténtica
prueba del algodón. Y el cuarteto superó con holgura tal listón.
La visita de God Save the Queen a Baluarte
vino a ser uno de los acontecimientos culturales del otoño; el gran evento que
precisaba Baluarte para inaugurar la nueva temporada de conciertos, tras la
forzosa cancelación de la de Crystal Fighters hace justamente un mes. Y vaya
que si la programación de los argentinos resultó del agrado del público; de
todos los públicos, tanto de quienes llegaron a ver a Queen en vida de Mercury,
el sector más exigente –seguramente-, como de los que no llegaron a ello. Y sin
que lo dicho importara a nadie, a la vista de la plena vigencia de las
inmortales canciones. Y de su magnífica
interpretación a cargo de Padín y los suyos. Claro que sí.
En erupción
Concierto de Ingravitö
Fecha: sábado, 18 de Octubre.
Lugar: Black Rose, Burlata
Intérpretes: Ingravitö, formación integrada
por Txus, a las guitarras y a la voz, Jorge, a las guitarras, Álvaro, al bajo, y Mikel, a
la batería
Incidencias: presentación de Diario de un susurro que grita, 2º CD de la banda. Hora y media de duración total, bises incluidos. Asistencia
buena.
Tras permanecer un tiempo entre disco y disco
en estado más o menos latente, Ingravitö, el volcán que se activara en 2009 entrando
por primera vez en erupción en 2011 con la publicación de un primer trabajo, está
de nuevo en estado de máxima actividad: desde que lanzaran su segundo CD en
primavera del presente 2014, un disco con el que demuestran seguir en proceso
de crecimiento. Bueno, y de manos de la música por ellos ofrecida, “nuevo
metal fronterizo y transgénico (en palabras del propio grupo) lleno de rabia y ansias de
desahogo”, tener necesariamente
que crecer más y más.
La velada arrancó con la puesta de largo del
nuevo videoclip del cuarteto, rodado bajo las notas musicales del tema Una más, comenzando acto seguido el
concierto. La descarga propiamente dicha,
de manos de la materialización del thrash
metal de autor por ellos practicado, estilo que, en manos de los músicos
implicados, lució salpicado por esquirlas sonoras de regusto inequívocamente numetalero; con las melodías propias de dichas vetas matizando y
definiendo el resultado final. Coloreando los metálicos susurros facturados por
una banda que, en líneas generales, lució bien conjuntada.
Ya sobre el escenario, el grupo,
perfectamente provisto de balas en la recámara, lo dio todo, con el cómplice
calor del público como testigo de excepción. ¿Temas a destacar, llegados a este punto? El ya citado Una más y otros como los siguientes, Lluvia ácida, Un gramo, En el susurro o
Ninguna guerra en mi nombre, plasmada
esta última por las lindes del más poderoso rap-metal.
Una vez concluido el concierto, ya en el
tiempo de descuento, la banda, tras la tensión inherente a la cita, buscó
el desfogue definitivo de la mejor
manera posible: ofreciendo unas versiones convenientemente llevadas a su
terreno de Corazón de tango, de
Doctor Deseo, y La banda del carro rojo
de Los Tigres del Norte, terminado en medio de una fiesta total.
Nivel. En la inagotable cantera metálica de
Nafarroa sigue habiendo nivel. Se ve que sí hay nivel, he aquí qué sensación
quedó flotando en el ambiente tras la comparecencia de Ingravitö en Black Rose:
protagonistas tras la triunfal actuación una semana atrás de Hard Acoustic del
segundo concierto de la nueva temporada 2014 -2015. A ver qué nos depara.
Sevilla en clave de Rap
Concierto de S. Curro & Papa Wilson
Fecha: jueves 16 de
octubre
Lugar: Terminal,
Iruñea.
Intérpretes: S. Curro, a la
voz, & Papa Wilson a las bases, acompañados por Pedro Ladroga a las
segundas voces.
Incidencias:
presentación
del CD Ojos de grafeno Vol- III,
enmarcada en la gira Zona Especial Norte.
Hora y 3/4 de duración total. 1 Hora de retraso. Asistencia aceptable.
El prolífico y polifacético rapero sevillano S. Curro, puntal
de los hispalenses Falso Dogma hasta 2009 y uno de los vocalistas de Narco
desde entonces, pasó por el Terminal protagonizando un intenso pase en la noche
de estreno de la nueva temporada de conciertos. Una actuación que, erigida
sobre una concepción del hip hop ciertamente callejera, agresiva, no dejó indiferente
a nadie.
Con un evidente retraso sobre el horario previsto, la noche
arrancó con las comparecencias de Papa
Wilson, el DJ –a las 22.00 en primera instancia- y la de un jovencísimo rapper,
Pedro Ladroga, quien a partir de media hora después, con la venia de los presentes y el atrevimiento propio de
su edad, disparó a bocajarro su lírica durante
20 minutos: unas rimas que, inspiradas en el anodino día a día de los jóvenes
de su edad, trataron de aportar luz a un pase primario y muy básico en verdad.
Acto seguido, por fin, llegó la hora H para el esperado S. Curro, quien, con el apoyo de Papa Wilson y Ladroga (ejerciendo de segundo MC)
hizo que las tornas cambiasen, haciéndolo el devenir de la velada totalmente.
Haciendo ver el cabeza de cartel al expectante público, desde el principio, que
la espera había merecido la pena: desde que sonó su referencial hit Diego
Cañamero, dedicado al carismático luchador andaluz.
Sobre el hecho musical facturado diremos que, además de lo
trabajado de las letras, llamaron la atención las connotaciones sonoras propias
de la música electrónica que envolvieron algunos de los tracks, dando lugar a un hip hop con gancho. Con afilado y atinado
gancho. A una concepción del rap que se tradujo en unos temas que, impulsivos y
aguerridos, nos llevaron por momentos hasta la vertiente más hiphopera de los
Narco, demostrando compartir orígenes
con aquellos: si bien no en lo musical, sí en lo que a procedencia de todos los
artistas respecta, habiendo surgido los diferentes implicados (esto es, Narco,
Falso Dogma y S. Curro & Papa Wilson)
de un idéntico punto de partida, la denominada Sevilla del Diablo.
Haberlo
hecho de la cara oculta de una ciudad que, al igual que la luna (y tantas otras
capitales), también tiene una cara oculta, claro está. Una cara que no sale en
las postales y que, de color verdaderamente especial, si sale en las portadas
es para mal, representada en el caso que nos atañe por artistas -además de los
citados- como Reincidentes, en el plano del rock, o Tote King en el del rap. Así
pues, sin contemplaciones ni zarandajas de ningún tipo; en clave de rap de
especial color sevillano, pura esencia S. Curro & Papa Wilson en el
Terminal
En total loor de multitudes
Concierto de Accept
Fecha: viernes, 10 de
octubre.
Lugar: sala Tótem,
Atarrabia.
Intérpretes: Accept,
formación integrada actualmente por Mark
Tornillo, a la voz,
Wolf Hoffmann y Herman Frank, a las guitarras,.Peter Baltes, al bajo,
y Stefan Schwarzmann, a la batería Como teloneros abrieron noche Damnation.
Incidencias: presentación de
Blind Rage, nuevo CD de la banda. 2
horas de duración, bises incluidos. Entradas agotadas. Público de media de edad
alta –preferentemente- que, entregado, disfrutó de la actuación.
En total loor de multitudes,
he aquí cómo transcurrió la esperadísima comparecencia de los germanos Accept,
banda de referencia del heavy metal desde el principio de los tiempos e
incontestable e incombustible formación, tal y como quedó claro tras su
actuación: después de que pusieran como pusieron los puntos sobre las íes con su
show, dando todo un puñetazo en la mesa por si alguien tuviese dudas de ello.
De ellos. De lo que continúan siendo casi 40 años después de su creación,
verdaderos amos y señores a la hora de seguir llevando las riendas de tan
legendario género.
Ante una sala predispuesta a
rendirse a sus pies que para las 20..00, hora en la que terminó el visto y no
visto pase del grupo telonero, ya era un hervidero; frente a una expectación mayúscula,
propia de las grandes ocasiones, Accept comparecieron sobre el escenario a las
20.40 horas, presidido el mismo por una grandiosa batería de doble bombo
colosalmente flanqueada por sendos muros de pantallas de sonido.
El concierto, de entrada,
alternó temas del CD que actualmente están presentando, Blind Rage (Stampede, 200 Years) con otros de su anterior
trabajo como Stalingrad o Hellfire, antes de proseguir noche
repasando su discografía ante la complacencia y la efusividad general. Antes de
detenerse en unas composiciones que en todos y cada uno de los casos derrocharon
con orgullo, marcando territorio, incendiarios riffs y punteos de guitarras (cómo se relevaron los guitarristas a
la hora de facturarlos), precisión y contundencia desde la batería o
multitudinarios cánticos corales de los presentes sobre los estribillos de las
canciones; de unos temas con madera de himno desde su composición y marcadas connotaciones épicas, señas de identidad todas
ellas propias ¿del género? No, de Accept. Genuinamente suyas en buena parte de
los casos, viendo de quiénes estamos hablando: de uno de los grupos banderas
del género, pura historia del heavy metal. Y todo ellos ante la complicidad de
un público que, cosa de los actuales tiempos, entre constantes muestras de
aprobación, siguió en muchos momentos la actuación móviles al aire en clara
competencia con los otrora característicos cuernos, siendo esta la mayor
diferencia respecto a cómo lo hubiesen hecho décadas atrás: en lo que a entrega
y efervescencia respecta nada que objetar.
Entre constantes
demostraciones de poderío escénico y de irreprochable saber hacer musical, hacia
el ecuador de la velada sonó un primer hit, Restless
and wild, llegando de forma intencionadamente dosificada a partir de entonces
otros igualmente imprescindibles, como Princess
of the dark (cantado enardecidamente por la sala), Fast as a shark (obusazo con el que el mundo descubrió hace 30 años
el speed metal, aunque entonces nadie
supiese que así se llamaba aquello) y ya en los bises, en constante increscendo; con el mercurio rebosando
los termómetros, Metal heart y cómo
no, Balls to the wall, inmejorable
broche final.
La actual temporada de
conciertos de Tótem no pudo comenzar mejor que con la celebradísima actuación
de Accept, banda que, al calor del heavy metal, la convirtió en una caldera, llenándola
como lo hacen los grandes. A lo grande. Insuperables los alemanes.
Fecha: jueves 16 de
octubre
Lugar: Terminal,
Iruñea.
Intérpretes: S. Curro, a la
voz, & Papa Wilson a las bases, acompañados por Pedro Ladroga a las
segundas voces.
Incidencias:
presentación
del CD Ojos de grafeno Vol- III,
enmarcada en la gira Zona Especial Norte.
Hora y 3/4 de duración total. 1 Hora de retraso. Asistencia aceptable.
El prolífico y polifacético rapero sevillano S. Curro, puntal
de los hispalenses Falso Dogma hasta 2009 y uno de los vocalistas de Narco
desde entonces, pasó por el Terminal protagonizando un intenso pase en la noche
de estreno de la nueva temporada de conciertos. Una actuación que, erigida
sobre una concepción del hip hop ciertamente callejera, agresiva, no dejó indiferente
a nadie.
Con un evidente retraso sobre el horario previsto, la noche
arrancó con las comparecencias de Papa
Wilson, el DJ –a las 22.00 en primera instancia- y la de un jovencísimo rapper,
Pedro Ladroga, quien a partir de media hora después, con la venia de los presentes y el atrevimiento propio de
su edad, disparó a bocajarro su lírica durante
20 minutos: unas rimas que, inspiradas en el anodino día a día de los jóvenes
de su edad, trataron de aportar luz a un pase primario y muy básico en verdad.
Acto seguido, por fin, llegó la hora H para el esperado S. Curro, quien, con el apoyo de Papa Wilson y Ladroga (ejerciendo de segundo MC)
hizo que las tornas cambiasen, haciéndolo el devenir de la velada totalmente.
Haciendo ver el cabeza de cartel al expectante público, desde el principio, que
la espera había merecido la pena: desde que sonó su referencial hit Diego
Cañamero, dedicado al carismático luchador andaluz.
Sobre el hecho musical facturado diremos que, además de lo
trabajado de las letras, llamaron la atención las connotaciones sonoras propias
de la música electrónica que envolvieron algunos de los tracks, dando lugar a un hip hop con gancho. Con afilado y atinado
gancho. A una concepción del rap que se tradujo en unos temas que, impulsivos y
aguerridos, nos llevaron por momentos hasta la vertiente más hiphopera de los
Narco, demostrando compartir orígenes
con aquellos: si bien no en lo musical, sí en lo que a procedencia de todos los
artistas respecta, habiendo surgido los diferentes implicados (esto es, Narco,
Falso Dogma y S. Curro & Papa Wilson)
de un idéntico punto de partida, la denominada Sevilla del Diablo.
Haberlo
hecho de la cara oculta de una ciudad que, al igual que la luna (y tantas otras
capitales), también tiene una cara oculta, claro está. Una cara que no sale en
las postales y que, de color verdaderamente especial, si sale en las portadas
es para mal, representada en el caso que nos atañe por artistas -además de los
citados- como Reincidentes, en el plano del rock, o Tote King en el del rap. Así
pues, sin contemplaciones ni zarandajas de ningún tipo; en clave de rap de
especial color sevillano, pura esencia S. Curro & Papa Wilson en el
Terminal
En total loor de multitudes
Vida tras Zuloak
Concierto de Tania de Sousa
Fecha: viernes, 26 de septiembre.
Lugar: AKE, Txantrea
Intérpretes: Tania De Sousa, a la voz,
acompañada por Fermín Bouza, a las guitarras y a los coros, Maitane Alonso, al
bajo, y Ander Del Sol: a la batería
Incidencias: presentación de Tania Tank, primer CD de la artista; 1
hora de duración, bises aparte. Asistencia muy discreta.
Natural de Zestona, Tania de
Sousa saltó a la palestra para el gran público hace exactamente dos años, al
frente de Zuloak: power trío femenino surgido en la cabeza de Fermin Muguruza y
de fugaz e intenso recorrido, a caballo entre la gran pantalla y los escenarios.
Banda esta, Zuloak, que en 2012 visitó AKE con motivo de la presentación de su
primer CD y de su sorprendente debut en directo: a una con la puesta de largo
del documental protagonizado por el trío y dirigido por Fermin.
El pasado viernes, ante una
audiencia ciertamente discreta (tal vez por la coincidencia con el primer día
de San Fermín Txikito), volvimos a saber de la que fuese vocalista de Zuloak,
presentándose la misma en el referencial local de la Txantrea con un primer trabajo
en solitario. Con un disco de ecléctico, enérgico y eléctrico contenido: con la
fuerza inherente a semejante trío de esdrújulas latiendo así, con idéntica
fuerza, a lo largo y ancho del CD.
Las canciones que sonaron, las
incluidas en el disco más alguna versión, lo hicieron erigidas sobre una concepción musical de raíz
muy pop, luciendo, eso sí, elegante y personalmente rockerizadas; firmemente
asentadas las mismas sobre la base rítmica, denotando Tania y sus acompañantes
espíritu rompedor, moderno y vanguardista por igual. Dejando que la guitarra,
surfeando alrededor de la argamasa tejida por bajo y batería, acompañara, redondeara
o arañara incisivamente según fuese menester: según la sonoridad de unas composiciones que unas veces
tiraron más hacia el rock alternativo -con evidentes toques disco incluso- y
otras, hacia el punk-pop, el punk rock o el folk tintado de cierto aroma americano.
Y sin olvidarnos de las baladas, qué niveles de densidad e intensidad los
generados. Y todo ello,
mostrándose cada tema como un mundo musical en sí mismo, esbozado y plasmado
sobre el escenario sin prejuicios, encasillamientos ni complejos, por lo que no
seremos nosotros quienes, intentando definir lo visto, lo etiquetemos: mucho
menos el hacer de los músicos a la hora de desenvolverse en semejante mar de
estilos y sonidos, demostrando atesorar soltura y versatilidad para ello. Ser
lo que demostraron, avezados y capacitados sastres para vestir las canciones
como las vistieron, en función de su demanda artística. Así las cosas podemos
decir que sí, que gustaron en general: aquellas y aquellos.
Llegados a este punto, antes de terminar no podemos menos que preguntarnos
lo siguiente; el presente proyecto, ¿tendrá continuidad? Por el contrario, ¿quedará
en flor de un disco (de un día –hemos querido decir-)? Futuro sí que puede
tener, por lo que a tenor de lo visto pensamos que hay mimbres como para que la
tenga. En cualquier caso el tiempo lo
dirá.
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