Hermandad, promiscuidad, camaradería
Concierto de Luter & Kutxi Romero
Fecha: viernes, 20 de junio.
Lugar: Garazi Taberna, Iruñea
Intérpretes: Kutxi Romero, a las guitarras y a la vez, acompañado por Juanito y Pete, a las guitarras; Luter, a las guitarras y a la voz. La velada fue abierta por Nacho Otero.
Incidencias: presentación de Orilla, nuevo CD de Luter. Asistencia bastante buena. Casi 2 horas y 15 minutos de música en directo.
El Garazi recibió al madrileño Luter y a Kutxi Romero en una actuación enmarcada en una mini gira que, hermandad y camaradería como pocas veces hemos visto, les llevó el sábado hasta la Posada de Zuriain, tras haberlo hecho el jueves a Navarrete, al Patio del Camino.
Desarrollada en informal y total complicidad, la velada arrancó con la presencia de Natxo Otero, de los argentinos Bandoleros y Piratas, quien brindó cuatro temas de su banda antes de ofrecer junto al iconoclasta, omnipresente y promiscuo –desde el prisma artístico- patriarca de los Marea una versión del Malas Noticias de Los Suaves. Y pese a no ser este el mejor marco para valorar sus temas, diremos que el bonaerense dejó buenas vibraciones, denotando, además de canciones, haber traído tablas, ganas y rodaje en su equipaje.
A continuación el escenario acogió a Kutxi y sus actuales compañeros de viaje, Juanito y Pete; mientras estos tomaban posiciones, Romero, en un intento de hacer ver cómo y por qué es así; de mostrar cómo lo ha hecho el mundo, ofreció un tema de Albert Plá, Soy rebelde, pasando acto seguido a mostrar su versión más íntima de manos de la colección de temas que, acompañado por sus guitarristas, está actualmente presentando: unas canciones desnudas -en lo referido a transparencia de sus letras además de a la ausencia de prescindibles ornamentos- que mostraron sus señas de identidad, el ADN artístico de Kutxi, a la perfección, antes de rematar pase brindando dos versiones de Marea y una de Txarrena; ¿Lo mejor de esta actuación? La posibilidad de poder ver a Kutxi una noche más disfrutando de lo que en estos momentos le pide el cuerpo y más le gusta: cantar sobre pequeños escenarios; compartir sobre ellos con cuantos amigos se le ponen a tiro lugares comunes con forma de canciones; ¿lo peor? El barullo de fondo –por momentos-, que impidió que quienes habían ido a ver al artista, a disfrutar de sus nuevas composiciones, pudieran hacerlo en condiciones: cosa de la vocinglería de quienes tal vez fueron a ver al personaje.
Y eso, disfrutar y compartir sensaciones, fue lo que hizo acto seguido con Eduardo García Martín, Luter en los ambientes artísticos. Tras ofrecer los dos a modo de presentación y calentamiento un medley de los temas Aunque tú no lo sepas, de Enrique Urquijo, y El sitio de mi recreo –de Antonio Vega-, después de tan abundante y rico teloneo, llegó la hora de la verdad para el madrileño, artista que salió victorioso del envite, pese a tener que luchar contra los siguientes elementos: no tener mucho cartel entre el público local y verse solo en el escenario. Y sí, damos fe de que poco a poco, yendo de menos a más; yendo canción a canción –batalla a batalla- Luter ganó la guerra a cuantas adversidades trataron de cruzarse en su camino, ganándose la atención y respeto de los presentes; ¿cómo’ Apoyándose en unas canciones cuyas letras, de carga poética y calibre emocionalmente humano, muy clarividentes y cantadas con el corazón directamente, cautivaron totalmente a cuantos se dieron cita en el Garazi, resultando totalmente de su agrado. Del de un público que contagiado por cuanto sucedía en el escenario, terminó coreando los celebrados estribillos, antes de despedir a cuantos artistas pasaron por las tablas dicha noche, hasta 6, con sentidos aplausos.
Nuevos días para el rock de autor
Concierto de Angel Unzu & Txuma Murugarren
Fecha: jueves, 19 de junio.
Lugar: Patio de los Gigantes, Iruñea
Intérpretes: Angel Unzu, a las guitarras y a los coros, Txuma Murugarren, a las guitarras y a la voz, y Rafa Aceves, al piano.
Incidencias: 5º concierto del ciclo Kantu eta Hitza, organizado por el Ayuntamiento. Presentación del CD 14 Abesti eta hamairu Istorio Txiki. Asistencia bastante buena. Publico curioso y muy participativo; hora y 10 minutos de actuación, bises aparte.
Camino del final del presente ciclo de conciertos, el jueves pasaron por el patio de la Calle Descalzos Angel Unzu y Txuma Murugarren; reconocido intérprete, compositor, arreglista, productor y músico de directo -el primero, pamplonés afincado en Donostia-, y conocido estandarte del rock de autor del país el segundo: dúo que, en compañía de un tercer músico, haciendo bueno el dicho de que la unión hace la fuerza, se encuentra presentando 14 Abesti eta hamairu Istorio Txiki, proyecto concebido por Unzu 13 años atrás.
Presentada al detalle la velada por Txuma Murugarren (maestro de ceremonias todo el tiempo además de vocalista y guitarrista) la actuación se centró en la plasmación de los temas de dicho trabajo –principalmente-, sonando para abrir boca Bidaia etengabea, tema de corte más experimental, y Ongi etorri, de alma netamente rockera: bañadas ambas interpretaciones, en lo que vino a ser una constante, por una ambientación más bien propia de conciertos acústicos, aunque llevada con elegancia y moderación a terrenos propios de los eléctricos.
Navegando entre una concepción del rock muy sui generis y el latir de la canción de autor de corte más experimental, con el pianista aportando la nota diferencial al original hecho musical, a continuación el trío navegó por lindes de rock más clásico con Gaueko Zubiak, tema rico en intensidad por partida doble: derivada del alma de la canción y del descaro a la hora de ponerle cuerpo por parte de los músicos. Algo que transcendió en casi todas las interpretaciones.
Angel y Txuma, Txuma y Angel, explorando en clave intimista novísimos caminos en todo momento, ofrecieron un concierto tal vez sobre el papel no apto para todos los públicos… Pero, a la postre, del agrado de cuantas personas asistieron a la cita, tal y como lo dejó entrever el poco movimiento habido en las sillas: el interés denotado por todos durante el tiempo que duró, por un respetable que, interesado, curioso, sintonizó plenamente con los músicos, premiando con fuertes aplausos su labor.
Respecto al repertorio brindado, citemos algunas canciones más (Fortuna bakoak, Kaleak lotan, Egun berrian)… añadiremos para terminar que derrochó gancho propio. Magnetismo propio… De quienes saben lo que quieren: el punto o cota creativa que quieren alcanzar, he aquí qué hemos querido decir, demostrando los músicos haber trabajado en sus canciones lejos de previsibles paraguas protectores: a su libre albedrío, apostando inequívocamente por la explotación de nuevas vías. Gustaron, en verdad.
Hermandad, promiscuidad, camaradería
Concierto de Luter & Kutxi Romero
Fecha: viernes, 20 de junio.
Lugar: Garazi Taberna, Iruñea
Intérpretes: Kutxi Romero, a las guitarras y a la vez, acompañado por Juanito y Pete, a las guitarras; Luter, a las guitarras y a la voz. La velada fue abierta por Nacho Otero.
Incidencias: presentación de Orilla, nuevo CD de Luter. Asistencia bastante buena. Casi 2 horas y 15 minutos de música en directo.
El Garazi recibió al madrileño Luter y a Kutxi Romero en una actuación enmarcada en una mini gira que, hermandad y camaradería como pocas veces hemos visto, les llevó el sábado hasta la Posada de Zuriain, tras haberlo hecho el jueves a Navarrete, al Patio del Camino.
Desarrollada en informal y total complicidad, la velada arrancó con la presencia de Natxo Otero, de los argentinos Bandoleros y Piratas, quien brindó cuatro temas de su banda antes de ofrecer junto al iconoclasta, omnipresente y promiscuo –desde el prisma artístico- patriarca de los Marea una versión del Malas Noticias de Los Suaves. Y pese a no ser este el mejor marco para valorar sus temas, diremos que el bonaerense dejó buenas vibraciones, denotando, además de canciones, haber traído tablas, ganas y rodaje en su equipaje.
A continuación el escenario acogió a Kutxi y sus actuales compañeros de viaje, Juanito y Pete; mientras estos tomaban posiciones, Romero, en un intento de hacer ver cómo y por qué es así; de mostrar cómo lo ha hecho el mundo, ofreció un tema de Albert Plá, Soy rebelde, pasando acto seguido a mostrar su versión más íntima de manos de la colección de temas que, acompañado por sus guitarristas, está actualmente presentando: unas canciones desnudas -en lo referido a transparencia de sus letras además de a la ausencia de prescindibles ornamentos- que mostraron sus señas de identidad, el ADN artístico de Kutxi, a la perfección, antes de rematar pase brindando dos versiones de Marea y una de Txarrena; ¿Lo mejor de esta actuación? La posibilidad de poder ver a Kutxi una noche más disfrutando de lo que en estos momentos le pide el cuerpo y más le gusta: cantar sobre pequeños escenarios; compartir sobre ellos con cuantos amigos se le ponen a tiro lugares comunes con forma de canciones; ¿lo peor? El barullo de fondo –por momentos-, que impidió que quienes habían ido a ver al artista, a disfrutar de sus nuevas composiciones, pudieran hacerlo en condiciones: cosa de la vocinglería de quienes tal vez fueron a ver al personaje.
Y eso, disfrutar y compartir sensaciones, fue lo que hizo acto seguido con Eduardo García Martín, Luter en los ambientes artísticos. Tras ofrecer los dos a modo de presentación y calentamiento un medley de los temas Aunque tú no lo sepas, de Enrique Urquijo, y El sitio de mi recreo –de Antonio Vega-, después de tan abundante y rico teloneo, llegó la hora de la verdad para el madrileño, artista que salió victorioso del envite, pese a tener que luchar contra los siguientes elementos: no tener mucho cartel entre el público local y verse solo en el escenario. Y sí, damos fe de que poco a poco, yendo de menos a más; yendo canción a canción –batalla a batalla- Luter ganó la guerra a cuantas adversidades trataron de cruzarse en su camino, ganándose la atención y respeto de los presentes; ¿cómo’ Apoyándose en unas canciones cuyas letras, de carga poética y calibre emocionalmente humano, muy clarividentes y cantadas con el corazón directamente, cautivaron totalmente a cuantos se dieron cita en el Garazi, resultando totalmente de su agrado. Del de un público que contagiado por cuanto sucedía en el escenario, terminó coreando los celebrados estribillos, antes de despedir a cuantos artistas pasaron por las tablas dicha noche, hasta 6, con sentidos aplausos.
Kike, su mundo y sus canciones
Concierto de Turrones
Fecha: jueves, 12 de junio.
Lugar: terraza del Caballo Blanco, Iruñea.
Intérpretes: Turrones, banda integrada por Kike Turrón, a la guitarra y a la voz, Saurón, a la guitarras y a los coros, Ampa, al bajo, y Kurro, a la batería.
Incidencias: primer concierto del ciclo estival organizado por el Mesón del Caballo Blanco. Presentación de Por Tuberías, primer CD de la banda. 1 Horas y 10 minutos de duración. Asistencia regular.
No pudo comenzar mejor la nueva temporada de conciertos del Caballo Blanco que como lo hizo el jueves, quedando marcada la jornada por la bonanza meteorológica y musical: cosa del calor que nos regaló la tarde noche y de la presencia de Turrones, banda que ya pasó por este recinto en 2012, protagonizando un concierto un tanto deslucido por la lluvia. Y que ya intentara resarcirse en 2013, viéndose obligados por idéntico motivo a suspender. Así pues, digamos que a la tercera fue la vencida y que los comandados por el carismático Kike Turrón pudieron desquitarse finalmente, protagonizando un buen concierto en líneas generales.
Pivotando alrededor del mundo artístico del alma mater del proyecto, la actuación repasó abiertamente las principales propuestas musicales de su mentor: King Putreak y Turrones. Llegados a este punto, diremos que la cita dio comienzo con Los parques de mi barrio, tema incluido en Por tuberías que, de cuidada factura y concepción, derrochó costumbrismo lírico, casticismo y clasicismo musical, antes de pasar el testigo a canciones como Calientes y Crujientes (Nos Van a Zampar) o Taxi, de letras más reflexivas y con el marchamo de Turrón muy presente en las mismas, ricas en imágenes e imaginación. Dando muy buena forma Kike y sus compañeros a los temas, conformando certeramente –así las cosas- esa moneda de dos caras, parte lírica y parte musical, llamada canción: en el caso de cuantas sonaron, muy equilibradas al respecto. Pero, además, también hubo espacio para repasar temas de King Putreak, algo que los más mayores del lugar agradecimos: y no porque no nos agradasen los nuevos, sino por los recuerdos suscitados por aquellos. Por pildorazos tan celebrados años atrás como El Rey, El presente es lluita –pura y seminal rumba canalla, tal vez precursora de cierto mestizaje llamado a triunfar años después- o La gira, ofrecida esta última entre los temas nuevos Paraguas y Estaciones, de color funky y corte más festivo este último. Y todo ello ante un público que, si bien completó la terraza del local, llegó de modo más regular a la explanada a partir de las 20.30 horas, atraído por el especial magnetismo del lugar. Por el poder de atracción de un ciclo llamado un año más, hasta bien entrado septiembre (si la meteorología lo permite), a poner la banda sonora para afrontar las últimas horas de las veraniegas tardes de los jueves. Bonito arranque el vivido, en verdad.
La rebelión de
los ‘máquinas’
Concierto de Mojinos Escozíos
Fecha:
viernes, 30 de mayo
Lugar: Casa de Cultura de Burlata.
Intérpretes: Mojinos Escozíos, banda integrada por El Sevilla, a la voz, Chicho y Vidalito, a las guitarras y a los
coros, Zyppy, al bajo y a los coros,
Esteban, a los teclados y percusiones, y El
Puto, a la batería. Como teloneros abrieron noche Mandanga.
Incidencias:
presentación de Semos
unos máquinas, último CD de la banda. 2 Horas de duración, bises aparte . Asistencia aceptable,
público que se mostró bullicioso y participativo.
Los
Mojinos regresaron a Nafarroa cumpliendo con creces tras el triunfo cosechado los
pasados Sanfermines, y tal y como cabía esperarse, lo hicieron apoyándose en
un renovado show, brillando con luz propia
la presencia de viejos temas… para sorpresa y solaz de los presentes.
Aliñada
en sus comienzos por la algarabía de un público que, ansioso de fiesta, recibió
a El Sevilla bajo estruendosos gritos
de Tú sí que vales, la velada dio
comienzo con el tema de estreno Semos
unos máquinas, empalmando la banda a continuación -tal vez buscando
enhebrar las ganas de fiesta del respetable- un sorprendente trío de añejos ases, integrado por hits como Chow Chow o Federico. Y así discurrió el concierto en un principio, por dichos
–y viejos- derroteros, encontrando acomodo incluso temas tan legendarios como Jerónima o Montanbike.
Estando
los Mojinos y El Sevilla de por medio
también hubo lugar, y mucho, para la ironía y la guasa; incluso para monólogos
y gags más propios de programas como El
Club de la Comedia que de un concierto al uso, como los dedicados por el
polivalente vocalista al bajista o al baterista, a propósito de la
interpretación de temas como el de estreno Viva
er Yeti manque pierda, dedicado al primero. Y todo ello ante el beneplácito
de un público que no dejó de cantar y vacilar. Llegados a este punto, ¿más
momentos cumbre a destacar? Los protagonizados por cimas del repertorio como Ueoh, El corral (alcanzándose de su mano la plena implicación de todos), Mi jefe o Al carajo, brindado antes de los bises; de un tiempo extra
obligatorio poco menos dicha noche a tenor de cómo fueron solicitados,
cuestionando el público con sus cánticos si el líder de la banda tenía o no… redaños
para ello.
Los
Mojinos Escozíos pintaron la noche como solo ellos saben hacer, con su personal
mixtura de heavy metal, hard rock y rhythm & blues propulsada por sus
letras; por una parte lírica que una vez más lució como lo que es, pura marca
‘Sevilla’. Con ese color tan especial. Y
sobre la música brindada, ¿qué más comentar? Que quedó muy bien plasmada en
directo, dejando entrever la banda que, más allá del dictado artístico y del
discurso de su frontman e infatigable
showman, hay que tener cuajo,
maestría y tablas para defender una propuesta como esta, presentada bajo una
gruesa capa de socarronería. Y que el grupo tiene todo ello, estando el
contenido a idéntica altura que las formas. En resumidas cuentas, que en lo
relativo a ambos planos los Mojinos no dejan de ser lo que son, unos máquinas.
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