EL DESVÁN DE PETER: CUANDO LAS PRISAS, ADEMÁS DE BUENAS, SON BUENAS
CONSEJERAS
La trayectoria de EL DESVÁN DE PETER arranca una vez que, en marzo de
2012, concluye la andadura de L2, banda en cuya recta final coinciden Patxi
Morillas, guitarrista del grupo desde sus inicios, y Gabriel Gainza,
incorporado por entonces como segundo encargado de hacer sonar las seis
cuerdas. Tras dar forma con inusitada rapidez a un lucido repertorio, la recién
conformada pareja artística comienza a actuar de inmediato, multiplicándose pronto
sus comparecencias en directo y llegando con idéntica rapidez el siguiente paso
a dar: a la vista de la demanda existente, la grabación de algunas de sus
canciones, labor que afrontan recurriendo para ello al apoyo de un bajista,
Patxi Garro, y un batería, Raúl Goñi, más conocido como Walo; y tan contentos debieron quedar todos de la experiencia que
lo que nació siendo un dúo, terminó transformado en una banda, siendo el
resultado de su paso por el estudios Las
prisas sí son buenas, el presente EP.
Registrado, mezclado y masterizado a finales de 2012 por Felipe Carvajal,
Gussy, en los estudios El Gringo de
Pamplona, el disco está integrado por cinco temas: Salimos a golpes, Mientras
duermes (canción en la que se contó con la colaboración de Airam Etxaniz, a
las voces), Si apareces (con letra
firmada por Emilio Gaye), La llave del
desván y Entiende que. La
producción corrió a cargo del propio grupo, y, además de los citados, haciendo
percusiones, en la grabación también colaboraron Lucas Irisarri y el propio Gussy, cabezas visibles de Barracus y
responsables de El Gringo Records, sello encargado de su edición.
Pese a su innegable entidad
propia, Las prisas sí son buenas representa
la punta del iceberg de algo mucho mayor: el solvente trabajo desempeñado por
EL DESVÁN DE PETER en poco más tiempo que el de un embarazo. Un sobresaliente
trabajo, perfectamente plasmado en un EP de cinco
composiciones al que, ateniéndonos al pop-rock de muchos quilates que late en
todas y cada una de las mismas, hay que calificar de 10. Ciñéndonos a un power
pop que destilando sabor añejo e identidad propia por igual, denota y derrocha tanto
en lo referido a la parte musical como a su vertiente lírica ingentes dosis de energía
y frescura; descaro y actitud, términos todos ellos que trascienden a su
condición de meras palabras, perfectamente encarnados sobre el escenario por Gabri, consumado frontman donde los haya, todo un descubrimiento; Patxi Morillas, encargado
de escoltarle como el mejor de los escuderos, y por la solvente base rítmica
integrada por Walo y Patxi Garro.
Banda revelación de la temporada 2012 – 2013, describiendo una contundente
progresión geométrica y, con o sin prisas, pero sin pausa alguna -en cualquier
caso-, una trayectoria claramente ascendente, he aquí la primera grabación
profesional de EL DESVÁN DE PETER, nueva realidad de la escena musical de
Pamplona. Toda una constatación de que las prisas, malas de por sí y peores
consejeras -según se dice-, en ocasiones también pueden ser buenas. Así pues, llegados
a este punto, un consejo, para terminar: deja de leer y corre, dale al play.
Que suenen las canciones. Ya estás tardando, en verdad.
Ampliando horizontes
Concierto de El Desván de Peter
Fecha: sábado, 12 de enero.
Lugar: Black Rose, Burlata.
Intérpretes: El Desván de Peter, formación integrada por Paxi Morillas y Gabriel
Gainza, a las guitarras y a las voces, Patxi Garro, al bajo, y Walo, a la
batería.
Incidencias: presentación de Las prisas sí son buenas, primera grabación del grupo. Hora y 15
minutos de duración, bises incluidos; lleno, público que se mostró participativo.
Como si se tratara de desafiar a la actual
coyuntura de recortes de todo tipo, a la, en suma, lógica imperante en los
actuales tiempos; ampliando miras y multiplicando por dos el número de los
integrantes del proyecto original, El Desván de Peter presentó flamantes
credenciales sonoras y nueva alineación en Black Rose, protagonizando un
concierto marcado por el éxito, se mire como se mire. Una actuación que a
todos, músicos y seguidores, satisfizo plenamente.
Ante un público de lo más expectante, la
velada arrancó con la plasmación en directo de Entiende que, uno de los temas incluidos en el compacto que se
presentaba: un EP de cinco composiciones que, bañadas en pop-rock de muchos
quilates, se nos antojó de diez. Y no porque lo digamos nosotros, sino porque
así lo han dado a entender desde el principio los destinatarios de las
composiciones de Patxi y Gabri, los motores de la banda: un público que con su
respuesta a los conciertos hasta hace escasas fechas brindados únicamente por
los dos, ha tenido que ver mucho con la meteórica carrera protagonizada por
ambos. Con una progresión que, geométrica en el caso que nos ocupa, les ha
llevado poco más que en el tiempo de un embarazo a aumentar plantilla y presentar su primera grabación.
El concierto alternó canciones de las
incluidas en el CD (temas como La llave
del desván, ofrecida en tercer lugar, o Salimos
a golpes, brindada con las colaboraciones de Gussy y Lukas, de Barracus)
con las que se han quedado fuera, mostrando los músicos idéntica soltura y
seguridad a la hora de encarar sus interpretaciones. Derrochando y destilando
músicos y canciones –respectivamente- energía y frescura por igual, dando la
sensación el cuarteto a la hora de plasmar los temas en directo de que sus
integrantes llevaran juntos desde el principio; a la hora de materializar unas
composiciones de agradable escucha en general entre las que, en su día grande,
con permiso de las dos versiones ofrecidas (una de ellas del tema Va a escampar de La Vela Puerca,
brindada con El Piñas a la voz), destacaremos las dos restantes alojadas en las
pistas del compacto: Mientras duermes
y, especialmente, Si apareces, primer
pequeño gran hit del grupo, a tenor cómo fue cantado por el sector más próximo
al escenario.
El Desván de Peter, he aquí una nueva
propuesta teóricamente emergente (el pistoletazo de salida sonó para sus
mentores en marzo de 2012)… emergiendo, valga la redundancia, con fuerza en la
ciudad. Banda revelación de dicho 2012 –fuera de toda duda, no hay más que ver
la legión de seguidores cosechada en apenas diez meses-, describiendo una
trayectoria ascendente que, por cierto, no podemos evitar en parte el
compararla con la dibujada por Barracus, dúo igualmente en origen
posteriormente reconvertido en banda. Haciéndolo con o sin prisas, sin pausa en
cualquier caso, El Desván: Una banda cuya bicefalia en origen, al igual que
sucede cuando se amplía la familia, el pasado sábado disfrutó plenamente con la
reconversión. Gran noche la protagonizada por ellos y vivida por todos a todos
los niveles.
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