Brigada Improductiva nace en Pamplona/Iruña en 2007, siendo su principal
objetivo tratar de crear un sonido propio dentro de la música rock-ska. En
estos años la banda, seleccionada para participar en el programa Artistas en
Ruta 2013, ha actuado en
marcos como el Festival Les Compulsations de Burdeos, el Ciclo Nocturna
de La Ciudadela de Pamplona o la Plaza
de los Fueros durante las
fiestas de San Fermín, habiéndose hecho asimismo con los primeros
premios en el Certamen Musical del Grupo
G9 de Universidades, en 2012, y en el Zerbu-Rock Aragón 2011. A finales de 2011 vio la luz ‘¡¡Manos
Arriba!!, su esperado primer
CD.
Brigada muy
productiva
Concierto de Brigada Improductiva
Fecha:
viernes, 15 de febrero
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: Brigada
Improductiva, formación integrada por Javi, al acordeón y a la voz, Dani, al violín, a las teclas, a las
percusiones de mano y a la voz, Álvaro, a la guitarra, Mikel, trombón y voces
de apoyo, Iñigo, a la trompeta, Héctor Tuella, al bajo, y Héctor Navarro, a la
batería.
Incidencias: presentación de ¡¡Manos arriba!!,
primer CD de la banda. Hora y ¼ de duración. Asistencia aceptable. Público de
distintas edades que se mostró participativo.
Brigada.
Conjunto organizado de personas que realizan un trabajo o llevan a cabo una
labor.׀׀ Improductiva (escrito con mayúscula). Conjunto surgido en Iruñea en
2007 con un fin, sacar adelante una actividad musical creando un sonido propio
dentro del rock-ska: he aquí cómo podrían definir futuras enciclopedias a la
banda que nos ocupa, multiformación que recientemente presentó en Black Rose su
primer CD.
Denotando vitalidad y sobresaliente acopio de determinación y de instrumentos
musicales (hasta ¡nueve! llegan a sonar en sus directos), perfectamente
respaldados por su público, el ska sobre el que pivota el repertorio de la
presente brigada músico festiva se materializó a ritmos de ska-core –por momentos- de manos de Adiós, tema de su ópera prima al que siguieron Oro negro, de sonido más característico, hablando de lo que
hablamos, y, protagonizando una suerte de increscendo
llamado a ser una de las tónicas de la velada, Carta a SS.MM., hit recuperado de la seminal maqueta editada años
atrás por el septeto. Con el ska, tal y como hemos indicado, ejerciendo de leit motiv o hilo conductor de cuantas
canciones sonaron; mostrando los músicos con abierta naturalidad sus
influencias (Betagarri, Ska-P, The Pogues) y gustos musicales, a continuación
sonaron temas como Sin bandera, Aquel lugar (por lindes próximas al
folk) o Nuestra voz, con vetas de
¡hip hop! incluso, quedando definitivamente catapultada la noche hacia su
conclusión, de forma impecable, con una tríada de potenciales éxitos que no
dejó indiferente a nadie: Yo soy real,
hit real ingeniosamente plasmado en
escena, elefante incluido de fondo corriendo a la realeza; Ska-Fermín, recuperado de la
imprescindible maqueta previa, y Eres
la kaña, inmejorable broche final, llamado a cerrar por mucho tiempo sus
conciertos.
Brigada
Improductiva puso de manifiesto lo siguiente con su actuación, que
Nafarroa sigue siendo terreno abonado
para el nacimiento de grupos de orientación skatalítika;
no necesariamente de ska pero lo dicho, tradición iniciada en los años ochenta
por bandas como Tijuana in Blue o los ragueses a reivindicar Virus de Rebelión,
continuada la década siguiente de manos del hacer de los olvidados PetaZetas y,
principalmente, Skalariak, y llevada actualmente al mejor de los puertos por
Vendetta.
Brigada
Improductiva, una banda con todos los boletos para triunfar si logran lo más
difícil en casos como el suyo: permanecer unidos, siendo su número de
integrantes el que es y, con la vida en ciernes de fondo y contando con las
edades con que cuentan, teniendo en lontananza todos ellos, se supone, variados
intereses. Bueno, y dicho lo dicho, triunfar… Entendiendo que pese a que haya
matices mejorables, exhibir el nivel que actualmente exhibe el grupo en sus
directos ya lo es. Mostrar la talla exhibida por una brigada que, mereciendo
ser calificada de productiva más que
de lo contrario (a tenor de la producción de canciones y sensaciones
esgrimidas), contribuyó con su actuación a dar
una nueva y colorista mano de pintura (musical) a Black Rose, local
especialmente tintado en los últimos tiempos por todo tipo de tonalidades
sonoras, más que por las eminentemente rockeras: cosa del exitoso paso por su
escenario, por citar algunas, de bandas tan sugerentes como Akaskarla,
Trikiteens o Funkideak. Así pues, nuestros mejores deseos para los Brigada.
Suerte, y a triunfar.
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