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27/9/13

JAVIERTXO PINTOR, TXO, 25 AÑOS EN EL MUNDO DE LA MÚSICA

Bajista de vocación y formación, nacido en 1968, el año de los hippies –según nos recalca-, el vecino Javiertxo Pintor, el Txo, celebra en este 2013 sus primeros 25 años en el mundo de la música; sus primeras tres décadas –realmente-, si tenemos en cuenta que, si bien comenzó como músico profesional en 1988, fue en 1983, a la edad de 15 años, cuando hizo sonar su primer bajo.

Profesor, músico de estudio y de directo y titular de las 4 cuerdas en numerosas bandas, a la vista de tan significativo aniversario quedamos con él con objeto de echar la vista atrás y repasar su prolija trayectoria. Y promiscua, teniendo en cuenta su sinfín de colaboraciones y participaciones en diferentes proyectos. Con el fin de preguntarle –asimismo- por su gusto por el rock y su pasión por el flamenco. Por su presente en Ciclonautas, banda en la que estos días está totalmente involucrado, estando previsto que en otoño vea la luz su primer disco…





25 años ya como bajista profesional, ¿De dónde surge la vocación?
Todo comenzó de txiki, pues mis padres escuchaban mucha música negra; a mi madre le encantaba James Brown, y deseaba que yo fuese músico. Quería que tocara el piano, el saxofón o la batería. El día que le dije que me había comprado un bajo le di el disgusto de su vida.

¿Cómo comienzas a interesarte por el bajo?
Escuchando como se escuchaba en casa música negra, su sonido me sedujo totalmente. Tocar esto tiene que ser la bomba, pensaba para mí.

¿Bajistas de referencia?
Larry Graham, con el que sigo flipando, y de Pamplona, Mikel Morote, profesor con el que aprendí a tocarlo

¿Estudioso de tu instrumento, así pues? Sí. Comencé en plan autodidacta, pero tras estudiar con Mikel hice un curso en Madrid con Víctor Merlo, bajista de Ana Belén. Eso sí, siempre que me he apuntado a cursillos lo he hecho sabiendo lo que quería; con las cosas muy claras. Y a partir de lo que aprendía, en casa me buscaba la vida.

Sobre los escenarios, se te ve igual de a gusto tocando rock que flamenco; acerca de tus gustos musicales personales, ¿qué fue antes, el flamenco o el rock?
Siendo de la Txantrea, que me guste el rock es evidente, ¿no? Dentro del rock, lo que me ha gustado desde siempre ha sido el funk. La culpa de que me apasione el flamenco fue de Javier Ruz y de Carlos Itoiz. Cuando fui consciente de mis inquietudes por el flamenco, cogí un bajo, le quité los trastes y me hice un bajo fretless; ya había visto tocar a bajistas como Benavent, que se inclinaba por bajos sin trastes, y me decía,  “este sonido, para el flamenco, tiene que molar: voy a enredar”. Javier y Carlos me explicaron  los diferentes palos y poco a poco la magia del flamenco me atrapó. Me gusta a rabiar.

En tu trayectoria podríamos diferenciar igualmente dos ramales, los grupos en los que has participado como fundador y las bandas de las que has formado parte como músico contratado.
Estoy abierto a todo tipo de colaboraciones. Unas veces me llaman de estudios de grabación para trabajar como músico de sesión, y otras, para hacer tapones: esto es, galas como músico contratado o mercenario.

¿Cuántos grupos propios?
Mi primer grupo fue Txuntxun con Soda, y el segundo, Más allá. Más tarde trabajé con Alfredo Espinal, compositor de Pamplona de música electrónica, y después con otro compositor, Iñaki Aritza. Después llegaron grupos como Al Aska, Konfusion, La Venganza de la Abuela, Ja ta Ja, La Negra de la Txan, Caliu – H, Zambra, Esencia Flamenca, Hueso y Peyejo, Calle 3 o Ciclonautas…  Y Kontuz Hi!, también toqué con ellos. Entré en dicho grupo en 1985, después de su inclusión en el disco de los 4, con Kortatu, Cicatriz y Jotakie. Tenía 17 años. A la batería estaba Óscar Ormaetxea, compañero mío posteriormente en Konfusion y en La Venganza de la Abuela.

¿Qué requisitos hacen falta para que Txo se involucre en un proyecto?
Que el repertorio sea bonito y la música me llame la atención. He trabajado con gente como Pedro Planillo, John Kelly y Maite Itoiz o Antonio Fidel y Juan Carlos García, bajista y baterista respectivamente de El Último de la Fila. También he colaborado con la compositora francesa Khaty Claret, con Rosendo Mercado, Miguel Campello El Bicho o El Cabrero.

¿Cuántos discos has grabado?
Dos con Konfusion, tres con Ja ta Ja (más uno con Ja ta Ja y Kutxi Romero), y a cada uno con La Venganza de la Abuela, Naiara Ruz, Pedro Planillo, Tipitako y Los Condes. Y uno con Ciclonautas, que esperamos que esté en otoño en la calle.

La última banda en la que has recalado es Ciclonautas. ¿Cómo se produjo el contacto?
Tras hacer un bolo con la Negra de la Txan en Black Rose, hablé con Alén, sabedor de que se había juntado con Mariano y que estaban montando algo. Siempre he sido muy fan de Mariano, y con Alén tenía verdaderas ganas de trabajar. A mí me encantan los tríos, la formación básica del rock & roll. Currar con los dos es muy cómodo, las canciones son una gozada y me lo estoy pasando muy bien.

Háblanos del CD que habéis grabado.
Tal vez esté mal que yo lo diga, pero creo que es el mejor disco de rock que he grabado en mi vida. Y he tomado parte en unos cuántos. Fuimos con todos los temas, veintidós, muy bien ensayados, la música ha quedado muy potente: y más tratándose de un trío. El punto que da Mariano con su voz a las canciones, el toque argentino que transmite, es alucinante. Estamos con muchas ganas de presentarlo y de empezar a tocar.




Txo, ¿Se puede vivir de la música?
Se intenta, a salto de mata. Si te lo sabes hacer y no te marcas grandes metas, sí, aunque vamos a dejarlo en que se puede subsistir. Yo, además, tengo un pequeño estudio de grabación, 100% Records, donde hago mis cosillas. Por ahí han pasado artistas como Mi Primo el Chicharachero, Tipitako, Carlos Urroz o Nebari Cuarteto.

¿Algún proyecto más a la vista?

Para conmemorar estos 25 años quiero juntarme con toda la gente con la que he trabajado y sacar un disco; no con intención de venderlo, sino de regalárselo a todos ellos. Quiero darme ese capricho. 

17/9/13

¡¡UNA DE VIDEOCLIPS!!




RIOT PROPAGANDA




BERRI TXARRAK




ALTXATU, atención!!





VENDETTA



GATILLAZO

16/9/13

SOZIEDAD ALKOHOLIKA, CAUCHO ARDIENDO: NUEVO EP DIGITAL






25 años después de que comenzaran a romper con sus canciones la barrera del sonido, los alaveses SOZIEDAD ALKOHOLIKA demuestran su actual momento de forma con la publicación de este EP, Caucho ardiendo.

El presente lanzamiento responde a los siguientes deseos de la banda: relanzar su álbum Cadenas de odio con la difusión de un videoclip, de la canción Niebla de guerra (primero rodado sobre dicho CD) y agrupar tres temas dispersos hasta el momento: el inédito Caucho ardiendo, registrado en las sesiones de grabación de Cadenas de odio (de rabiosa actualidad a la vista del actual estado de las cosas) y dos versiones: Veraneo en Puerto Hurraco, de Def con Dos, y Over the Mountain, de Ozzy Osbourne.

Caucho Ardiendo y Niebla De Guerra se grabaron en los estudios Music Lan de Catalunya, y las versiones, incluidas en los CD-tributo La culpa de todo la tiene Def con Dos y A Tribute to a Madman – Homenaje a Ozzy Osbourne, en Estudios Higain,  Gipuzkoa, y en los estudios M20 de Madrid. El diseño de la portada ha corrido a cargo de Guillem Bosch.




Prosiguiendo por las sendas sonoras trazadas en sus últimos trabajos, Caucho ardiendo retrata brutal y certeramente el actual estado de ebullición de las calles, consecuencia directa del paro; del humo con forma de castillo de naipes vendido a las clases populares. De letra clarividente y explícita, perfecta banda sonora la canción para unos tiempos como estos, duros y oscuros por demás. Caucho ardiendo, incendiario fotograma sonoro plasmado con rabia no contenida: lo mismo que Niebla de guerra en la sesión de grabación del clip, tal y como se puede ver. Dirigido por Paul Urkijo, demoledor. Y respecto a las versiones, ¿qué decir, siendo los S.A. unos maestros en el arte de las mismas? Que una vez más el quinteto acertó a la hora de llevarse a su terreno la esencia de los temas originales, dándoles poderosamente la vuelta final de tuerca; el toque final de gracia que los hace suyos, de modo incontestable.

Protagonistas desde la década de los 90 de la mejor combinación de hardcore, punk y metal facturada en el Estado, Caucho ardiendo, nuevo material rusiente. Soziedad Alkoholika sacando músculo de nuevo. Dando brea. ¡Ya están aquí!



11/9/13

QUIETO PARADO SEPTIEMBRE.... Y UNAS CRÍTICAS DE CONCIERTOS

Quieto parao, he aquí cómo está siendo septiembre, desde el prisma musical. Desde el punto de vista rockero. A la espera de que, a una con octubre, los escenarios retomen vuelo, subo las críticas de los conciertos de rock presenciados en verano: Cero a la Izquierda, Ariel Rot & Los Enemigos y Burning. 

Electrizante. Electrizantes

Concierto de Cero a la Izquierda


Fecha: sábado, 7 de septiembre.
Lugar: Terminal, Iruñea.
Intérpretes: Cero a la Izquierda, banda integrada dicho día por Robles, a la voz y a la guitarra, Jon, a las guitarras, Dani, al bajo, y Lukas, al cajón y a la pandereta.
Incidencias: presentación de Fuego Cruzado Tour, gira acústica del grupo. Hora y 15  minutos de duración. Alrededor de 2/3 de aforo.

Calentando motores de cara al inicio de la nueva temporada de conciertos, el Terminal acogió sobre su escenario a Cero a la Izquierda, uno de los valores más al alza de la escena local; una de las bandas triunfadoras de la temporada 2012-2013 ateniéndonos a  su brillante hoja de servicios. A los 43 conciertos ofrecidos desde que el 13 de septiembre del año pasado viese la luz La vela muda, su exitoso primer CD.
Estrenando formato debido a la ausencia temporal de Sergio, guitarrista del grupo llamado hasta Navidades a estar fuera del mismo; especialmente motivados por retos autoimpuestos como reinventarse en acústico, comparecer en directo como cuarteto… y con Robles, el vocalista de gran desparpajo, a hacerlo como guitarrista de apoyo a Jon, el imprescindible encargado de las seis cuerdas, Cero a la Izquierda brindó una muy aceptable actuación, dejando claro que su progresión, su progresiva escalada continúa, demostrándose imparable. A la altura de sus ganas… Imparables, ambas. Así pues, esto hicieron ver a propios y extraños en una noche para ellos tan especial, que la nueva capa de pintura dada a sus canciones, a unos temas conocedores ya de cierto éxito en su encarnación en eléctrico, también va a reportarles alegrías: la nueva y sugerente coloración esbozada en el Terminal para temas suyos ya para no olvidar como Hasta el amanecer, Crónicas de guerra o Qué más da, con nuevos aires y brillo sonoro especial. O Contra viento y marea, también de La vela muda, ofrecidas cuantas sonaron de dicho álbum (todas, menos Cobarde) entre composiciones inéditas, muestra inequívoca de que la banda, pese al significativo número de conciertos ofrecido, no ha dejado de lado la composición, y covers de artistas de cabecera suyos como Fito & Fitipaldis, La Vela Puerca, La Fuga o Txarrena. ¿El resultado del concierto presenciado, así las cosas? Pese que detectamos pequeños detalles por pulir (no en vano la presente actuación fue la primera de esta gira acústica, razón por la que acudimos a la cita)… Electrizante, a la vista de la energía transmitida por los temas. Satisfactorio. Y así lo percibieron los presentes, un público muy joven que siguió el concierto con atención, sin protagonizar barullo ni murmullo de fondo alguno, inequívoca señal de que en ningún caso se aburrió. Así pues, lo dicho. Y respecto a los aspectos llamados a ser más trabajados, tranquilidad. Que no cundan los nervios: con tiempo (y estos músicos, a juzgar por sus edades, tienen todo el del mundo), voluntad y determinación, toda la del mundo en ambos casos –igualmente-, nada que no puedan superar.
¿Más momentos a destacar? Por citar alguno, la plasmación del tema Motxila 21, compuesto para la banda por Gabri, de El Desván de Peter, músico que no dudó a la hora de aportar sus cuerdas vocales y las de su guitarra a su interpretación, dejando más que caliente el escenario para la recta final; para un tramo que se consumó con Azulejo frío y el ya referencial tema de factura propia Libertad.
Cero a la izquierda, cuando lo importante es no parar quietos. Que no se detenga la máquina en ningún momento. Electrizantes en concierto. Cuando lo importante es hacer. En ello siguen. En ello están. Volveremos a saber de ellos.

Vitola y solera, pero…

Conciertos de Ariel Rot y Los Enemigos


Fecha: sábado, 31 de agosto.
Lugar: recinto de la Ciudadela, Iruñea.
Incidencias: 2ª cita del Ciudadela Sound 2013. 3 horas y 1/4 netas de música en directo. Alrededor de 500 personas, público que se mostró desigualmente participativo.

La segunda y última cita del, este año, fugaz ciclo Ciudadela Sound acercó hasta dicho recinto dos propuestas musicales bastantes diferentes. Muy alejadas estilísticamente como para haberlas hecho coincidir en un mismo cartel, siendo su único denominador común, tras buscar y rebuscar alguno, el largo recorrido en el tiempo de sus protagonistas, Ariel Rot y Los Enemigos: con ingente solera y vitola ambos, de gira estatal –teóricamente- junto con Leiva y Loquillo el primero y, desde 2012, protagonizando su particular vuelta a los escenarios (o revuelta, tal y como ellos la han denominado) los segundos, tras una década de inactividad.
Ante escasos centenares de personas, cifra que progresivamente fue creciendo hasta alcanzar el medio millar, la noche, otoñal en lo meteorológico, arrancó con el siempre amable y elegante rock and roll de ese dandy apellidado Rot, quien finalmente se llevó el gato al agua en lo referido a presencia de público en los conciertos; y es que, tras la conclusión del suyo, durante el de Los Enemigos, de manera progresiva desertó hasta una tercera parte de los presentes, hecho que, en otro orden de cosas, nos llevó a preguntarnos lo siguiente: ¿Hasta qué punto fue acertado el orden de las actuaciones? El hecho de volver a dar conciertos tras años de separación, ¿es motivo suficiente para que un grupo sea cabeza de cartel?
Habitual desde hace años de cuantas programaciones se ofertan en Iruñea, quien fuese vidas atrás componente de Tequila y Los Rodríguez defendió un setlist muy parecido al que está ofreciendo en la gira Uno de los nuestros, y lo hizo secundado por una banda de auténtico lujo. Por unos músicos (Osvi Grecco, Candy Caramelo, Mauro Mietta y Toni Jurado) que, conformando un auténtico dream team, rayaron a grandísima altura, dando lugar a un concierto… Para no olvidar. Para recordar, a la vista de circunstancias como las que marcaron su desarrollo: la perfecta elección de las canciones, comenzando por El Vals de los recuerdos y concluyendo con Milonga del marinero y el capitán; la ya comentada afluencia de público, lo que motivó que los presentes disfrutaran sin agobios de la cita (algo bueno tenía que tener) y el excelente sonido disfrutado, a la altura de los medios técnicos utilizados. ¿Más canciones a destacar? Clásicos como Dos de corazones, Lo siento, Frank, Vicios caros o El baile de ilusiones, guiños a Los Rodríguez (Dulce condena, Me estás atrapando otra vez) y a Tequila aparte, Rock & roll en la plaza del pueblo y Necesito un trago. O al CD que actualmente está presentando, La Huesuda, del que, a ritmo de pasodoble, sonó el tema que le dio título.
A continuación, quince años después de su última visita a la ciudad, fueron Los Enemigos los llamados a poner música a la noche, labor que afrontaron recurriendo a una auténtica batería de temas legendarios para ello. Perfectos botones de muestra de su rock sencillo y sincero, introspectivo y marcadamente minoritario, tirando preferentemente de canciones extraídas de sus discos más antiguos, los registrados entre 1986 y 1991. Pero, por lo que fuese, su actuación no conectó con la totalidad de los presentes. Eso sí, damos fe de que quienes fueron a verles exclusivamente a ellos, portando en muchos casos camisetas con su nombre, disfrutaron de su actuación, vibrando tantos años después con el rock de autor y tintes castizos defendido por el cuarteto. Con la música atrincherada en sus canciones, composiciones que, pese a que para sus seguidores, en la primeras filas mayoritariamente, fuesen lo más, a buena parte de los que se quedaron tras el concierto de Ariel, dicho sin animadversión alguna, les dejaron… Indiferentes. Fríos. Qué le vamos a hacer, un tanto fuera de juego en general.


Casta, trapío y solera

Concierto de Burning

Fecha: sábado, 6 de Julio.
Lugar: Plaza del Castillo, Iruñea.
Incidencias: 1ª actuación del ciclo de conciertos Sanfermines 2013; lleno, público participativo que disfrutó de la velada. Actuación de más de hora y media de duración.

Formados en 1974 en el castizo barrio de la Elipa, chulapos del rock madrileño por derecho, los legendarios Burning fueron los encargados de abrir la programación musical de la plaza del Castillo, protagonizando una incuestionable actuación. Una genuina noche de rock & roll.
Comandados por el superviviente Johnny, de punta en negro el citado, genio y figura tras sus gafas de rock; con el carismático vocalista, pianista y depositario de las esencias del grupo encarando las canciones puesto en pie -desde el micro principal- o bien, sentado al piano cantándolas a un tiempo, el concierto deparó en su inicio temas tan conocidos como No pares de gritar o Baila mientras puedas, resultando del agrado de los presentes; de unos asistentes que, en una noche como la del pasado sábado, inmejorable se mire como se mire, se involucraron en el concierto tal y como es habitual que suceda en citas de este tipo, de forma directamente proporcional a su proximidad al escenario: más y más cuanto más adelante se encontraban.
Derrochando la banda su característico cóctel de actitud, tablas y chulería, el quinteto ofreció pronto nuevos temas con especial vitola, como Jim Dinamita o el clásico donde los haya Qué hace una chica como tú en un sitio como este, perfectamente rubricado en su parte final por todo un guiño a otro artista del club de los incombustibles, Lou Reed; bueno, todo un guiño a una época como los años setenta, más bien: a la épica derivada del hecho de inclinarse en aquellos años por el rock. Posteriormente tuvo lugar la anécdota de la noche, protagonizada por un pamplonés que tuvo a bien subir al escenario con el fin de acompañar con su armónica la interpretación de otro hit, Como un huracán, tema que, en una noche rica en imperecederos éxitos, precedió a otro clásico, Es decisión. Pero además de para reverdecer viejos laureles también hubo tiempo para degustar temas inéditos, composiciones llamadas a dar vida a un próximo CD del grupo, antes de encarar la recta final haciendo gala los músicos de su verdadera artillería pesada; de canciones como Ginebra seca (con marcado homenaje a su banda de cabecera, los Stones, en su parte final) o, especialmente, Esto es un atraco, Es especial, Mueve tus caderas (con descorche de una botella de champán y mojadura de las primeras filas incluida) o, ya, en los bises, No es extraño que tú estés loca por mí, escritas todas ellas con mayúsculas en el acerbo popular del rock.
Mirando hacia atrás y, a un tiempo, hacia delante; demostrando ser especiales y, tras los vaivenes propios de una banda con 39 años de carrera a sus espaldas, estar perfectamente asentados en siglo XXI, Burning, los Rolling de la Elipa (tal y como se les ha llegado a llamar) protagonizaron una gran actuación en el corazón de Iruñea. Un concierto que, además de representar toda una cita con la historia, dejó claro algo ya sabido: que bandas como esta, de grandísimo recorrido en el tiempo, son una garantía a la hora de darlo todo. Burning, 2013 y sin fecha de caducidad a la vista, casta, trapío y solera: nada que objetar.




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