En honor del ‘Rey del Naparmex’
Homenaje a Eskroto & Gavilán. Actuaciones
de Marianitoz Blai + invitados y Tijuana in Blue con Kutxi Romero
Fecha: viernes, 19 de septiembre.
Lugar: recinto festivo alternativo, Antsoain
Incidencias: Concierto homenaje a Marco Antonio Sanz de
Acedo, Eskroto & Gavilán, vocalista y miembro fundador de
Kojón Prieto & Los Huajolotes y Tijuana in Blue. Más de 2 horas de duración. Carpa a rebosar.
El imborrable –que no triste-
recuerdo dejado en este pinche mundo
por Marco Antonio Sanz de Acedo, Eskroto
& Gavilán, quedó demoledoramente
plasmado en Antsoain, en el marco de sus fiestas, por medio de la fiesta mejicana
brindada en su honor. Organizada por todo lo alto; a la altura de lo que llegó
a volar en vida, quedando rematado el homenaje por una actuación relámpago de
Tijuana in Blue: formación que, sin su cantante Jimmy al frente, con Kutxi
Romero como ocasional frontman,
decidió sumarse finalmente a la fiesta; a una celebración que vino a ratificar algo
ya sabido, que la tumba, si bien la separación, para Eskroto & Gavilán no
fue el final. Mucho menos para su legado.
Tras la proyección de un video alusivo a la
trayectoria del homenajeado, la primera canción en sonar fue La tumba será el final, brindada por la
banda base, Marianitoz Blai con la colaboración de Mikel Barullas y Montxo Iturbide, legendarios guitarristas de las dos
bandas de Eskroto & Gavilán. Y sobre dicho plantel,
respaldado por un banquillo de verdadero lujo, se sacó adelante la velada.
Secundada canción a canción la alineación titular de Marianitoz (mención
especial para ellos por su ingente trabajo y disposición para preparar el
homenaje) por la puntual presencia de huajolotes como los citados o Patxi Magoo, Gomi, Piluca (Reina de facto del Naparmex), Fermín El hombre
invisible –en los 90- o Toñín, así como por la comparecencia de referentes de
la escena de ayer y de hoy como estos, entre otros: Konejo, de Zopilotes (La mula
de perico, Como una ola, Qué rayos me pasa a mí), Jabiero, de Vendetta (Txibato);
Aitor, de Lendakaris Muertos, y Txerra,
de RIP (Eres un hada y Una de piratas, de Tijuana in Blue,
intercalada en aquella: claro guiño de lo que estaba por llegar); Kutxi y
César, de Marea (Bigotes de la muerte),
X. Xilbeira (Napartheid); Gari, (A qué le tiras) o Kutxa -de Ultimatum-,
quien derrochó actitud destroyer cantando
el Txus de la Polla, versionado por
los Huajolotes en su día. Llegados a este punto, atenazados ya por la escasez
de espacio, ¿los mejores momentos en general? Los protagonizados por Kutxi y
Leire La Generala, huajolote de la
primerísima hornada, en Malditos vecinos,
y, camino del final, los deparados por Toñín Carotone -entonces y por siempre el Rey del Vodevil-, quien derrochó genialidad en los
multitudinarios Bilbainada, A pan y cuchillo (con Piluca, qué lujo de dúo) y principalmente, en Carcelero e Insumisión, en total loor de multitudes tanto encima como bajo el
escenario.
Cosa de la súper población y del ir y venir
de músicos que registró el tablado, diremos que el espíritu de los primeros 90,
además de en la actitud derrochada por todos, quedó fielmente reflejado también
en el sonido; eso sí, tratándose el acontecimiento de lo que se trataba, damos
fe de que ello no representó ningún problema, ganando la velada en
autenticidad: una noche que encontró su mejor broche en la sorprendente
comparecencia de los músicos de Tijuana in Blue, quienes, con Kutxi Romero al
frente, brindaron unas canciones, La vida
sigue igual –entre ellas-, como todo dicha noche: con verdadera pasión e
intensidad. Como no podía ser de otro modo, en recuerdo del inmortal Eskroto & Gavilán.
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